De adaptaciones va la cosa

Hola!!

Llevo un tiempo dándole vueltas a la posibilidad de hacer un proyecto nuevo, basado en adaptaciones de libros que van al cine o al mundo de las series. Cada vez son más las producciones que nacen de este modo, ya sea por falta de ideas, o porque resulta más sencillo adaptar algo ya hecho. O puede que simplemente los productores prefieren apostar por historias que ya han tenido cierto éxito en el ámbito editorial.

Sea como sea, estoy encantado, porque me permite disfrutar de libros que no conocería de otro modo. Además, soy muy pro adaptaciones, en el sentido que, habiendo leído el mismo libro que yo, el creador de la serie o peli nos presenta su visión, qué ha entendido y cómo ha entendido esa misma fuente. Y analizar eso me parece fascinante.

Cuando alguien hace una adaptación, siempre hay críticas. Desde el desgraciadamente famoso “dónde está Tom Bombadil” en el Señor de los Anillos (los fans de estos libros se encuentran entre los más cansinos de la historia) pasando por los que quieren ver en pantalla exactamente el mismo libro (qué sentido tiene?) o los que enarbolan la vergonzosa bandera “es que el libro es mejor” sin pararse a pensar ni desarrollar nada más.

Siempre recordaré la primera película de IT, durante mucho tiempo fue vilipendiada y que ayudó a crear el mantra de “es que las adaptaciones de King son todas malísimas”. Vale, la peli es mala, pero esos bosques, ay! esos bosques. Cuando leí IT me hice una composición de las localizaciones en la cabeza, y tengo que decir que los bosques que salen en la adaptación son incluso mejores que los que imaginé. Donde quiero llegar es que prefiero sentarme y disfrutar de esa adaptación, intentar extraer lo bueno y no criticar por criticar, y eso es lo que quiero hacer en este nuevo proyecto.

Pero claro, la realidad es que hay adaptaciones y adaptaciones. Tenemos las malas, muy malas, como La Torre Oscura, la maravillosa obra de Stephen King que aún no ha sido llevada ni a cine ni a televisión de modo digno. Pero siguiendo con el tito King, El Visitante o 22/11/63 son claros ejemplos de que llevar las novelas a un formato más amplio como es una serie y una temporada de 6 ó 8 episodios puede llegar a sentarles muy bien a estas historias.

El objetivo es analizar adaptaciones desde un punto de vista riguroso, sin dejarse llevar por el fandom, sacando lo mejor o lo peor de esa serie o peli basada en un libro.

Y como mirar para atrás puede ser tedioso porque adaptaciones hay millones, vamos a mirar al frente, o al futuro, como es el caso de hoy.

La noticia ha saltado rápidamente, y es que Ishana Shyamalan, hija de M. Night (tú antes molabas) Shyamalan ha dirigido una película. La moceta había trabajado bajo las oscuras alas de su papá como guionista y directora en la irregular Servant y como directora de segunda unidad en la horrorosa Tiempo (de ahí lo de tú antes molabas).

La película se va a llamar Los Vigilantes, y está basada, y ahí es a donde quiero llegar, en la novela The Watchers de A.M. Shine. El libro está definido como un relato claustrofóbico de terror gótico en un bosque perdido de Irlanda. En la biografía del autor en su página web, él mismo reconoce la influencia que las clásicas historias de terror irlandesas han tenido en su vida, con su paisaje, cultura, atmósfera oscura, pero quien más le ha influenciado desde siempre ha sido Poe. Los trabajos de Edgar Allan han contribuido mucho a la forma de pensar y escribir del amigo Shine, que además tiene otro libro llamado The Creeper.

La mala noticia es que no he podido encontrar noticias de la publicación en castellano de ninguno de los dos libros, por lo que solo se puede leer en inglés.

‘Los vigilantes’ (producida por papá Night) saldrá en cines el 7 de junio, en un periodo donde habrá pocos estrenos, y es debido a que se rodó durante la huelga de actores por un acuerdo interno.

Quien lea en inglés, está invitado en acompañarme en esta experiencia, y una vez vista la película, comentaremos qué tal ha ido la adaptación.

Si te animas, en el grupo de telegram de Grupo Salvaje te espero, donde podrás escuchar el mejor programa de cine y series de Navarra, Grupo Salvaje. Si buscas por el nombre del programa en telegram, ahí aparecemos.

The Bear

Hay episodios que marcan una serie, hay escenas que marcan una película.

Nunca olvidaré la, para mí, más impresionante escena de American History X. No es la brutal escena de los dientes, ni cuando el racista se encuentra con que en la cárcel, él es la minoría étnica. Es la que, solo en la noche, Edward (tú antes molabas) Furlong recuerda cómo empezó todo, por qué llegó su hermano Edward Norton a ser el racista que es. Descubrió que el germen de ese odio irracional lo tenía precisamente en casa, en su padre, que constantemente y sin ningún pudor, iba bombardeando a sus hijos con su discurso racista. Esa escena, que termina con el hermano pequeño llorando desconsoladamente,  marca la película, porque todo rueda alrededor de esos momentos de odio encapsulado.

