09
Abr 19

El plan oculto de Sánchez

Cuatro años pensando que con el cambio iba a desaparecer Navarra y al final va a ser el PSOE quien ejecute el plan desde la Moncloa

Bueno, pues ya está. No hay nada que hacer. Euskadi va anexionar Navarra. Cuatro años tomando por dementes a quienes decían que todo esto iba a desaparecer y resulta que tenían razón. Y encima no va a ser por culpa de Barkos y su gobierno bolivariano-separatista, sino por el malvado Pedro Sánchez, que es como los del PSN en Navarra pero de izquierdas. Y además separatista. Así lo decía al menos esta semana totalmente en serio El Cloacas Inda en la cosa esa que tiene en internet con el nombre de OK Diario. “Moncloa diseña la unión fiscal de Navarra y País Vasco de cara a un referéndum de anexión”. Así, a todo trapo y con luces de neón.

Luego el texto no daba más detalles que no fueran lo de que los vascos son muy malos y fíate tu de los catalanes. Y que “Pedro Sánchez cuenta con un Gobierno separatista en la próxima legislatura”. Aunque luego no quedaba muy claro de quién se quiere separar el presidente del Gobierno de España.

Total, que la cosa venía a ser algo más o menos así: Las derechas van a perder las elecciones. Todas, las que van de Vox a Falange, pasando por Ciudadanos, UPyD, PP y lo que una vez se llamó UPN. Y las va a ganar el PSOE. Pero como no va tener votos suficientes para gobernar, Sánchez, que es malo malísimo de la película que se han montado, va a vender Navarra al PNV y a Bildu en plan sacrificio azteca para garantizarse un sillón en Madrid.

“Moncloa prepara cesiones de fuerte calado para agradecer el apoyo de los nacionalistas vascos, catalanes y proetarras”, explicaba Inda en un texto en el que no daba ni un solo dato, pero en el que afirmaba incluso que “un grupo de expertos del Ministerio de Hacienda ha recibido ya el encargo de trabajar para la unión fiscal vasca y navarra de cara a un referéndum de anexión de ambas autonomías”. O sea, que Navarra no solo es que vaya a desaparecer, es que lo mismo para Sanfermines ya somos la capital de Euskadi. Y a ver quién saca luego a los guipuzcoanos de Sendaviva.

La cosa es tan cutre que no merecería mayor atención si no fuera por lo mal que huele el panfleto de Inda, que todos estos años ha servido como correa de transmisión para los bajos fondos del Ministerio del Interior. Y si esta gente es capaz de falsificar documentos oficiales, espiar a políticos y construir mentiras informativas para acabar con Podemos, tampoco se van a cortar mucho si se trata de devolver Navarra al bando nacional.

De la bola rápidamente se hizo eco la versión local de Pedro J, que ya no es que copie las noticias, es que directamente plagia las mentiras. “Desvelan que Moncloa ya diseña la unión fiscal entre Navarra y País Vasco de cara a una futura anexión”, apuntaba en su web. Y como la derecha navarra anda un poco desesperada con esto de que Ciudadanos vaya por ahí diciendo que se va a cargar el Fuero, pues se ha tirado al barro de tripada. “Si se confirma es gravísimo”, decía Ángel Ansa. “Es exigible absoluta transparencia para saber si Sánchez juega con el futuro de Navarra a cambio de seguir en Moncloa”, apuntaba Amelia Salanueva. Si a eso le sumamos la ayuda de cuentas falsas en las redes sociales, un poco de WhatsApp y muy poca decencia, ya tenemos bulo.

Hubiera sido la noticia de la semana si no fuera porque estos días también ha pasado por aquí la Korrika, y a la derecha navarra pocas cosas le hacen rabiar más que ver a mucha gente apoyando el euskera. Que no es que odien el idioma, que un poco sí, es simplemente que les molesta verlo. Para ellos es como el sexo, te lo permiten si te lo montas en casa y con la luz apagada. Y sin mezclas raras, por supuesto. Pero claro, que vayas por ahí haciendo ostentación como si fuera algo normal, pues mal. Y menos si encima adornas el testigo con una ikurriña, “con lo que eso significa”.

Total, que han puesto el grito en el cielo. “Repugnante”, “un insulto a los símbolos propios de Navarra”, “deleznable”, “falta de respeto” o “una pretensión independentista” son algunas de las caricias que la gente de UPN ha dicho sobre la Korrika. Hasta Alberto Catalán se ha quejado de que algunos colegios hayan celebrado su propia carrera, lo que a su juicio supone un ataque a los “derechos de los escolares y sus familias”. Y eso que era algo que hacían cuando él era consejero de Educación. Suerte que al final ha salido Carlos Salvador del letargo en el que andaba desde que se quedó fuera de las listas electorales a cerrar el debate explicando a la gente de bien que la Korrika es ETA, y que en realidad “va de ensalzar a terroristas etarras”.

