Your Honor

Hola!!

Conocer los antecedentes de una serie normalmente es bueno. Saber quién es el Showrunner (el que maneja el cotarro, vamos) es importante, así como los guionistas, productores y qué trabajos previos han hecho.

De esto modo, te llevas desagradables sorpresas como cuando anunciaron que iban a hacer un reboot de True Blood, la magnífica serie vampírica de «túantesmolabas» Anna Paquin. Una serie que comenzó tomándose en serio al comienzo de sus siete temporadas, pero que supo adaptarse, descubrió su lado más friki, vio que funcionaba y acabó siendo una barbaridad muy divertida de ver. Bueno, a lo que iba: su reboot en principio es buena noticia, pero si sigues leyendo descubres que han contratado a Roberto Aguirre-Sacasa, creador de ‘Las escalofriantes aventuras de Sabrina‘ (escalofriantes de lo mala que es esta serie), y Jami O’Brien, guionista en series como ‘Fear the Walking Dead’ (Oh my god) o ‘NOS4A2 (Nosferatu)’ la mayor aberración de una novela de Stephen King que he visto en años y la enésima serie cancelada de Zachary Quinto (inolvidable Sylar de la muy olvidable Heroes).

Qué recuerdos con esta serie

Y se te pasan las ganas de ver de nuevo True Blood, porque ahora seguro que van al instituto y ya solo faltaría que los vampiros brillaran, que entonces seguro que me da algo.

Pero no siempre sucede así, y es el caso de la serie que nos trae aquí. Por un lado tenemos la participación de Bryan Cranston, mitificado (y con razón) Walter White de Breaking Bad, que a día de hoy se puede permitir elegir papeles y si está aquí, por algo será. Y probablemente sea porque el creador es ni más ni menos que Peter Moffat (no confundir con Steven Moffat, de la sobrevalorada Doctor Who), aclamado guionista que viene de avalar la impresionante The night Of (hice entrada precisamente de esta serie, os recomiendo leerla), que se basó en una miniserie suya llamada Criminal Justice, de 2008. Moffat es autor también de para mí la mejor serie de abogados británica, Silk (si no la habéis visto, es de las míticas de siempre), donde se nota el pasado como abogado de este guionista.

Silk es una obra maestra y aprendes mucho del verdadero procedimiento judicial británico

Por si todo esto fuera poco, se han unido al proyecto Robert y Michelle King, los responsables de ‘The Good Fight‘ (aquí le hice entrada) y ‘The Good Wife‘, series de las que me faltan palabras para describirlas y que son también referencia mundial de cómo se hacen bien las series de abogados.

Pues tomando todo esto en consideración, apetece mucho ver la serie, que nos cuenta la historia de un juez (Moffat se siente cómodo en instancias judiciales) cuyo hijo comete un atropello con fuga. El fallecido es un chaval de 17 años hijo de uno de los mafiosos más feroces de la ciudad. Se va a liar parda. No quiero saber más, no os quiero contar más, esta entrada era para explicar la importancia de los antecedentes.

La producción es excelente, está muy bien hecha con actuaciones convincentes. El juez es un poco molón, muy encantado de sí mismo, pero como se vislumbra que las va a pasar canutas, vamos a darle un voto de confianza. Hoy se emite el segundo episodio, hoy lo veremos y ya os contaré si finalmente merece la pena. La serie se emitirá en Movistar.

Os recuerdo que podéis escuchar al agente Pendergast en Grupo Salvaje, el mejor programa de radio de cine y series de la vieja Iruña, en Eguzki irratia y en ivoox también en formato podcast.

Gracias por leerme!!

Marvel 616

Marvel's 616: tráiler de la serie documental sobre el universo creativo de  Marvel - MeriStation

Siempre he defendido que Marvel es mucho más que las películas con las que nos han bombardeado durante 10 años. Hemos olvidado que la editorial Marvel Comics se fundó en 1939, inicialmente con el nombre de Timely Publications, y durante generaciones ha sido la fábrica de sueños e ilusiones de millones de niños.

La colección de Spiderman que hice a principios de los 80 con mi hermano, la horrorosa edición de Bruguera como años después pude comprobar, hizo que me aficionara enormemente a los super héroes. He asistido con emoción a todos los acontecimientos alrededor de ellos de los últimos 20 años. Algunos con pena (Daredevil), algunos con inmensa emoción (Avengers endgame). Pero comprendo la saturación y ya se percibe incluso el rechazo a todo lo relacionado con super héroes, y para mí, es una lástima.

