ASÍ ES PANCHO

Son gestos épicos.

Te pide pipas sin mirarte a los ojos.
Habla del tiempo como si sólo le afectara a él.
Se sienta en un banco de un pipicán
llamando a gritos a su perro
invisible.

Así es Pancho.

Un perro que no se deja ver.
Un niño pequeño persiguiendo a una paloma.

Pancho:

¿Besan las nubes los trozos de fachada que ocupas?
Porque santo eres.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *