Una salida precipitada del agente Pendergast ha hecho que se dejara la puerta abierta. He aprovechado ese despiste para colarme.
Hellsqueen, su maligna compañera de trabajo y fatigas es quien escribe estas líneas. Vamos!!
Las películas nominadas para los premios Goya han hecho que me anime a ver algunas de ellas y dedicar una crítica a “Baby”, nominada este 2021 a la mejor dirección y a la mejor música original, dirigida por Juanma Bajo Ulloa, que a principios de los 90 comenzó su andadura en el cine e hipotecó su casa para producir su galardonada “Alas de mariposa”.
Su carrera cinematográfica ha tenido sus altibajos, la mítica e hilarante “Airbag” (1997) fue un éxito de taquilla, sin embargo “Rey gitano” (2015), no obtuvo la acogida esperada, sufrió unas muy no loables críticas y con “Frágil” (2004) también tropezó.
En “La madre muerta”, su segundo largometraje, que pudo hacer gracias a la pasta que obtuvo con lo que sacó con “Alas de mariposa”, tenemos a un jovenzuelo Karra Elejalde, interpretando a un psicópata del copón santo, en su primer papel como protagonista. Esta peli me impactó bastante y me produjo insomnio durante semanas, me despertaba en medio de la noche reproduciendo en bucle la brutal escena que tiene lugar cuando Karra, en el papel de Ismael López de Matauko bajaba la persiana de un local y cometía una salvajada (vaya, no sé por qué me he acordado, ya verás esta noche otra vez!)
Juanma es uno de mis directores favoritos dentro del panorama nacional, los actores que trabajan con él hacen muy bien su papel, los personajes son absolutamente creíbles y se nota el empeño por hacer bien las cosas. Pero, con el paso del tiempo, ha perdido fuelle y aquellas cosquillas que sentía cuando anunciaban el estreno de su próxima peli, se han ido desvaneciendo.
Con “Baby” me he quedado medio muda, como la peli misma… Nos cuenta la historia de una madre drogadicta que tiene que entregar a su hijo en adopción.
Tiene sus puntos a favor, es una peli que no te deja impasible porque al carecer de diálogos, hace que permanezcas más atento de lo normal a lo que ocurre en la pantalla, ya que el principal emisor es la propia imagen. La ausencia de conversaciones dirige la atención a la propia fotografía y te sumerge en un mundo de vivaces paisajes, coloridos vestuarios y brillantes interpretaciones.
Cabe destacar las actuaciones sobredimensionadas de los actores, que no sé si es un punto a favor o en contra, ya que las sensaciones que transmiten a veces son esperpénticas.
En alguna escena sientes hasta ganas de potar, en otras casi sientes el dolor y el sufrimiento del personaje. A mí no sé si me gusta mucho que se me revuelvan las tripas viendo una peli y se me quiten las ganas de cenar. Aunque pensándolo bien, es un arte o un don el poder transmitir al espectador ciertas sensaciones: sean buenas o menos buenas. No todo va ser reír en esta vida.
En resumidas cuentas, con “Baby” tengo sentimientos encontrados, para mi gusto es un poco Tim Burton, pero pienso que este tenebroso cuento gótico no deja de ser buen cine y hecho con muy buenas intenciones.
Es una peli que no te deja indiferente, para muchos un truño y para otros una maldita obra maestra.
¡Hay que verla! (me he venido arriba)
¡Hay que ir al cine, cojones!
Salutate ab averno