SPIDERMAN (1980, BRUGUERA) - Tebeosfera
Lo que hizo Bruguera fue destrozar la numeración original de Spiderman y saltarse todas las líneas argumentales

Además, tengo un proyecto a largo plazo de leerme todo Spiderman. Voy por el número 300, de mayo de 1988 de la línea principal, Amazing Spiderman. También estoy leyendo Spectacular Spiderman y Web of Spiderman, que durante muchos años salían conjuntamente e incluso tenían crossovers entre ellas.

Así, cuando Disney sacó hace poco Marvel 616 pensé que sería otro documental sin más. Llevo tiempo desconectado de las novedades editoriales de Marvel, prefiero leer los comics antiguos, pero aún así me asaltó la curiosidad y me puse a verla.

Son 8 episodios creados por 8 directores, y nos narran historias desconocidas o miradas particularmente íntimas de la gente detrás de la marca. En principio resulta interesante, y lo es, y mucho.

Spider-Man's Giant Japanese Robot Returns in SPIDER-VERSE
Sí, eso de la muñeca lanzaba telarañas

Para empezar, el primer episodio nos narra la historia de Gene Pelc, un americano en Japón en los años 70, representante de Marvel, que se extrañaba de la poca repercusión que los comics de la marca tenían en el país nipón. Analizó la situación y cerró un trato con TOEI para crear la serie de Spiderman y una línea de juguetes al más puro estilo japonés. La historia es sensacional, narrada por los que fueron actores de la serie, los especialistas, que se la jugaban en cada episodio realizando acrobacias imposibles y sobre todo los juguetes. Crearon un coche para Spiderman y además un robot. Sí, un robot. Marvel, en EEUU no quería saber qué estaban haciendo en Japón, pero resultó un éxito atronador y uno de los experimentos más fascinantes, libres, caóticos, de Spiderman jamás realizados.

Estas son las historias que nos cuentan en Marvel 616. Otro episodio se centra en el papel de las mujeres en la empresa, cómo han ido cogiendo puestos de responsabilidad, cómo las artistas femeninas comienzan a despuntar. El tercer episodio me encanta, ya que nos narra cómo dos dibujantes se convirtieron en integrantes de Marvel, un sueño para cada aficionado al tema. El trabajo duro y constante, la valentía de afrontar nuevos retos, como esa Moon Girl, una niña afroamericana con la que millones de niñas se han sentido identificadas y que por supuesto lleva el sello Marvel, es decir, son héroes con parte humana, con sufrimiento, pasiones, tristezas.

Marvel 616: El tráiler de la nueva serie de Disney | Nación Flix
La dibujante de Moon Girl

Me están encantando todos los episodios y os lo recomiendo. Está al nivel de otro gran documental sobre comics, que se llama Comic-Con Episode IV: A Fan’s Hope, realizado por Morgan Spurlock (el loco del super size me). Nos contaba historias dentro de la Comic Con, los cosplayers que estaban durante un año fabricando sus disfraces, los dibujantes de comics, que llevaban sus bocetos bajo el brazo al stand de Marvel a ver si conseguían impresionar a algún editor. Me maravilló aquel documental.

Gracias por leerme

Perry Mason: más de lo que parece

Tengo que confesar que he vivido varias fases con esta serie. Inicialmente me gustó, fue un comienzo de serie bastante bueno y la participación de Matthew Rhys (inolvidable en The Americans) hacía presagiar lo mejor. Se le sumaban otros actores de peso, como John Lithgow, un actor que me gustaba mucho en comedia con Cosas de marcianos y me gustó aún más, como el psicópata Trinity en Dexter (oh, Dexter, qué grande fuiste). Para terminar con el elenco, también aparece la versátil Tatiana Maslany, la actriz de Orphan Black.

Indignados ríos de tinta se han escrito sobre las diferencias entre esta serie y la original, con sus 271 episodios entre 1957 y 1966 y donde ya tenemos a un Perry Mason asentado en su profesión y ganando todos y cada uno de los juicios en los que trabaja. Pero no, en esta serie se abre una ventana al personaje antes de ser lo que luego fue, y por eso se permite ciertas licencias, que no a todo el mundo gusta.