Por qué ya casi no ves películas de Edward Norton?
Siempre que puedo hablo de esta peli

Pues con The Bear he tenido la misma sensación con el sexto episodio de la segunda temporada. Y no cometo ningún spoiler cuando digo que se lo pasan gritando, porque eso lo hemos visto desde el inicio de la serie, y lo que hizo que necesitara más de un intento para poder verla.

Pero vamos a entrar primero en contexto.

The Bear es una serie creada por Christopher Storer, se puede ver en Disney y está protagonizada por Jeremy Allen White (actor muy conocido por Shameless) en el papel de Carmen «Carmy» Berzatto, un joven y laureado chef que vuelve a su Chicago natal para atender la cocina del decadente restaurante de su hermano recientemente fallecido.

Allí se encuentra con el mejor personaje de la serie, el mejor amigo de su hermano y con el que regentaba el local conjuntamente, Richie (Ebon Moss-Bachrach, actor secundario de siempre con multitud de acreditaciones en cine, series y teatro). Obviamente la relación entre ellos no es lo más harmoniosa posible, y es que estamos hablando de personas con un carácter extremadamente especial.

The Bear star Richard “Richie” Jerimovich in The Bear promises more mayhem  on menu | NEXT Magazine

Y en eso es en lo que me quiero centrar. Estas personas son una raza aparte. Hablan gritando, acaparan las conversaciones con movimientos de brazos, ríen exageradamente, lloran exageradamente. Cuando comienzan las conversaciones, ya lo hacen alzando la voz, con actitud chulesca y si no frenan, llegan a un nivel insoportable. A mí me producen rechazo instantáneo ese tipo de personas, es todo lo contrario a mi forma de ser, y me caen mal. En la serie está tan bien hecho, que me caen mal pero de verdad. Menos mal que está Ayo Edebiri en un personaje más calmado, con más cabeza, que supone un alivio de vez en cuando.

Emmy spotlight: Ayo Edebiri (The Bear) is the heart of FX series - GoldDerby

El mérito es de los guionistas. Imagino la complicación de redactar ese tipo de escenas, tan rápidas, con tantas voces. La dirección de actores también es muy importante, porque coordinar todo eso debe ser realmente complicado. Esto es lo que en un principio me sacó de la serie y decidí que no la iba a ver, pero tras la elaborada insistencia de personas allegadas, pensé que debería darle una segunda oportunidad, y no me arrepiento, pero qué mal momentos me hace pasar.

Y esto nos lleva al famoso episodio 6 de la segunda temporada, de una hora de duración (los demás rozan la media hora), que deja claro que estamos ante un momento importante de la serie. Y vaya sí lo es, porque se traen a grandes pesos pesados para narrarnos un momento histórico en la vida de esta familia tan peculiar. Por un lado está Jon Bernthal, el más flojo, porque hace siempre de él, de lo mismo. Todos los papeles que le he visto están interpretados del mismo modo, pero de momento parece que le vale. También tenemos al añorado Bob Odenkirk, con unos momentos muy buenos, pero quien se lleva la palma es la gran Jamie Lee Curtis. Esta mujer es capaz, literalmente, de interpretar cualquier papel, y aquí lo demuestra, con unos momentos especialmente brillantes, haciendo de madre del clan, preparando la cena, con unos altibajos emocionales muy exagerados. Es, todo lo que hemos visto, multiplicado por 10.000, y en los hombros de la gran Jamie Lee.

Y entendemos. Comprendemos de dónde salen esos caracteres tan especiales que estamos viendo desde el primer episodio de la serie. Es un episodio de premios, y estoy seguro que se los llevará.

La serie me está encantando. Me quedan dos para terminar la primera temporada y no quiero que termine, como Special Ops: Lioness, de la que espero hablar en breve.

A spy among friends

Atención, atención!! Todos aquellos que han hecho sus listas de lo mejor del año, deberían parar las rotativas e intentar ver esta serie, o esperar a verla cuando llegue, que llegará, pero de momento está disponible en ITVX en Reino Unido y BritBox en Australia.

Nos encontramos con otra novela de Ben Macintyre, este columnista del Times que ha conseguido fama mundial con sus libros, mayormente de espías. Es el autor de Los hombres del SAS, la grandiosa miniserie de 6 episodios que podemos ver en HBO Max sobre la Segunda Guerra Mundial y la campaña del desierto en África.

