Crónica del IV Reich: la democracia derrota a Merkel en las urnas de Italia

La democracia, esa tozuda herramienta de libertad que nos donaron los griegos clásicos, impone tarde o temprano su ley cuando se permite hablar a los ciudadanos. Y como siempre conduce los caminos de los pueblos hacia destinos inéditos porque la voluntad de las gentes no suele ser diseñable y programable. Cuando el Presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, encomendó a Mario Monti la formación de un gobierno el 13 de diciembre de 2011, tras la dimisión de Silvio Berlusconi, se abría un periodo de gobierno tecnócrata impuesto desde Bruselas vía Berlín, que instauraba una fórmula política de baja calidad democrática. Tras un año de ajustes y recortes presupuestarios calificados de programa reformista, siguiendo al dictado las políticas de austeridad que la canciller Merkel impone a Europa, los italianos han sido llamados a las urnas para decidir su futuro. El resultado ha sido calificado de ingobernable por las mismas autoridades de la ortodoxia económica que impusieron la solución Monti y que claman por ampliar la excepcionalidad para que nada ponga en riesgo sus planes de control del déficit. El dictado expresado en forma de voto por los italianos es el fruto de ese esperpéntico experimento de 12 meses de ejecutivo gris ajeno a la realidad de la calle. El nuevo mapa político de Italia rezuma la rabia de unos ciudadanos confundidos y atónitos ante el desmantelamientos de muchos de sus derechos, sin que tales medidas se hayan producido de la mano de un gobierno elegido por ellos. Se han revelado contra la política o mejor dicho, contra los que no permiten que se haga POLÍTICA.

Probablemente lo más ridículo de esta trama es el hecho de que el primer ministro en funciones asumiera el reto de presentarse a las elecciones tal vez pensando que los italianos valorarían su espíritu de servicio público y seriedad en la gestión y que ha cosechado un triste 10% de los votos que a punto ha estado de colocar a los democristianos como fuerza extraparlamentaria. Monti se ha encontrado con la horma de su zapato. Como es lógico, un pueblo sumido en la crisis económica, vapuleado por la pérdida de renta per cápita y con el encarecimiento feroz de la deuda, no ha sido capaz de entender este camino a ninguna parte, por mucho que el rictus del mandatario pío, sea adusto y compuesto. Su discurso tenía demasiado tufo a sumisión a las órdenes de Ángela Merkel como para ser creíbles. Su juego oportunista de enfrentamiento alcabaliere demasiado obvio para tener tirón, sobre todo, cuando de por medio había auténticos actores profesionales de la comedia, como el propio Berlusconi y su corte de bellinas o el mensaje populista y facilón de Beppe Grillo. Competía con monstruos de la escena y encima el guión era una adaptación de las obras wagnerianas que nos interpreta la jefa de gobierno alemana con su coro de Walkirias.

null

Monti es sin duda el gran derrotado, pero por supuesto, no el único. El pírrico ganador de los comicios, el socialdemócrata Pier Luigi Bersani no ha sido capaz de armar una alternativa sólida frente a opciones aparentemente tan endebles como un Berlusconi en las últimas y un movimiento improvisado. Este filósofo de la Universidad de Bolonia, que realizó su tesis doctoral sobre la historia del cristianismo, centrado en la figura del Papa Gregorio el Grande, huele a lejanía y desprende un aroma de élite envarada que no conecta con las preocupaciones mundanas del pópolo. Es evidente que Italia es demasiado compleja y críptica como para permitir que la composición de la Cámara y del Senado se simplifique en algo que se aproxime al bipartidismo. La República nacida de la caída del fascismo y de la posguerra mundial ha vivido instalada en la plácidez endémica de las crisis políticas y las mociones de censura. Gobernar en Italia es más arte que otra cosa y, por ello, se precisa la magia de un artista como en su día le pareció a los italianos ser Berlusconi y que nunca les inspirará Bersani. La izquierda enrolada en el Partido Democrático tiene la difícil de tratar de gobernar en solitario, pues, la coalición con Monti no suma suficiente y el endemoniado ofrecimiento de Berlusconi de gobierno de concentración nacional solo les llevaría al descrédito entre sus votantes.