Para empezar, esta miniserie son 8 episodios no procedimentales. Tenemos un único caso que se va tratando a lo largo de la serie. El planteamiento es diferente de una serie que era procedimental por excelencia y con una mecánica muy fijada. Esto nos permite conocer mejor a los personajes, centrarnos en la historia que nos están contando.

Y aquí fue cuando me bajé de la serie.

La historia es sencilla. El hijo de un matrimonio es secuestrado y se les pide un rescate monetario que ellos acceden a pagar pero el niño aparece no sólo muerto, sino con signos inequívocos de violencia. Desde el principio te dicen lo que ha pasado, no se oculta para que pueda ser destapado en plan sorpresa en los últimos 5 minutos y eso fue lo que me confundió. Si ya sabemos qué ha pasado, no me genera ya ningún interés la serie, para qué seguir viéndola.

A esto se le sumaba la notoria pretenciosidad de la serie con líneas argumentales, como la de la predicadora, que parece que sólo están para molestar.

Perry Mason: Crítica de la serie de HBO protagonizada por Matthew Rhys -  CNET en Español

Así estábamos cuando llegó el episodio 5

Y me volví a subir a la serie

Este episodio ya nos dice de qué va la serie, y que sepamos quién es el malo es lo de menos, porque estamos asistiendo al nacimiento de la leyenda, estamos viendo cómo un detective privado acaba siendo el abogado que todos conocemos. Lo que nos han contado es la introducción y a partir de este episodio sabemos que lo importante es el juicio. Vamos a por ellos, Perry, vamos a ganarles en el juicio.

Trials and Tribulations in 'Perry Mason' Episode 6 (RECAP)

La serie entonces se hace grande, el señor Rhys brilla cada vez que aparece en pantalla, a pesar del tono oscuro, melancólico, que es una constante en la serie. Ya estás totalmente enganchado y la serie termina contigo entusiasmado, dando gracias a todos los que te dijeron que aguantaras, que la serie merecía la pena.

Eso es lo que pretendo con este artículo. Si tienes HBO, tienes que ver Perry Mason, y aguanta unos cuantos episodios, de verdad que merece la pena. Encima, ha sido renovada para una segunda temporada.

Gracias por leerme!

After Life

Obra maestra. No se puede calificar de otro modo el proyecto más personal del artista Ricky Gervais, cuya variada trayectoria merece que comience este artículo con ella.

Por un lado estamos hablando del mismo tipo que creó The Office, la versión irlandesa, aquella que los más intensitos de las reuniones seriéfilas en torno a la máquina de café se encargan de defender como «la buena», o mejor, «la verdadera». Sí, fue buena en sus dos temporadas cortas, pero la americana, recogiendo el espíritu de la serie, la llevó a la perfección absoluta en sus 9 temporadas encumbrando a Steve Carell en este falso documental sobre una oficina y las más variadas maneras en las que su jefe se encuentra en situaciones de vergüenza ajena.

Este mismo Ricky Gervais fue el presentador de los Globos de Oro durante varios años, y responsable de los chistes más salvajes que se han contado en la gala, hasta el punto en que más de una ocasión ha tenido que pedir disculpas.

En el mundo de las series, también es original. Su última apuesta fue Derek, en 2013, que contaba la vida de un enfermero de geriátrico, con un carácter un tanto especial y cómo era su trabajo.

Llegados a After Life, nos cuenta la historia de Tony, trabajador de un periódico local, que acaba de perder a su mujer por cáncer y está totalmente amargado. Su carácter es irascible, no quiere simpatía por parte de nadie y tiene el firme propósito de expandir su amargura a todo el mundo, tratando con desprecio a cualquier persona que se preocupe por él. Amenaza constantemente con suicidarse.

La serie es triste, mucho, pero tiene un punto de humor cínico, mezclado con humor negro y un trasfondo positivo, que hace que te quedes embobado viendo la pantalla. Y esto lo consiguen los personajes.