Dos años antes de Los hombres del SAS, Macintyre escribió esta Spy Among Friends. Basada de nuevo en hechos reales, nos traslada a la Inglaterra de 1963, donde Nicholas Elliott trabaja por el MI6 como oficial de inteligencia, pero su vida se da completamente la vuelta cuando se entera que su amigo más cercado y colega, Kim Philby ha estado secretamente trabajando como agente doble para el KGB durante 20 años y acaba de desertar e irse a la Unión Soviética.

La serie está protagonizada por Guy Pearce and Damian Lewis (Hermanos de sangre, Homeland, Billions con el magnifico Paul Giamatti). Frente a ellos, la diosa Anna Maxwell Martin (The Bletchley Circle entre muchas otras).

Una de las mejores actrices británicas que hay

El programa examina el espionaje a través de su amistad, cuyas consecuencias afectan las relaciones Este-Oeste hasta el día de hoy.

No quiero averiguar mucho más, porque me resulta fascinante la historia. El piloto es sencillamente brutal, en forma de flashbacks. Kim Philby ya ha escapado a Rusia y Elliott fue el último que estuvo con él. La serie especula desde el principio con que puede haber algo más por detrás, que le haya dejado escapar, o incluso que realmente no haya desertado y todo forme parte de un plan mucho más complicado.

No lo s´´´e, pero seguro que la serie me lo va a contar en sus 6 episodios (para qué más).

Vivimos buena época de series de espías, con ésta y con Slow Horses, otra saga de espías, la de Nick Herron, pero estos son más desgraciados, son los moradores de la casa de la ciénaga, donde van los agentes que han cometido errores muy graves y no saben qué hacer con ellos. Debería hacerles un post, pobres, que tengan algo más de visibilidad. 🙂

Wreck

En ocasiones, las ideas más sencillas son las que mejor funcionan por múltiples razones. Estamos llegando a un punto de saturación, y cada vez tenemos que seleccionar las series que vemos con un criterio más estricto. Todos tenemos unas temáticas que nos atraen más que otras, e incluso vamos evolucionando nuestros gustos. Antes me veía todo lo relacionado con zombies, ahora no veo prácticamente ninguna de ese tema. Pero independientemente de nuestros gustos, sabemos que hay algunas series que no vamos a ver bajo ningún concepto.

Son las llamadas líneas rojas. Para mí son las series de médicos y todo lo relacionado con ellos, aunque últimamente he hecho alguna excepción, como con la maravillosa Dopesick. Hay quien las pone en los True Crime, no le gusta sufrir con recreaciones demasiado cercanas a la realidad. Por cierto, aquí tenemos discrepancia originada por Dahmer y por Candy. Ambas son series que reproducen unos hechos reales, pero en realidad son series, no son documentales con entrevistas a personas relacionadas, vídeos originales, etc… Es como cuando comienzas una película y te dice que está basada en hechos reales. Eso ha sucedido en infinidad de ocasiones pero, ¿eso son True Crimes?

En mi opinión no, el concepto true que acompaña la denominación te dice que lo que vas a ver es real, no es una recreación. Vas a ver imágenes de cámaras reales, entrevistas. Puede haber alguna escena que se filme pero siempre buscando que sea lo más real posible. Tanto en Candy, y por supuesto en Dahmer, asistimos a escenas que posiblemente no fueran así, y de ahí vienen muchas de las críticas de la serie, por cierto, de familiares y amigos de las víctimas que no ven bien reflejadas a esas personas. Incluso denuncian a Dahmer por sacar a la luz hechos demasiado dolorosos para los familiares de las víctimas, pero ésa es una reflexión en la que ahora prefiero no entrar.

A donde quiero llegar es que para mí son series sobre crímenes, como tantas otras, únicamente basadas en hechos reales, sin más.

Pero bueno, una vez explicado el asunto de las líneas rojas, quisiera volver sobre el inicio del artículo, las ideas sencillas, y por eso quiero hablaros de Wreck, de la BBC.

La premisa de la serie es bien sencilla. Un chaval se incorpora como tripulación en un crucero con la intención de descubrir qué le pasó a su hermana, que desapareció en el mismo crucero. Me gusta mucho el tono de la serie, desenfadado y lleno de guiños. Especialmente divertidas las escenas en que se incorporan los nuevos al barco, donde se les trata como si fuera un campamento militar, ellos los novatos.

El barco es una ciudad en pequeño. Tenemos los pisos superiores, donde está primera clase, lleno de lujos. Tenemos los oficiales, pequeños dictadores de las miniparcelas que regentan. Luego están los currelas, con sus problemas de agua fría y al final del todo están los filipinos, en ese submundo oscuro, sucio, lleno de peligros, donde se hacen tatuajes y todo parece muy peligroso.

La serie mezcla el humor, el thriller, el miedo e incluso pinceladas de gore, pero lo que más me gusta es su falta de pretensiones y su originalidad. Algo pasa en ese barco, algo chungo que encima muere gente.

