Tú y yo tenemos doce años
y bebemos vino
quinado.
¡Qué rica la quina!
Es medicina y es golosina.
Tú yo tenemos doce años
y bebemos vino
quinado.
¡Qué rica compañía!
Eres guapa y divertida.
Tú y yo tenemos doce años
y bebemos vino
quinado.
¡Qué rica la quina!
Es medicina y es golosina.
Tú yo tenemos doce años
y bebemos vino
quinado.
¡Qué rica compañía!
Eres guapa y divertida.
Yo creo que tu gato te imita,
tiene tus mismos ojos de
puto pirado.
Se mueve como tú,
se tumba como tú,
tiene tu mismo
pelaje.
Me hace ilusión, la noche del bosque se oculta entre los árboles,
se desliza entre los cristales rotos de una cabaña de madera,
y yo llevo una borrachera importante.
Será como en los libros.
Nos sentaremos los dos encima de la cama
y yo extenderé mi mano, y tú dejarás
que la plata se pierda entre
mis dedos.
Me gusta el medallón, me gusta la cadena
que contiene la noche del bosque,
gracias por todo, gracias por
tu regalo.
Mi alma es dispersa,
he olvidado el lugar secreto
donde mi madre guardaba las joyas,
el lugar secreto donde mi hermano pequeño
guardaba las drogas.
Mi alma es de los noventa, si muero
rezad por mí o no lo hagáis,
lo que queráis.
Necesitaré gafas de sol,
necesitaré dinero,
no será fácil,
necesitaré mucho dinero.
Necesitaré un montón de leña,
necesitaré mechero, me
necesitaré rodeado
de humo,
me necesitaré ardiendo.
Y vosotros, mi pueblo, seguiréis aplaudiendo.
Seguiréis con vuestras rutinas y yo
seguiré con las mías, sólo seré
un muñeco que vive
inmerso en el
fuego.
Dice el Talmud:
Tu amigo
tiene un amigo,
y el amigo de tu amigo tiene otro amigo;
por consiguiente, sé discreto.
Y dice Thomas Edison:
No sea que jodan tu éxito, eso es,
el éxito bien guardado, no vaya a ser que
te lo roben.
Malditos ladrones de éxito, están por todas partes,
no te fíes ni de tus amigos, llévate
el éxito a la tumba, que nadie
lo sepa jamás.
Y su mujer abrió la puerta,
y dejó entrar al
perro.
Qué manía con el éxito
Sr. Thomas Edison,
qué manía.
Si se aburre cámbieme una bombilla,
si quiere le dejo la escalera,
si quiere le compro
la bombilla.
Es de led, es una bombilla de led,
¿acaso nos las conocen allí en el infierno?
Bombillas de led,
bombillas de led,
bombillas de led,
¡Joder!
Qué manía con el éxito Sr. Thomas Edison,
qué manía, si tanto se aburre invente
una bombilla de frío para no
quemarse tanto
el culo.
Las casas
de las bañeras
ya no escuchan los alaridos
de los coches, bueno sí, escuchan
a Zape.
Zape pasa con su coche a toda velocidad,
a zape no le importa casi nada,
si te preocupas por algo
Zape vuelve a la cuna.
Su truco me gusta, hila fino,
es elegante a su
manera.
Ese Zape ahí.
Imaginad en bucle
una plaza en la Edad Media,
imaginad una plaza de mercado llena de gente.
Imaginad saltimbanquis, volatineros y juglares.
Imaginad un castillo de fondo,
imaginad sus blancos muros impenetrables.
Ahora decidme,
¿es la plaza un castillo?
¿Es el castillo una plaza de mercado?
Yo, qué queréis que os diga, no encuentro
la diferencia, no reconozco la madera
de la cual están hechas
mis respuestas.