La España inconclusa, serán las Españas o no será.

Mapa de España en que se presenta la división territorial con la clasificación de todas las Provincias de la Monarquía según el régimen legal especial común en ellos. Jorge Torres Villegas, Madrid 1852

Mientras el reloj independentista catalán sigue inexorable su marcha hacia el referéndum del 1 de Octubre, mientras los primeros calores caniculares asoman por la capital del Reino y el Presidente tartufo se prepara para su jogging estival en algún pazo gallego a la espera que el problema se resuelva solo, mientras el jacobinismo constitucional de los nuevos falangistas campa a sus anchas por las redes sociales clamando por la aplicación del artículo 155 o el 8, que a algunos les va la marcha, mientras el nuevo socialismo prepara su asalto al poder, acercándose a quienes lo que quieren asaltar es el cielo, y se desentiende del tema con una apelación al federalismo y a la plurinacionalidad del estado que llega 40 años tarde, mientras el País Vasco-Navarro, la España Foral, mira expectante a la vecina del este… A nadie parece preocuparle lo que va a suceder a partir del día 2.

Y es que a partir de ese día puede suceder casi cualquier cosa…

Puede suceder que el President convoque el referéndum y se aplique el 155, o el 8 aunque esto sea más improbable, puede suceder Puigdemont dé marcha atrás y convoque elecciones antes de que el cielo se derrumbe sobre su cabeza, puede suceder que no se impida el referéndum y se le dé la misma validez que al anterior intento, incluso puede suceder que Catalunya logre la ansiada independencia…

No seré yo el apriete el gatillo en la ruleta rusa catalana…

Pero en cualquiera de sus múltiples variables España seguirá teniendo un problema, el mismo problema que tenía el 30 de septiembre, un problema que describió como nadie la novela cumbre de las letras castellanas, la costumbre inveterada de ver gigantes donde hay molinos, castillos donde hay posadas y princesas donde hay fregonas, con todos mis respetos a los molinos, las posadas y las fregonas normalmente mucho más merecedoras de él que sus espejos literarios.

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El año del Fuero

gu_gaurko_euskaldunokEl año que ahora comenzamos va a ser un año apasionante para Navarra. Por primera vez desde el final de la dictadura se atisban aires de cambio y las fuerzas políticas que han venido gobernando el viejo reino ya no parecen capaces de garantizar la continuidad del régimen. Vienen tiempos en que otras fuerzas políticas van a ser protagonistas del gobierno en Navarra, fuerzas que no se han visto en esa tesitura antes y que son toda una incógnita para los electores.

Los navarros, en la cita electoral de mayo, nos jugamos la nueva Navarra que queremos construir, una Navarra mucho más integrada e integradora donde se ponga fin a la exclusión y al aparheid político de gran parte de la sociedad, una Navarra más solidaria, más respetuosa con todas las identidades que la componen, que ponga a las personas por encima de los intereses de unos pocos…

Pero poco podremos hacer cambiando de gobierno si los ominosos cuatro años que terminan acaban por laminar nuestra capacidad de autogobierno vapuleada como nunca en esta legislatura tanto por la actitud recentralizadota de las instituciones españolas como por la inacción de las nuestras. De poco servirá cambiar el gobierno si por el camino ese gobierno pierde las capacidades y competencias en materia económica, energética, educativa o social.

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Redescubriendo a Arana

busto-sabino-arana-oteiza«Euskotarren aberria Euskadi da»

Sabino Arana Goiri

Es evidente que la sociedad vasca, y todas las sociedades en general, han cambiado sustancialmente su composición desde finales del siglo XIX fecha del surgimiento del nacionalismo vasco hasta nuestros días. La extensión de la educación, los movimientos migratorios, la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento han creado un mestizaje cultural y humano en una sociedad moderna como la nuestra que tiene como consecuencia un pluralismo identitario que no existía hace cien años y que como es lógico tiene una muy importante influencia en los planteamientos que a día de hoy pueda hacer el nacionalismo vasco.

Hoy en día, al contrario que en la Edad Media o incluso cuando nace el nacionalismo vasco, no existe una sociedad étnica que podamos llamar vasca, somos todos MESTIZOS en lo étnico, lo cultural, lo lingüístico y lo que da unidad a ese conglomerado es la organización política y la tradición jurídica.