Da cosica, el colega

No es que sea una de las series del año, para eso están The Old Man (Disney) o Inside Man (Netflix a finales de octubre), pero me lo he pasado muy bien viéndola y la recomiendo encarecidamente. Ha sido renovada por una segunda temporada que ya se encuentra en desarrollo y su idea es llegar hasta una tercera temporada.

Un saludo, y gracias por leerme

La importancia de cumplir 40 años

Golem celebra 40 años de vida esta semana. Ayer tuvimos en el programa Grupo Salvaje en directo a Otilio García, uno de los socios fundadores, que nos contó muchas cosas y alguna anécdota chula que merece la pena difundir.

Que una empresa cumpla 40 años de funcionamiento siempre es buena noticia. Que sea una empresa que se dedica al cine en mayúsculas, a la difusión cultural, es motivo de celebración entre los más adeptos del sector. Y además lo hace manteniendo el espíritu que siempre ha tenido: arriesgar, innovar y apostar por otros modos de acercar el cine al público en general.

Otilio nos contó cómo fueron los orígenes del cine, con sus 4 salas iniciales, el éxito que tuvieron, lo difícil que llegó a ser conseguir entradas para una chavalada de Pamplona ávida de nuevas sensaciones fuera de los cines más clásicos de la ciudad. Nosotros les contamos cosas que nos ha ido transmitiendo oyentes, como esa leyenda urbana que empezó a circular que decía que iban a dejar fumar en el cine. Cuando la gente iba a taquillas y les decían que de eso nada, hubo muchas sorpresas.

FOTO MIKEL ESPARZA

Recordaba Otilio la que se armó con el odorama y Polyester, la película del irreverente John Waters, y esas tarjetas que ibas rascando para poder disfrutar de los olores de la película. Claro, el asunto es que tras una sesión, el olor de todas las tarjetas a la vez era indescriptible y costaba mucho ventilar para la siguiente sesión, lo que llegó a ser un problema.

También nos contó sobre los primeros maratones nocturnos, donde los espectadores podían disfrutar de 3 películas y el cine daba bocadillo y caldico a los asistentes. Eso fue un éxito rotundo.

Pero lo más divertido fue cuando nos contó la mejor campaña que se le hizo jamás a los cines, con el estreno de «La última tentación de Cristo«, de Scorsese. El viernes del estreno se presentaron unos señores en representación del arzobispado y acompañados de abogado para comunicarles que esa película no se iba a estrenar, que ellos debían verla primero y que entonces decidirían. Finalmente la película se estrenó y esa misma noche se llenó Pamplona de pintadas que decían «Boicot Golem». No se sabe quién lo hizo, pero como campaña publicitaria involuntaria fue todo un éxito, ni hecho adrede.

Fue un rato muy ameno y os animo a escuchar el programa entero, aunque ya sabéis, primero tenemos la sección de cumpleaños, la chapa del agente Pendergast y sus series, y luego la entrevista.

Viva el cine, copón!!

Somebody Somewhere

La belleza de la cotidianeidad

No, no os preocupéis, no me ha dado una subida de gafapastismo, pero es que no hay mejor modo de poder definir esta serie sencilla, amable y sin pretensiones que nos presenta a Sam, el personaje interpretado por Bridgett Everett (una cómica muy conocida por su personalidad y extravagancias en el escenario), y que aquí encontramos en un papel mucho más comedido y en parte autobriográfico.

Bridget Everett Interview: On HBO's 'Someone Somewhere'
Esa mirada

Sam vuelve a Kansas para cuidar de su hermana enferma, que fallece, lo que la deja sumida en un vacío importante que no puede rellenar su otra hermana, ni sus padres. Se siente encerrada en un lugar en el que no encaja y no sabe cómo salir. En ese momento se encuentra con Joel, interpretado por el carismático Jeff Hiller, con el que coincidió en el coro del colegio y que introduce a Sam en un nuevo mundo donde todas las personas son diferentes, y donde la música tiene un protagonismo especial. Entre esas nuevas personas está Fred (Murray Hill), un personaje muy peculiar y que acepta a Sam desde el principio.

Bridgett (Sam) y Murray (Fred) han trabajado juntos desde hace varios años, han hecho muchos shows juntos, y eso también se nota en pantalla.

Dejad que aparque un momento el tema musical para centrarme en los magníficos personajes principales y cómo te encariñas con los dos desde el principio. Sam es una mujer grande, muy grande, que no se arregla, cuarentaymuchos, harta de que le pregunten qué va a hacer con su vida y con un carácter fuerte, que mira de modo inquisitivo y que produce incomodidad entre quienes la rodean. Joel es peculiar en sí mismo, muy alto y muy flaco, con una personalidad muy especial, casi servil, pero se nota que ha sufrido mucho, probablemente por su condición sexual, y que ha construido un personaje como coraza para protegerse.

