“Pues hay muchos en España que trabajan con malicia porque sea la Naparra como las demás provincias”
Paloteado de Monteagudo. S. XIX.
Hay días en que no te acercas al teclado porque sientes que no tienes nada nuevo que escribir, mientras que otros, un simple tuit, a las siete de la mañana, despierta una cascada de sentimientos y argumentos que te impelen a dejar por escrito y con orden ese batiburrillo de de ideas.
Eso me ha pasado esta mañana con un periodista pamplonés y un parlamentario foral de IE a raíz de la anulación por parte del Tribunal Constitucional de una Ley Foral aprobada por el Parlamento de Navarra sobre la que ambos debatían sin que las hojas de lechuga les dejasen ver el magnífico trozo de bonito bermeano en el fondo de la ensalada.
Y el bonito bermeano, más en este caso piquillo de Lodosa, era, como no podía ser de otra manera cuando debaten soberanistas; el Fuero, o la legitimidad del Tribunal Constitucional, obviando la adicional primera por supuesto que parece que con el sueldo que les pagan tan ilustres magistrados no tienen tiempo para llegar a los artículos finales, para anular una Ley emanada de un Parlamento Foral, al margen claro está de la conveniencia o no de la Ley que era la hermosa lechuga en la que andaban entretenidos.