Vaya personaje el cartero, que además te lee las postales

Por un lado, su relación con el nuevo cartero es magnífica. Nace de modo tenso, cuando Tony se enfrenta al cartero porque no le deja el correo del modo que a él le gusta. A partir de ese momento, todas las apariciones del cartero son siempre divertidas. Otro alivio cómico lo supone su trabajo en el periódico, donde trata temas sociales de poca relevancia como el chaval que es capaz de tocar la flauta con la nariz.

Se podría decir que el perro es otro personaje, que siempre le acompaña en los peores momentos de bajón y cada vez que lo mira recuerda los buenos momentos vividos con su mujer. En los momentos más tensos, el perro está ahí para recordarle las cosas buenas de la vida.

La mirada de Gervais lo dice todo

Pero el mejor personaje es la mujer con la que comparte banco en el cementerio, pues la tumba de la mujer de Tony está junto a la tumba del marido de ella. Con ella no puede ser borde, ni despreciativo, porque sufre tanto o más que él. Es el primer personaje que le rompe los esquemas y la relación que se crea entre ellos nos da los mejores momentos de la serie, que siempre, siempre, terminan con una sonrisa, pese a las historias tristes que cuentan.

Son los momentos más tristes, y a la vez los más alegres y positivos

Y es que al final esta serie es positiva. El dolor está ahí. Tony se pasa la vida viendo vídeos de su mujer, de sus momento felices y de cuando ya estaba enferma y se empezaba a despedir de él. Es una serie que te muestra el dolor descarnado de una persona que sufre, pero lo hace desde el humor, y con pequeños retazos de positivismo.

Te enamoras de los personajes, de la serie, te da pena que sea tan corta, con 6 episodios por temporada, pero con muchas ganas de que llegue la tercera temporada, que algún día llegará a Netflix, que es donde se puede ver. La serie termina como empieza, tranquila, sin grandes cliffhangers, no le hace falta, porque ya te ha contado lo que quería contarte, y sobre todo, del modo en que quería contártelo.

Grande Ricky, eres muy grande.

Esta imagen lo resume todo

Un libro para disfrutar.

Escuadrón, de Brandon Sanderson

Reseña: Escuadrón, de Brandon Sanderson | EL CABALLERO DEL ÁRBOL ...

Hola!

Siempre he sido lector, aunque tengo un gusto muy parecido para los libros que para las películas. Soy palomitero. No quiero saber nada de complejas elucubraciones mentales, huyo como la peste de las autoayudas, simplemente quiero pasar un buen rato.

Tengo una serie de autores fijos: desde Anne Rice, con sus crónicas vampíricas, pasando por Stephen King, continuando con John Grisham y por supuesto, Douglas Preston y Lincoln Child, padres del Agente Pendergast. De estos últimos, su saga está pasando por momentos bajos tras 18 entregas, pero me da igual, seguiré leyendo cualquier libro de Pendergast.

Y recomendaciones tengo muchas, a rabiar. Últimamente estoy disfrutando mucho con Joe Abercrombie, que además de tener un nombre muy cool escribe de un modo que me encanta: contundente, duro, violento. Sus personajes no son héroes, ni quieren serlo, pero luchan para vivir cada día. Es de los tipos más honestos que conozco escribiendo. Tiene la saga de la Primera Ley, que por cierto acaba de retomar tras años parada con un nuevo libro llamado Un poco de Odio y tiene la trilogía del Mar Quebrado (que comienza con Medio Rey), entre otros, totalmente recomendable.

Pero no. Hoy os voy a hablar de uno que está medio loco. Y lo está porque su ritmo de escritura es salvaje, tiene varias sagas abiertas, varios universos en curso que conforman un mundo abrumadoramente grande.

No voy a ponerme a contar la vida y milagros de Sanderson. Para eso tenéis páginas dedicas enteramente a él y a su universo Cosmere. También está su página oficial donde va realizando actualizaciones del proceso de escritura de cada una de sus sagas. Es de locos.

He tenido mis altibajos con este hombre, como con la trilogía The Reckoners, demasiado juvenil . Sin embargo, disfruté muchísimo con la saga de Nacidos de la bruma, que tiene una trilogía original compuesta por El imperio final, El pozo de la ascensión y El héroe de las eras. Luego hubo extensiones de la historia, pero estos primeros libros son sensacionales.