Somebody Somewhere' en HBO: fecha de lanzamiento, tráiler y todo lo que  sabemos sobre la nueva serie de comedia – Recomendaciones de Series para  Maniacos
Quieres ser amigo de estas dos personas al instante

Joel introduce a Sam en estos ensayos del coro que se hacen en las instalaciones de la iglesia, un poco como a escondidas, lo que les da esa sensación de clandestinidad, de peligro inocente, que tanto lo disfrutan.

Cuando ves el primer episodio parece que los creadores de la serie quieren que la música sea una constante, pues hay una escena maravillosa en la que Sam, luchando contra sus miedos, se atreve a cantar delante del público por primera vez en muchos años. Esa escena, tremendamente emotiva, hace que el episodio piloto sea una obra maestra. Pero no, la música siempre está ahí, pero su importancia va variando.

Y es que la serie es mucho más ambiciosa y quiere contar más cosas. En principio se centra en la necesidad de asumir el pasado, de mirar adelante y ser consciente de dónde vives. Pero además trata de cómo sacar partido de lo que tienes, que probablemente es mucho más de lo que crees, que los demás pueden ver cosas de ti que ni siquiera sabías que existían, y por supuesto, trata de la amistad, algo tan sencillo como la amistad entre personas tan dispares.

En otro orden de cosas

Están siendo semanas muy interesantes de estrenos. Os sigo recomendando Grupo Salvaje. En tan solo una hora te pones al día de las series y te escuchas un especial de cine. Esta semana hablamos de «escenas en cocinas», pero escenas especiales, luchas, asesinatos, enfrentamientos varios, y sí, en ocasiones se cocina.

Además, tenemos un grupo en Telegram con el mismo nombre donde puedes enterarte de lo que se va a hablar en el programa, puedes hablar con otros usuarios. Se está creando una comunidad muy maja.

The Tourist

De vez en cuando nos encontramos en el camino de las series pequeñas rarezas que marcan la diferencia más por su falta de pretensiones, que por la grandeza de sus episodios. Y es que tenemos un problema, o más bien lo tienen los productores yanquis, pues están obligados a la grandilocuencia, al siguiente Juego de Tronos, esa gallina de los huevos de oro que les va a dar cinco temporadas y millones de suscriptores. El trono de las espadas lleva tiempo vacante, y todos los intentos de ocuparlo resultan vanos pues se pierden en buenas intenciones (no siempre), grandes planteamientos y pésimos desarrollos.

Comprendo que mantener el interés de una serie los 8 o los 10 episodios que obliga la productora no siempre es posible, y nos encontramos ejemplos a borbotones de series que empiezan bien, caen en picado y al final pretenden dar el campanazo con el último episodio o sin más se tiran por la borda porque no dan para más. A eso contribuye la memoria del espectador, que parece que solo se queda con esa última media hora y es capaz de alabar una serie solo porque “termina bien” o “deja la puerta abierta a otra temporada” y olvida el arduo camino que se ha sufrido hasta ese momento.

No voy a entrar en discusiones, ni en ejemplos. Os recomiendo visitar canales de Telegram especializados en series como “Grupo Salvaje” o “Series Reality Podcast” donde sus integrantes son tan diversos que puedes conseguir información y opiniones de prácticamente cualquier serie, e incluso puedes discutir argumentos, siempre desde el buen rollo. Además, en la variedad está el gusto y se agradece opiniones y puntos de vista diferentes a los tuyos.

Pero he empezado hablando de la pequeña rareza, y es que The Tourist lo es. Primero por sus 6 episodios para contar una historia que parece que ya nos la han contado. Un coche se ve de repente perseguido por un camión por las desérticas carreteras de Australia. Un accidente, una pérdida de memoria, y a partir de ahí se construye una historia de engaños, asesinatos, mafiosos que te atrapa hasta el final.

The Tourist release date, cast, trailer, plot: When is the BBC series out?  - WSTale.com
Oh, oh, parece que me persiguen

Por cierto, ese inicio, con similitud a Duel de Spielberg, ha hecho que las redes sociales ardan con sesudas mentes criticando el comienzo de la serie y cuestionando todo el trabajo posterior. Como he comentado, no nos cuentan nada nuevo, el tema de la amnesia es recurrente en muchas películas y series, pero la diferencia es cómo nos lo cuentan.

Para ello, los responsables de la añorada Fleabag se juntan de nuevo y cuentan con actores de la talla de Jamie Dornan, al que conocí en la magnífica The Fall, haciendo de psicópata perseguido por Gillian Anderson en sus tres temporadas.

Junto al actor norirlandés nos encontramos Danielle MacDonald a la que recuerdo de haber visto en Unbelievable y que aquí se convierte en una roba escenas en toda regla. Junto a ellos, el siempre temible Ólafur Darri Ólafsson, que ya nos hizo pasar mucho miedo en la fallida Nos4a2 (claro ejemplo de serie que se precipitó al abismo, fue renovada, y lo único que hizo fue ahondar en su sufrimiento).