Esa multiculturalidad y el pluralismo identitario de la sociedad vasca hoy, hace que nos tengamos que replantear unas cuantas cosas a la hora de hacer política desde el nacionalismo y uno de ellos es el concepto desde el que queremos construir el estado hogar de los vascos. Actualmente, con mayor o menor fortuna, hay planteadas tres vías para hacerlo: Sigue leyendo Redescubriendo a Arana

39 años después…

39Treinta y nueve años duró el régimen fascista resultado de la asonada militar de 1936 y la posterior guerra civil, treinta y nueve años que cambiaron la historia y constituyeron uno de los periodos más negros en la historia de España. La supresión de libertades, el aislamiento internacional, la corrupción, el nacionalismo uniformizador español en su versión más casposa, la represión… fueron moneda de uso común del régimen y el día a día de los ciudadanos al sur del Pirineo.

En aquellos años la oposición al régimen estuvo protagonizada por dos movimientos políticos diferenciados en su origen y en sus fines, uno centrípeta que intentaba sustituir la estructura del estado sin poner en duda el proyecto nacional y otro centrifugo que trataba de terminar con el proyecto nacional que había dado lugar al régimen fascista y a unos cuantos parecidos precedentes; el comunismo y los nacionalismos periféricos.

A la muerte del Dictador, y contrariamente a lo que podía presumirse, la solución no fue un triunfo de ninguno de estos sino una reconversión, más o menos, tranquila del estado a una democracia formal manteniendo apenas maquilladas unas cuantas estructuras del régimen anterior y, lo que es peor, unos cuantos de sus protagonistas situados en casi todos los estamentos de poder. Intereses internacionales, el ruido de sables, la traumática experiencia del 36 y, sobre todo, el conformismo de una sociedad “domesticada” por un período tan largo de ausencia de libertad propició la existencia de una transición ordenada que dejo unos cuantos problemas sin resolver o resueltos a medias.

Otros, curiosamente, treinta y nueve años después el régimen resultante de aquel proceso condicionado está a punto de saltar por los aires precisamente lastrado por esos temas que no se atrevió o no pudo resolver el totem sagrado de aquella transición; la Constitución Española de 1978; el estado del bienestar, las libertades públicas y la estructura territorial del estado.

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La transitoria 4ª

Navarra mapaEstos días en los que está tan en boga la discusión sobre los ámbitos de decisión, lo que permite o no la Constitución española o quienes deben ser sujetos de votación en el caso de un referendum que afecte a la estructura territorial del estado, no estaría de más echar un vistazo a una “rara avis” constitucional como es la Disposición Transitoria 4ª que en si misma ya es una excepción a lo que predican los sesudos constitucionalistas para el caso catalán y a lo que predicarían con igual entusiasmo en un hipotético caso vasco.

Y digo que es una “rara avis” porque contrariamente a lo que se viene diciendo estos días la Constitución española si contempla un sujeto político que puede alterar la estructura territorial del estado sin que tenga que ser votado por todos los españoles sino simplemente por aquellos a los que afecta de manera directa y, además perfectamente regulado por esa misma constitución, y ese sujeto son en primera instancia los navarros y en segunda todos los vascos.

Así pues, la Transitoria 4ª, además de la polémica que genera cada periodo electoral en Navarra, recurrentemente y desde hace casi 40 años, es la perfecta demostración de que todo el argumentarlo que ha esgrimido este último año el nacionalismo español, conviene llamarlo por su nombre para entender algunas cosas, no vale más que el papel en que está escrito; la Constitución si contempla sujetos políticos distintos a la manida soberanía nacional y si puede articular vías legales para consultas que afecten a la estructura territorial del estado.

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Derecho a decidir y Soberanía

La-libertad-segun-CicerónCuando surgen debates sociales sobre cuestiones que atañen a los sentimientos de las personas, y el debate identitario es uno de los que más lo hacen, tendemos a utilizar conceptos que no todos entendemos por la misma cosa con lo que este se transforma en diálogo de sordos.

Es muy probable que ese sea el problema principal de la aventura catalana que estos días alcanza un nivel de ruido insoportable en algo que en teoría no debiera suscitar más que un sosegado intercambio de opiniones sobre los pros y los contras de la creación de un nuevo estado, algo mucho más parecido a lo que ha pasado en Escocia que a lo que vemos en Catalunya.

Palabras como soberanía, derecho a decidir, Ley, ámbito de decisión, estado o nación están en boca de todos los protagonistas del debate y no parece muy claro que todas tengan el mismo significado para todos los intervinientes.

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Navarra foral y… ¿española?