Pero no, tampoco quiero hablaros de una de sus grandes sagas, por mucho que me gustó. Hace unas semanas me atreví con una nueva historia suya, se llama Skyward en inglés, Escuadrón en castellano. Es una historia sencilla de ciencia ficción. La humanidad tuvo que huir de su planeta y acabó en otro planeta donde se tuvo que refugiar en cuevas de los alienígenas destructores que los perseguían. Allí, no solo han sobrevivido, sino que han podido desarrollar la poca tecnología que tenían y crear sus propias naves para defenderse de las continuas agresiones externas.

En ese ambiente se ha criado Spensa, nuestra heroína, de nombre clave Peonza. Hija de un piloto que acabó derribado antes de cometer la mayor acción cobarde que se recuerda y que ha mancillado toda la vida de Spensa, que tiene un objetivo muy claro: convertirse en la mejor piloto y limpiar el nombre de su padre.

Es muy sencillo, pero quizás esa sencillez es lo que lo hace tan atractivo. Spensa es un personaje encantador, con todas las debilidades humanas necesarias que te hacen adorarla. La construcción de personajes de Sanderson es sobresaliente y también es bueno en dotar de emoción y consistencia a la historia. El libro te atrapa, quieres ser compañero de ala de Spensa y vives con ella todas las situaciones a las que se enfrenta.

Sanderson firma un libro emocionante, muy recomendable. Sería genial que llevaran algo de este hombre al cine o a las mundo de las series. Mientras, disfruto de su segunda parte, que se llama Estelar y va sentando las bases de lo que puede ser una magnífica saga de ciencia ficción llena de aventuras.

Hasta que la boda nos separe

Podría ser peor… podría llover

El jovencito Frankenstein

Esta es una de las citas más famosas de la historia del cine y la dice un Igor (con pronunciación Aigor) a un azorado Fronkonstein mientras están desenterrando el cadáver al que posteriormente darán vida. Por supuesto se pone a llover a cántaros.

Y es que si algo va mal, lo más probable es que vaya a peor, y en eso estaba yo pensando con la media sonrisa que siempre me pone esta frase a los 10 minutos de esta película, aunque afortunadamente, la cosa no terminó todo lo mal que se esperaba. Y eso que iba de matinal de cine, que los Golem la siguen manteniendo, y por mí que dure, mucho.

Pongámonos en antecedentes. Esta es una comedia romántica, pero de impronta yanqui, de escenas tontas y ñoñas y amor de bofetada con la mano abierta. Así, asistimos a una boda en la que la organizadora pasa por mil peripecias mientras la observa embobado el otro protagonista de la película. Es una escena que hemos vivido mil veces y nos pone en lo peor.

Belén Cuesta, la wedding planner

A partir de ahí, se articula una película nacida del absurdo. Una tarjeta de visita de la organizadora acaba en el bolsillo del galán, la descubre su novia y para salir del apuro le dice que tiene la tarjeta no porque se haya tirado a su propietaria, sino porque se quiere casar. De este modo tan disparatado nace la trama, que aún se complica más cuando nos enteramos que la novia, y la organizadora de bodas, son amigas de la infancia.

Bueno, pues podría ser peor, y empieza a chispear. Pero, aunque parezca un milagro, la película se acaba disfrutando y hasta te deja un buen sabor de boca, y parte de la culpa la tienen unas apariciones estelares de actores de gran talla que ayudan a mantener los finos hilos sobre los que está suspendida la película. Malena Alterio, por ejemplo, siempre adorable aunque haga de cheff cascarrabias. Salva Reina, con un papel corto muy divertido y el siempre recurrente Jordi Sánchez haciendo de… Jordi Sánchez.

Otros pilares del film son el siempre solvente Antonio Dechent, y Álex García, el guay, el novio. Me resulta sorprendente este actor, que le den lo que le den siempre lo hace bien. Tiene un mérito tremendo levantar películas como ésta o como la divertidísima (gracias a él) Si yo fuera rico.

La película está dirigida por Dani de la Orden, que parece que aún no ha acabado de digerir todo el cine almíbar de comedia romántica americano que se ha tragado en su vida, porque tiene escenas calcadas que hemos visto en mil películas, como la escena del karaoke, los diversos «enredos» que pasan durante su excesivo metraje, etc…
Es un remake de una película francesa de hace solo 3 años, y ya van… ni me acuerdo los remakes que últimamente estamos viendo en el cine español.