La serie, además de a Duel, recuerda por momentos a Fargo, a cualquier road movie bien hecha. La serie merece la pena desde el principio hasta el final y sus 6 episodios se pueden hacer incluso cortos.

Se estrenará seguro en HBO Max, aunque de momento su estreno «mundial» se hace en determinados países y determinadas cadenas. Llegará el día en que se den cuenta de que el streaming debería hacer que se replantearan estos estrenos y hacerlos globales de verdad, no de boquilla.

Pero para eso está el Agente Pendergast, para contaros estas cosas, invitaros al canal de telegram de Grupo Salvaje, escuchar el programa en Itunes, Ivoox o incluso en directo los martes a las 18:00 en eguzki.eus

Gracias por leerme!!!

American Crime Story

Acaba de terminar su emisión la tercera temporada de esta serie centrada en analizar momentos históricos relevantes con la máxima fidelidad posible, ya sea respecto de los propios hechos, como de las personas que intervienen en los mismos. Cada temporada es diferente (lo que llaman serie antológica), y ahora llega el momento de hacer una valoración.

Pero primero, vamos con sus antecedentes, porque nos encontramos con la tercera temporada de esta serie. ACS analizó en su primera temporada lo acaecido con OJ Simpson, su detención, encarcelamiento y juicio posterior. Lo primero que llamó la atención de la serie era su buena factura y compromiso con la realidad, hasta el punto de que varias páginas de internet se dedicaban a hacer comparativas de las personas reales implicadas en el asunto y los actores de la serie. La recreación de los hechos fue lo más fiel posible y eso le dio a la serie un aura de credibilidad. Asistíamos atónitos a hechos que conocíamos, pero de segunda mano, lo que nos habían contado aquí. De este modo pudimos saber mucho más de lo que pasó. A mí me encantó.

Netflix trasmitirá “American Crime Story” en todo el mundo - Hot 94FM
Esta temporada fue para enmarcar

Y no solo a a mí, su éxito fue mundial, y fue inmediatamente renovada. Ryan Murphy, productor entre otras de Nip/Tuck o Glee, se volvía a salir con la suya y volvía a dar en el clavo después de American Horror Story (otra serie antológica), la hermana mayor, dedicada al horror y que desde el 2011, al menos personalmente, está dejando sentimientos encontrados. En mi opinión se pasan de frenada en muchas ocasiones y unos comienzos prometedores de temporada terminaban siendo un despropósito. Pero debe gustar, porque llevan 10 temporadas y siguen al pie del cañón.

Volviendo a ACS, su segunda temporada iba a ser sobre el huracán Katrina, pero al final decidieron retrasar la idea para centrarse en el asesinato de Versace. Esa temporada no me interesó nada, por su temática, y porque la protagonista era Penélope Cruz (nada que añadir, su señoría).

American Crime Story

Ahora sí nos centramos en esta temporada que revisa todo lo que sucedió con Monica Lewinsky y su affair con el Presidente de los USA. De nuevo, y amparándose en fechas, lugares, personajes, la serie se acerca a una realidad que aquí conocimos levemente.

American Crime Story: Impeachment': todo lo que sabemos
Qué gran momento, y qué bien mostrado en pantalla

La imagen que se tenía de Lewinsky es de esta chica que supo aprovechar las circunstancias y una mancha en un vestido para una ventaja personal. Pero la realidad es bien distinta, como suele suceder, y la serie nos presenta a una Monica que nunca quiso hacer daño a nadie y que fue manipulada por agentes políticos de la oposición, tanto al gobierno como a los Clinton, que la amenazaron con hasta 28 años de cárcel si no decía lo que ocurrió en los despachos privados de Clinton.

Confió en una compañera de trabajo, que grabó sus conversaciones, y fue traicionada por todos, optando por la única salida que tenía: confesar lo que había sucedido con el amigo Bill y lo que finalmente llamaron una “relación inapropiada”.

En total son 10 episodios, en los que nos invitan a asistir a todos estos hechos, con especial interés en los movimientos de un FBI con intereses dobles. El episodio del Gran Jurado es especialmente bueno. Este Jurado se utiliza en EEUU y está formado por ciudadanos que no deciden sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados, sino sobre si hay pruebas suficientes para iniciar un juicio. No suele haber un juez, y tampoco participan los abogados defensores. Cuando participa el acusado, se encuentra un ambiente hostil y muy atemorizante. La serie nos cuenta esos hechos de un modo magistral.