Lo de Berlusconi también es una derrota si lo medimos en términos del personaje que lo ha sido todo en Italia, que sigue dominando los medios de comunicación, pero que se arrastra patético buscando sorpazo y se queda a las puertas. Su final es tragicómico como lo ha sido su vida política. Pero como siempre algo gana en este postrero acto de su particular obra teatral. Sigue jugando al escondite con la Justicia evitando una sentencia condenatorio en el rosario de procesos que tiene en curso y por los cuales en cualquier país democrático nórdico estaría ya entre rejas. ¿De él qué podemos esperar en las negociaciones para la formación de Gobierno? Declaraciones grandilocuentes de su amor a la patria, mientras por debajo de la mesa sus hábiles correlegionarios tratan de mantenerle el estatus de inmunidad. Tiene secuestrada a la derecha italiana y mientras maneje cámaras, periódicos y columnistas, su necesaria sucesión al frente del Pueblo de la Libertad o como quieran llamar al enésimo proyecto derechista es inviable. Su discurso antieuropeísta, dando la espalda a esa Europa que le forzó a abandonar el gobierno que legítimamente alcanzó en la urnas ha calado en una población que solo percibe noticias negativas de las decisiones de Bruselas, pero no ha sido suficiente para dale de nuevo la opción de ponerse al frente de Italia.

El que no hay duda es el gran ganador de estas elecciones es Beppe Grillo y suMovimiento 5 Estrellas. Cómico que trabaja en el cine, la televisión y el teatro, es también blogger y su blog cuenta con el mayor número de visitas entre los blog de lengua italiana, siendo una de las páginas web italianas más visitadas con más de 160.000 accesos diarios. Sus muy documentadas críticas a la corrupción de la clase política italiana le han valido una gran popularidad y el temor generalizado de ésta, tanto de la derecha como de la izquierda del espectro político, por su demoledor efecto mediático, lo que le valió ser censurado y silenciado en todas las televisiones italianas. Sin embargo, su relato de los hechos ha llevado a Grillo incluso a hablar en el Parlamento Europeo, sin ser miembro del mismo. El 14 de junio de 2007 Beppe Grillo lanzó la idea del V-Day o Vaffanculo Day, una jornada de movilización pública para la recogida de las firmas necesarias para presentar una ley de iniciativa popular para introducir las preferencias en la actual ley electoral e impedir la oportunidad de presentar candidaturas al Parlamento a los destinatarios de condenas penales o a aquellos que ya han completado dos mandatos. Su capacidad de aportar innovación en la política es indudable. El V-Day, que continuó la iniciativa promovida por Beppe Grillo Parlamento Pulito(Parlamento limpio) desde 2006, se llevó a cabo en muchas ciudades italianas el siguiente 8 de septiembre, la fecha elegida para evocar el estado de confusión que vive el estado, como en la misma fecha de 1943, cuando tuvo lugar la Proclamación de Badoglio. Se reunieron 336.000 firmas, muy por encima de las 50.000 necesarias para la presentación de la ley de iniciativa popular. Para la ocasión, Michele Serra acuñó el término «grillismo». Tras el éxito obtenido, el 25 de abril de 2008 se organizó la V2-Day, un segundo día de movilización encaminado a la recogida de firmas para tres referendos. El 29 y 30 de septiembre de 2007 en Lucca varios miembros del meetup Amigos de Beppe Grillo y de listas cívicas locales, impulsados por un debate abierto en la red y en la estela de la anterior reunión de Perugia, definieron las líneas políticas para la constitución de listas cívicas. El 10 de octubre, Grillo dio indicaciones sobre cómo crear las listas cívicas.

El MoVimiento 5 Estrellas (MoVimento 5 Stelle, M5S en italiano) es un partido político italiano que se autodefine como una «libre asociación de ciudadanos». Tiene su origen en el Movimiento de Liberación Nacional (Movimento di Liberazione Nazionale). El M5S se da a conocer como un partido populista, ecologista, anti-euro y parcialmente euroescéptico, al menos de los planteamientos que dirigen hoy la UE. Aboga por la democracia directa, el libre acceso a Internet y condena abiertamente la corrupción. Las cinco estrellas del nombre designan las políticas fundamentales del partido: agua pública, transporte, desarrollo, conectividad y medio ambiente. Su irrupción en elecciones generales ha supuesto la ruptura del mapa de la política tradicional italiana y se ha convertido en el eje sobre el que seguro girará el futuro de Italia. Supongo que Grillo es el personaje que encarna todo lo que más puede incomodar a la gran derrotada de los comicios: la canciller Merkel. En el fondo el cómico con su sátira mordaz de la situación ha puesto de manifiesto lo injusto de unas políticas que solo benefician a unos pocos bien por ser ricos o por ser de países ricos y que está destruyendo el tejido social europeo. No es un héroe, no es un ejemplo para sentar a la mesa del domingo con la familia y los niños, pero es el personaje de esperpento que probablemente necesitemos en Europa para darnos cuenta del desastre al que estamos encaminando un proyecto tan bello como el de la construcción europea. Grillo gana, Merkel pierde, tal vez estemos ante la primera gran batalla perdida por el IV Reich.

null