Pero entonces, me ha gustado esta película o no?
La verdad es que sí. Pese a Belén Cuesta, que por cierto esta peli me ha reconciliado con ella, se disfruta, pasas un buen rato, tiene momento de humor básico, que es el que me gusta, y sales del cine pensando que podría haber sido peor, pero afortunadamente no lo fue.

Bueno, cambiando un poco de tema, el mundo de las series está a tope, con estrenos como Hunters y de lo que hablamos tranquilamente en Grupo Salvaje, ya sabéis, el mejor programa de cine y series de la vieja Iruña, todos los martes a las 18:00 en Eguzki Irratia o después en ivoox, en itunes, etc..

Jojo Rabbit

Ahora mismo soy fan absoluto de Taika Waititi, este director neozelandés de 44 años que también es actor, escritor y pintor. Lo conocí en la magnífica What we do in the shadows (Lo que hacemos en las sombra), este falso documental de 2014 que ha recaudado 26 premios en festivales alrededor del mundo. Nos contaba la historia de unos vampiros de un modo muy natural, y ellos mismos explicaban cómo era el día a día de una comunidad de estos seres nocturnos. Un humor muy especial, que te gustaba o no, pero que sentaba las bases de lo que iba a ser la constante en este director.

A alguien de Marvel le debió de gustar, porque lo ficharon para llevar a la pantalla a uno de sus personajes principales. Así nació Thor: Ragnarok en 2017, posiblemente la más divertida película del género de superhéroes donde Waititi vuelve a desplegar todo su universo de diálogos rápidos, situaciones absurdas, etc… Aún recuerdo con alegría esa escena en la que Thor está colgado de unas cadenas que lo tienen atrapado, y va dando vueltas. Está hablando con su captor, pero sólo lo hace en el momento adecuado de la vuelta. El resto del tiempo tiene que estar esperando. Es tan absurdo, tan divertido, que a mí me fascinó por su sencillez. Lo podéis ver aquí

https://www.youtube.com/watch?v=EkzRK182UP0

Poco después llevó a la televisión What we do in the Shadows, donde él dirigió 3 de los 10 episodios. Una serie que recibió muchas alabanzas y críticas en directa proporción con las personas que habían visto la película anterior o no. La vi, cuesta despegar, pero a final le coges cariño a los personajes.

Ya en 2019 produce, interpreta y dirige esta Jojo Rabbit. También escribe el guion, adaptado del libro Caging Skies de Christine Leunens. Nos cuenta la historia de Jojo Betzler un crío de 10 años miembro de las juventudes hitlerianas cuya máxima ambición es ir al frente y matar judíos. La película ha recibido 6 nominaciones a los Oscar incluido mejor película y mejor guion adaptado, además de una sorprendente nominación a Scarlett Johanson, el personaje más flojo sin duda alguna de la película.

Afortunadamente, Golem sigue con su política de dedicar unos días a poner sesiones en versión original de los estrenos más importantes. Así pude ver 1917 y he podido ver ésta. Podría ser mejor, podría ser en la Morea, con mejores pantallas y butacas, pero podría ser mucho peor, podrían no hacer nada y perder la oportunidad de escuchar las voces originales, así que lo mejor es seguir alentando estas iniciativas y que dure, que lo agradecemos.

Todo comienza en un campo de entrenamiento nazi, donde suceden los mejores momentos de la película y donde Jojo y su amigo Yorki (un robaescenas en toda regla, un niño adorable) quieren aprender a ser asesinos sin alma. Jojo tiene la ayuda de su amigo imaginario, ni más ni menos que Hitler, interpretado magistralmente por Waititi. Su instructor es Sam Rockwell, muy divertido y muy digno en su papel, al que le acompaña una menos histriónica de los habitual Rebel Wilson, que lo borda.

La estética es muy Wes Anderson, colores muy vivos, todo es bonito mientras se adoctrina en el odio a los judíos y se enseña a ser un asesino. Precisamente ahí la película destaca, en esa crítica feroz al nazismo desde el humor, la sátira, el diálogo muy inteligente. Es una apología antinazi tan grande como lo fue en su día American History X utilizando otro punto de vista y otro acercamiento, por supuesto. Pero ambas películas las pondría como obligatorias en los colegios, para que los alumnos comprendan lo absurdo del odio racial, de las ideas eugenésicas que lo único que han traído es dolor a la humanidad.