Impeachment True Story: What Happened & What American Crime Story Changes
Imagina que el FBI te lleva a una habitación y te encuentras esto

De nuevo, los personajes están perfectamente recreados. A Lewinsky la interpreta Beanie Feldstein, dejando momentos espectaculares de esta jovencita acorralada con ojos de cervatillos asustado. La mala de la película, la traidora, la compañera de trabajo que grabó las conversaciones y que hoy en día se pueden escuchar en Youtube, fue Linda Tripp, interpretada por una muy maquillada y prácticamente desconocida Sarah Paulson (adoro a esta actriz y sale en casi todas las producciones del amigo Ryan). Como agente del FBI, tenemos al hijísimo Colin Hanks, que no acaba de despegar este chico. Finalmente, un Clive Owen muy exagerado da vida a Bill Clinton y no me gusta nada cómo lo hace.

american crime story lewinsky
Lewinsky
american crime story
Linda Tripp

Me ha maravillado esta tercera temporada, y me dan muchas más ganas de averiguar más sobre el asunto, y para eso está Wikipedia y todo internet, donde hay páginas también dedicadas a analizar los parecidos entre los actores y los personajes.  Se va a poder ver en La Sexta en abierto.

Parece ser que la cuarta temporada se centrará en el auge y caída de Studio 54, el famoso club que Ian Schrager y Steve Rubell convirtieron en la meca de la vida nocturna para los ricos y famosos antes de ser acusados de evasión de impuestos, obstrucción a la justicia y conspiración para ocultar 2,5 millones de dólares en recibos. Si la serie se centra más en todo el proceso policial y judicial, puede ser interesante, porque otra serie sobre fiestas nocturnas ahora mismo me genera interés cero.

Gracias por leerme!!!

Ted Lasso

Ted Lasso es amor

Cuando se presentó esta serie, recuerdo que no le di mayor importancia debido básicamente a su argumento: un entrenador de fútbol americano es contratado para entrenar un equipo de fútbol inglés. Absurdo, verdad?

A medida que avanzaba la serie te dabas cuenta que esa línea argumental tan sencilla escondía muchas y variadas situaciones, como las capas de una cebolla y, dependiendo de hasta dónde querías pelar, podías disfrutar en mayor o menor medida.

Y es que sí, la serie es una astracanada. Los chistes en principio son fáciles, teniendo que ver con las diferencias básicas entre ambos deportes, y con las diferencias en el lenguaje y sobre todo las expresiones entre americanos y británicos, que tanta gracia les hace a unos y a otros. Aunque en realidad no son tan fáciles porque están plagados de giros lingüísticos, referencias culturales de ambos sitios, hasta tal punto que en ocasiones es necesario parar la reproducción para buscar en internet un chiste en particular.

Ted Lasso - Apple TV+ Press (ES)
Muy British todo

Ya solo eso te divierte, pero pasemos a la siguiente capa. En esta vemos la valentía de un personaje carente de maldad, que es capaz de cambiar de país para entrenar un equipo en un deporte que no conoce. Tienes confianza en ti mismo, y sobre todo tienes tu autoestima a tope, pues los hooligans van a ir a por ti, lo sabes, lo asumes, y haces que te resbale. Muchas situaciones cómicas se producen con los enfrentamientos del entrenador con los forofos, con la prensa, que no ven más que una marioneta con la que meterse.

En esta capa nos encontramos a los secundarios. Estos personajes están para hacer reír, reforzando el sentido de comedia de la serie. El ayudante del entrenador es otro americano de rostro impertérrito y frases contundentes y enigmáticas. El utillero es un personaje de especial carisma que va cobrando importancia basado en el excelente trabajo que hace Nick Mohammed (gran actor, guionista, el cerebro detrás de la genial Intelligence). Tenemos a la presidenta del club, que también participa en la tercera capa de la que hablaré en seguida. Una espectacular Hannah Waddingham a la que le dan uno de los mejores personajes de la serie. Tenemos a Roy Kent, un veterano jugador de mala leche permanente y peor lenguaje.

Hasta aquí la serie merece la pena, te lo pasas muy bien con ella independientemente de hasta qué capa quieras llegar. Pero queda lo mejor.

Vamos con la tercera capa. Aquí ya nos ponemos serios. En ella nos encontramos al propio Ted, que emprende la aventura de su vida viajando a otro país, con un matrimonio cogido con hilos y con una vida nada fácil por detrás. Este personaje tiene una cara pública, la graciosa, la que le resbala todo, pero nos deja trazas de un hombre atormentado que coloca el humor como parapeto de protección ante un mundo exterior que le ataca. Aquí también nos encontramos a la presidenta del club, que contrata a un entrenador yanqui con la intención de hundir el equipo del marido del que se acaba de separar. Poco humor, mucho rencor, ira, despecho, sufrimiento. Son los personajes más profundos de la serie y los que más mimo reciben por parte de los guionistas.

