Cuando uno ve muchas series, debe ser muy crítico y selecto, y además debe tomar decisiones que afectan a temporadas enteras basándose en un visionado de unos 10 minutos. Lo que suele suceder es que se escapan cosas, es normal. También depende del estado de humor en que te encuentres, una comedia que no te hace ni pizca de gracia, te puede hacer reír en otro momento.
Con el tiempo, de algún modo te enteras que puede que estés cometiendo un error: vas leyendo noticias de diferentes fuentes que ponen bien la serie, algún allegado de confianza (ojo con los allegados en los que no se puede confiar, aquellos que pasan de hablar de los supervivientes de la Isla a Águila Roja sin inmutarse, son peligrosos) te confirma que merce la pena, etc…
Bueno, pues esto me ha pasado, y os voy a contar con qué series:
The Whispers
Normalmente una serie de niños no me atrae, ni un pelo, y eso que las veo en versión original, donde las voces de los niños son “normales”, no en versión doblada con esas voces hirientes a un oído medianamente sensibilizado. Así que el planteamiento ya era malo, a mi parecer.
Por contra, teníamos un misterioso ser/ente/alienígena con muy malas intenciones que utiliza estos niños para alcanzar su oscuro objetivo.
Bueno, pese a la participación de la encantadora Lily Rabe, que nos impactó a todos con su papel de monja mala leche en American Horror Story, y de Milo Ventimiglia, que tras el fiasco de Héroes, siempre lo recordaremos por ser el novio de nuestra Rory en Las chicas Gilmore, me pareció que la serie no había por donde cogerla, y tras ver el episodio piloto entero, decidí que no era para mí.
Semanas después me entero que la han renovado, lo que hace que se me encienda una luz de alarma. Por otro lado, el llamado consejo de sabios de los viernes me hace saber que la serie “no está mal”, pero sobre todo, me informan de que no es procedimental (ya sabéis que no me gustan las series estilo “caso de la semana”). Con todo esto, me animo a ver el capítulo dos, y la verdad es que me enganché.
Resulta que sí tenemos a un alienígena, o eso pensamos, que de momento mata gente, y utiliza a los niños, como si fuera un amigo imaginario, mediante juegos, para que cambien cosas que terminan ayudando a este bicho. Todos los niños son hijos de personas de gran entidad, poderosas en sus puestos de trabajo, y las consecuencias de tener acceso a ellas por medio de los hijos pueden ser importantes.
Así que bueno, ya me animé y la llevo al día. No es lo mejor del mundo, pero resulta inquietante y entretenida, así que me la quedo, y desde aquí la recomiendo. Telecinco la ha estrenado con el nombre de “Invisibles” este pasado 23 de julio, dando por hecho que son más de un ente, que no se pueden ver (no del todo cierto), y obviando lo más importante, el tema de los susurros (whispers). Pero bueno, es normal que no tengan ni idea de lo que están haciendo, estamos acostumbrados. Tan complicado era llamarla «Susurros», o «Los Susurrantes», algo ligado con el nombre de la serie, no era tanto esfuerzo. Bueno, de donde no hay, poco se puede sacar.
The Brink
La segunda oportunidad de esta temporada se la he dado a esta comedia protagonizada por el en ocasiones cargante Jack Black, que tras ver durante 10 minutos y no hacerme ni pizca de gracia, decidí fulminarla ipso facto.
Bueno, igual ahí sí que fui un poco radical, porque en tema de comedia sí es verdad que tu estado de ánimo en ese momento puede influir mucho en tu valoración de la serie. Lo que en su momento me pareció ridículo, un mes después me hizo cierta gracia, y ahora estoy contento yendo casi al día.
Nos cuenta la historia de una crisis mundial que se desata en Pakistán y que puede desencadenar la Tercera Guerra Mundial. Para evitarlo, tenemos al ya mencionado señor Black que hace de lo que mejor sabe hacer, de caradura con un dudoso don de gentes. Un aprovechado en toda regla, un funcionario de bajo nivel que se ve involucrado en un asunto de relevancia mundial. Tiene momentos buenos este personaje y, siendo serie americana, sabemos que pese a su apariencia externa se esconde una buena persona de buenos sentimientos y nada egoista (son yanquis, les salen los estereotipos a patadas).
El otro personaje que le ayuda me gusta muchísimo más, interpretado por un Tim Robbins muy cómodo en papel de Secretario de Estado carismático, también caradura y mujeriego, pero capaz de posponer una operación en el tracto urinario con tal de evitar la guerra. La ridiculez de este planteamiento y una genial interpretación hace que te lo pases en grande cada vez que sale en escena. Para mí es lo mejor de la serie.
Luego tenemos una historia paralela de un piloto que, drogado hasta las cejas con medicamentos, derriba un dron indio que es parte del inicio del conflicto. Tiene muchos avatares este piloto, y tiene, cómo no, un compañero gracioso que hace poca gracia. Imagino que en algún momento, las historias se cruzarán.
Es divertida la serie, cuanto menos, así que voy a seguir viéndola.
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Por otro lado, hay otras series a las que no debería haberles dado una segunda oportunidad, como The Strain, que cada vez me parece más ridícula. Otras directamente dejé de verlas, como la sempiterna Falling Skies, y otras decidí no verlas y ando con la duda, como con Zoo, que por cierto van a estrenar aquí también.
Una de mis series favoritas es the brink debido a su comedia me encanta de verdad y un poco de historia hace que sea excepcional
Pues la serie ha terminado por todo lo alto, con un par de capítulos excepcionales. Imagino que los habrás disfrutado.
Un saludo y gracias por comentar