Esta película me ha encantado, me ha gustado más que la grandilocuencia de 1917, pero está condenada a no ganar en los Oscar, salvo sorpresa. Además, se disfruta con los días y te vas acordando de cosas, de escenas, de momentos. Tiene mucho sentido todo lo que rodea a Jojo Rabbit.

En Grupo Salvaje dedicaremos un día a hacer la porra de los Oscar, y tendremos invitadas, que ya os anunciaremos

Si yo fuera rico

Uno va al cine con miedo cuando de una película española se trata. Si encima la película está producida por Telecinco, que despliega sin pudor una campaña mediática rayana el avasallamiento, ya vas con pies de plomo. La parte monetaria ya la han conseguido, pues se ha convertido en el mejor estreno de cine español de 2019, con sus más de 300.000 espectadores.

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Aun así, lo mejor es informarse antes de entrar, con información objetiva. Veamos, su director es Álvaro Fernández Armero, que viene de hacer Vergüenza, la serie con Javier Gutiérrez y la siempre maravillosa Malena Alterio. Esta serie me gustó, aunque se pasa de frenada en lo de dar vergüenza ajena y tiene escenas que superan con creces lo permisible. Aún así es una buena serie que está limitada por su propia idea de partida, pero te lo pasas bien. Punto a favor, a pesar de haber dirigido bastantes episodios de series cañí como Allí abajo, doctor Mateo…

Leo con estupor que estamos ante otro remake, y ya van…. De una película francesa de 2002, en la que, y ahí entramos en la trama, un pringado gana 10 millones de euros y debe ocultarlo a todos porque está en pleno divorcio y no quiere darle la mitad a su mujer.

En la versión española, más moderna, el pringado se lleva 25 millones y está interpretado por Alex García, actor al que no conozco mucho, pero se le ve solvente, no sobreactuado, y con eso ya me tiene ganado. Si además el chico tiene un punto de gracia interesante, la peli gana otro entero. La futura ex mujer es ni más ni menos que Alexandra Giménez, que viene de firmar uno de los ridículos del año 2018, Superlópez. No me gusta como actriz, está muy limitada, y este caso no es una excepción.

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Aquí la contrapartida graciosa en pleno rendimiento

Por supuesto necesitamos la contrapartida graciosa, esos amigos cachondos de poco cerebro a los que también tiene que engañar y hacerles ver que sigue igual de pelado que siempre. Uno de ellos es una de las sorpresas de la peli, Franky Martin, actor de largo recorrido, con buena preparación académica actoral y curtido en el teatro. Pasa de ser el amigo gracioso a robaescenas de la película con sus momentazos de apóstol de la belleza (tendréis que verlo).

El otro secundario cómico está interpretado por Jordi Sánchez, el sempiterno pescatero en La que se avecina que aquí hace un papel muy moderado y bien simpático lejos de sus histrionismos habituales.

No estamos ante la peli del año, pero es una muy buena película para pasar un rato divertido, olvidarte de problemas y disfrutar, que al fin y al cabo es a lo que va uno al cine.

Ya hemos visto la última de Star Wars, pero la estamos digiriendo mientras no dejan de aparecer feroces críticas que la dejan por lo suelos. No es para tanto, ya os lo contaremos.

Legado en los huesos

Hace unos días pudimos asistir al preestreno en los cines Golem de Legado en los huesos, la segunda parte de la llamada Trilogía del Baztán, de la escritora Dolores Redondo y dirigida por Fernando González Molina, director nacido en Pamplona que ya se hizo cargo de la primera parte, El guardián invisible, floja adaptación de unas novelas que se merecían algo más, pero tampoco se podía pedir más de un director que ha manifestado en varias ocasiones que su actor fetiche es Mario Casas. González Molina se ha especializado en adaptaciones de novelas, como ya hizo con Tres metros sobre el cielo (2010) y Palmeras en la nieve (2015).

En este caso ha rodado durante 6 meses las otras dos películas de la trilogía, y podremos ver en 2020 la tercera parte, llamada Ofrenda a la tormenta. El rodaje fue complejo, “inundando” Elizondo y bastante exigente con los actores.