Ahora vamos, por fin, a la capa que llega a todas las demás, y es ni más ni menos que el amor, considerado como personaje. Porque todos y cada uno de los personajes aman, en diferente medida: los jugadores, el cuerpo técnico, la administración del club, la presidencia del club y por, supuesto, el entrador, nuestro Ted, que a estas alturas ya lo queremos como propio. Queremos compartir su alegría, sus chistes, su talante ante la vida, y queremos estar con él cuando sufre, ser su hombro en el que apoyarse.

Esto es lo que hace grande la serie. No es una serie de un entrenador de fútbol, es una serie sobre positivismo en la vida, sobre la lucha para la superación de problemas personales, de cómo poner una sonrisa en cada momento, aunque sea lo que menos te apetece.

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Es una serie sobre el amor, porque Ted Lasso es amor.

Mare of Easttown

El drama en su justa medida

Me resulta complicado ver dramas. Ese acercamiento a la realidad puede llegar a ser molesto en ocasiones y prefiero evadirme a otros mundos, viajar la noche con vampiros o luchar contra hordas de zombies ligeros de piernas. Además, siempre tenemos el crimen, por supuesto. Una novela negra puede tener cada uno de los componentes que hemos hablado, y mantener una coherencia, un ritmo que te atrape y no te haga sufrir tanto. De novela negra, y de Pamplona Negra, hemos estado servidos esta semana del 24 de mayo. Una iniciativa magnífica, cita ineludible cada año.

Pero volvamos al drama. Si se pasa la tuerca puede llegar a ser demasiado agobiante, como me pasó con This is us, que la tuve que dejar en la tercera temporada porque ya era un sufrimiento continuo y, por muy buena serie que fuera, quedó abandonada.

Hace unas semanas comenté Them, la serie de terror que se basaba en el drama tremendo del racismo y el ya manido discurso de “el hombre da más miedo que cualquier monstruo”. También lo vimos en menor medida en la fallida Lovecraft Country.

Siguiendo el añorado sistema de capítulo semanal, este 18 de abril se estrenó Mare of Easttown, sita en una pequeña localidad de Pensilvania donde ocurre un asesinato local y la detective del lugar debe investigarlo.

Hasta ahí todo normal, lo hemos visto en muchísimas ocasiones, pero esta serie venía respaldada por Kate Winslet, actriz que no se ha prodigado mucho en estos lares. La historia te atrapa desde el principio debido al excelente trabajo de creación de personajes. La detective Mare es un personaje complejo, en un momento de su vida muy complicado: su hijo se suicidó, lucha por la custodia de su nieto contra la madre drogopendiente. Su exmarido se va a casar de nuevo y su vida amorosa es un desastre. No se arregla ni se maquilla, vemos a un personaje de verdad, que nos lo creemos desde el primer momento.

Ahí coge fuerza la serie, porque vemos personas cercanas, que se apoyan en el buen trabajo de grandes secundarios. Tenemos a Jean Smart, magnífica actriz en su madurez, que hace doblete porque también la podemos ver en la comedia Hacks, serie de la que no he hablado pero es una comedia muy chula sobre una veterana actriz de comedia que se apoya en una joven guionista para “mejorar” y actualizar su repertorio. Aquí hace de madre de Mare, la gran luchadora silenciosa, que aguanta lo que hay que aguantar mientras los demás no paran de recriminar y se quejan constantemente de sus vidas.

Amiga de Mare, tenemos a Julianne Nicholson, otro contrapunto dramático que vimos recientemente en The Outsider, la estupenda adaptación televisiva de la novela de Stephen King. Finalmente, también aparece un renacido Guy Pearce con un personaje muy coherente, breve pero muy importante.

Tengo que destacar la interpretación de Evan Peters, actor al que le sigo la pista desde la otrora buenísima serie American Horror Story. Da un contrapunto en ocasiones cómico (no lo puede evitar este chico, le sale de modo natural). Ver cómo va mejorando como actor, con papeles más importantes, es muy satisfactorio. Dará mucho que hablar, estoy seguro.

Lo que hace atrayente esta serie, además del crimen por resolver, es el uso adecuado del drama, presente en todo momento en la serie, en cada una de las decisiones de la protagonista, pero sin llegar a agobiar. Tienes tus momentos de congoja, claro. Decisiones difíciles a tomar por los personajes, que al final ya sientes como si los conocieras.

La serie en conjunto es muy buena, como dicen en el grupo de SRP en telegram, de lo mejor del año, pero esta vez de verdad.

Esta tarde en Grupo Salvaje hablaré de ella, posiblemente, y contaremos con la presencia de la autora navarra Susana Rodríguez Lezaun que, como directora de Pamplona Negra, vendrá a contarnos cómo fue el festival y darnos una valoración de estos días. Se encuentra además inmersa en la promoción de su última novela, Bajo la piel, el primer libro esperemos de muchos, con Marcela Pieldelobo, una inspectora un tanto peculiar pero que me atrapó desde el primer momento.

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