Pase-foral2Señora: Si se tratase de otra provincia, podíamos pensar en imponer la ley general, empleando la fuerza si fuere preciso; si se tratase de Navarra aisladamente, aún podíamos ir por ese camino, pero debemos comprender que Navarra tiene a su lado a las tres Vascongadas, y que si se apela a la fuerza contra aquella, harán causa común todos los vascos, y con ellos todos los carlistas de España, que provocarían un levantamiento en aquellas provincias para darle carácter general, y en tal caso se encadenará nuevamente la guerra civil.

General Martínez Campos a la Regente María Cristina. S.XIX

Hace unos días un sondeo del CIS para el Instituto de Estudios Estratégicos hacia saltar todas las alarmas de los sesudos comentaristas y tertulianos que pululan por los platós de la Villa y Corte… No es la pérfida Catalunya con un 22,2% de españoles ni la separatista Euzkadi con un pobre 10,2% quienes se sienten más desafectos a la idea de la españolidad, es la españolísima Navarra, solo un exiguo 2,9% de su población se siente española, la que encabeza el ranking de apátridas peninsulares.

Los ha habido incluso más osados que se han lanzado a explicar este dato por la estructura autonómica del estado y por las competencias en educación de las CCAA. Solemne majadería en el caso navarro puesto que esa capacidad de autogobierno de Navarra ha existido, en mayor o menor grado, siempre y ni el mismísimo Caudillo tuvo a bien suspenderla.

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Diluir el estado autonómico

cafeparatodos«Yo dejaría las autonomías históricas, y el resto, diluidas»

Miguel Sebastián. Exministro socialista

Con esta valoración agitaba el exministro, una vez más, el enrarecido clima que rodea al modelo territorial español en los últimos años y más a la sombra de una crisis que se nos está haciendo mucho más larga de lo esperado, pero esta frase que en principio puede parecer una “boutade” encierra una gran dosis de honestidad intelectual que creo que es una de las principales carencias de la casta política que sufrimos. Es evidente que 36 años después del desaguisado constitucional resulta harto dificultoso encontrar una solución al problema que se creo para echar tierra y ocultar un modelo territorial que es el único que ha tenido algún éxito en la historia del Estado español, pero quizás sea un buen comienzo reconocerlo.

Y  es que en 1976 no existían diecisiete voluntades de autogobierno, existían tres.

No voy a ser yo el que ponga en duda la diversidad identitaria del estado español pero eso es una cosa y otra muy distinta que ese sentimiento identitario se traduzca en una voluntad manifiesta de autogobierno porque esa voluntad no es fruto exclusivo de la diversidad de identidad sino de una historia institucional y legislativa propia y con permanencia en el tiempo, y de esas, en el estado español, las que existen se pueden contar con los dedos de una mano.

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El “foralismo” de UPN y algún palmero.

Decía mi abuelo, un nacionalista cabal de los de antes, que Navarra tenía tres cánceres; el partido carlista, la caja de Ahorros de Navarra y el Diario de Cordobilla. Aparcados definitivamente en la estantería de la historia los dos primeros, el primero con las secuelas que aún colean a ambos lados de lo más extremo del arco político navarro y el segundo gracias a la brillante gestión económica de Goñi, su mentor de Corella, y algún/a dietista con prisa, queda el centenario periódico dela calle Zapatería.

No soy, debo reconocerlo, asiduo a sus páginas más es cierto por aburrimiento que por una especial inquina a sus argumentos políticos que, a veces, me hacen disfrutar de lo lindo, pero este lunes y a la vista de la trifulca que se avecina en UPN y de la que suele ser observador privilegiado he querido ojear sus páginas, vano intento pues parece que están esperando que se visualice más claramente el posible nuevo dueño del Cortijo antes de tomar postura definitiva, y en estos casos parece que optan siempre por no decir nada y no correr el riesgo de equivocarse de caballo.

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LA CUESTIÓN NAVARRA

Empecé mi andadura bloggera con un artículo de titulo Independencia, Soberanía y territorialidad, que fue también el que dio inicio  Nafar Herria, hace ya unos cuantos meses, que me ha vuelto a la cabeza estos días de agitado trajín electoral (Prometo una valoración electoral navarra en breve, de verdad, esta vez es jugosa) porque, y van…, todas las fuerzas electorales en liza se olvidaron de Navarra, salvo una. Pero, la realidad es terca, los resultados han vuelto a poner Navarra sobre el tapete.

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