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Comienza la película con Amaia Salazar embarazada y en un momento delicado cuando varios presos se suicidan escribiendo la palabra Tarttalo en sus celdas. La investigación desvela que estos hechos se han ido produciendo a lo largo de los años: hombres que asesinaban a sus mujeres y luego se suicidaban.

Paralelamente, la iglesia, encarnada por un justo Imanol Arias, se compromete a cuidar de la madre de Amaia, interpretada por Susi Sánchez, que nos da los mejores momentos de la película.

La ambientación es fantástica, los bosques muy bien rodados, las escenas nocturnas muy intensas. Hay más acción, y se agradece, y los secundarios cumplen muy bien su función, aunque alguno sabe a poco, como Sbaraglia haciendo de juez Markina, poco papel para mucho actor.

Mención aparte merece Marta Etura, una actriz a la que no le tengo seguida la pista pero en este ofrece una interpretación pausada, comedida, sin exageraciones. Te la crees de Policía Foral y para mí eso es suficiente. De lo mejor de una película que destila cariño navarro por todos lados: en las localizaciones, en los cuerpos de policía que salen, la comisaría de la Policía Foral. Da gusto.

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Se puede ver de modo independiente a la anterior película, y de hecho recomiendo verla se haya visto o no El guardián invisible, porque tiene una parte nuestra, porque ha involucrado a muchas personas. No soy defensor acérrimo de los libros, pero en este caso la película es una digna sucesora de la versión literaria.

Ventajas de viajar en tren

Ernesto Alterio me cae bien, no lo puedo remediar, y siempre que veo su peculiar rostro con esa mirada medio burlona, medio cínica, hace que quiera ir al cine. Es por eso que fui de modo inconsciente a ver Lo dejo cuando quiera, la locura de Carlos Therón sobre unos perdedores que se quieren meter en el mundo de la droga. La película tenía sus momentos, pero cada vez que salía Tacho, el traficante inquietante interpretado por Alterio, la cosa mejoraba varios puntos.

Así que cuando vi que salía esta Ventajas de viajar en tren, me dispuse a verla con el ánimo bien alto, aunque fuera el primer trabajo de largometraje de Aritz Moreno, que hasta ahora sólo había hecho cortos, aunque de algún modo se las ha apañado para convencer también a Luís Tosar de salir en la película.

La historia principal sucede en un tren, de ahí su nombre, y desde el principio ya van dando pistas de lo que nos vamos a encontrar. Recordemos que el espectador nacional es medio lelo, por lo que parece, y precisa constantemente de guías de lo que está viendo. De otro modo no me explico cómo desde el principio te dicen que vas a ver una Matrioshka, historias dentro de historias, que se entrelazan.

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Todo comienza cuando Helga Pato (interpretada por Pilar Castro) se sienta en  un tren, y el pasajero de enfrente le pregunta si quiere escuchar una historia. Así, de este modo tan sencillo, comienzan a desfilar por pantalla una serie de relatos cortos, en ocasiones demasiado violentos o escatológicos para mi gusto, pero claramente provocadores.

De hecho, eso es lo que pretende la película, generar sensación de disgusto, incluso asco, mientras te va colocando cada una de las piezas de estas historias enrevesadas que se van cruzando.

En algún momento aparece el soso de Quim Gutiérrez, poniendo la única cara que sabe poner, y precisamente por eso no lo hace mal del todo, pero no le pidas más. Su relato es para mí el más flojo y desagradable de todos (el mejor, el de Tosar).

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La basura y la suciedad siempre presente

Sales del cine con la sensación de que te has perdido algo, de que igual necesitas un segundo visionado para identificar todos esos hilos argumentales sueltos que merecen ser unidos, porque la película es compleja. En una primera interpretación se puede simplificar al máximo, se entiende, te gusta o no, y a otra cosa. Pero en este caso merece la pena un segundo acercamiento, un análisis más detenido y ahí es donde salen todos los recovecos que el director nos ha querido contar.

Esta posibilidad de una doble lectura la hace apta para todo tipo de público, menos los escrupulosos. Días después de verla, se recuerda mejor, incluso dan ganas de un revisionado. Totalmente recomendable.

Por cierto, este año he estado hablando más de cine, pero si queréis saber lo último en series, y también especiales de cine cada semana, escuchad Grupo Salvaje.