Habrá que tomárselo como un aperitivo, porque la campaña viene fuerte. Al candidato de Vox al Congreso por ejemplo le ha dado por citar pasajes de El Señor de los Anillos, que es una película muy entretenida en la que los buenos acaban matando a todos los malos. Y esta gente enseguida se viene arriba cuando recuerda sus azañas en los viejos tiempos. “Es hora de que las alianzas de las gentes libres de la Tierra Media sean forjadas. Los Orcos campan a sus anchas sin ocultar sus pactos. La gran batalla de las ideas largamente abandonada ha llegado”. Ya lo decía Jack Sparrow en Piratas del Caribe, a veces la única salida cuerda en un mundo de locos es la locura. Y estos están muy zumbaos.


18
Dic 18

La derecha en su laberinto

La derecha prepara el terreno para un multipartito que vaya desde Vox hasta el PSN por el bien de Navarra. Y por el de UPN, claro. Ya lo dice Javier Taberna, hace falta “gobernabilidad”

Cómo tendrán de claras las cosas en UPN que lo mismo un día aparece Íñigo Alli queriendo pactar los presupuestos con el PSOE que salta Sergio Sayas abriendo la puerta a un gobierno regional con Vox, fuerza extraparlamentaria a la que los regionalistas ya han puesto en medio del debate. Para que luego salga Javier Esparza a desmentirlos a todos diciendo que sí, que bueno, que ya si eso vamos viendo. Que me habláis todos a la vez y no me dejáis pensar.

En el fondo es normal la confusión. Porque a la derecha le están saliendo partidos como setas, y ahí no hay Dios que ponga orden. Que a ver cómo juntas en Navarra a los foralistas de toda la vida, con los que quieren recentralizar la educación, los que llaman privilegio al Fuero y ahora también con los que vienen gritando a la mierda las autonomías. Cuando iban todos en un mismo partido y el PSOE les apoyaba gratis era mucho más fácil. Ni siquiera hacía falta tener ideología.

Pero la cosa se ha complicado con las elecciones andaluzas. Y si lo de pactar con Ciudadanos ya era difícil, a ver ahora cómo justificamos lo de Vox, que encima viene comiendo espacio por la derecha. “UPN es el partido que garantiza la unidad de España”, ha empezado a decir ya Javier Esparza, como si creyera que en ese campo de juego va a competir mejor.

Por suerte, UPN cuenta con un arma secreta para competir con Vox. El diputado Carlos Salvador, que le escuchas cinco minutos y hasta Abascal te parece un moderado. “En Navarra la educación está al servicio de la ingeniería social de género”, denunciaba esta semana en el Congreso. Porque para el diputado, que en las escuelas se hable de sexo y de igualdad es “dictadura de género”. Y ya que le cambien el nombre a una avenida, el principio del fin del mundo. “Ayer era la plaza Conde de Rodezno, hoy la avenida del Ejército, y mañana será la denominación oficial de Pamplona”, alerta.

Porque efectivamente, ese es el plan. Cambiar Pamplona por Leningrado. O algo mucho peor, por Iruña. Que es lo que ha hecho la aplicación del tiempo de los Iphone para indignación de la siempre moderna y moderada derecha navarra, y que ha llevado a Ana Beltrán a sacar un comunicado culpando a Uxue Barkos. “Es un auténtico despropósito, ya no respetan ni lo más mínimo en su afán de imponer el euskera. Hasta han hecho un concurso de tortilla en euskera”, denunciaba la líder del PP un día después de que el Navarrómetro le diera el 2,2% en intención de voto y un cero patatero en escaños. “Pues vamos a seguir igual”, dijo al verlo, contenta como siempre.

Porque en esta vida lo último que hay que hacer es desanimarse. Y eso es algo que Beltrán no va a hacer aunque le pinten bastos para mayo. Hasta ha celebrado con júbilo la irrupción de Vox en Andalucía. “Es un soplo de esperanza para un cambio en Navarra”, apunta la dirigente del PP, y eso que más de la mitad de los votos han salido de caladeros de su partido.

Por algún motivo extraño, UPN, PP y sus satélites han creído que dar protagonismo a sus rivales en la derecha es la mejor forma de maximizar el resultado electoral. Que con cuatro partidos por la derecha seguro que es más fácil pactar con el PSN. Y bordeando como andan todos el 3% mínimo para entrar en el Parlamento, lo mismo acaba más de uno por debajo del límite. Así que igual es mejor no despistarlos.

CINCO EN UNO Es en realidad una simple cuestión aritmética. Ahí está por ejemplo Pablo Casado, más chulo que un ocho con el peor resultado de la historia de su partido, porque al final le dan las cuentas en Sevilla de la mano de Ciudadanos y Vox, los dos partidos que en el Universo Aznar forman parte ya del selecto club de partidos constitucionalistas, donde ya ni siquiera cabe el PSOE.

Y en Navarra de lo que se trata es de sumar 26, que luego ya apañaremos algo. Lo ha visto bien Javier Marcotegui, exconsejero de UPN, que avisa de que “ha llegado el momento para que los líderes de UPN, PP, Cs, sin olvidar a Vox y al PSN trasciendan de sus intereses personales y el de sus partidos para encontrar el constitucional común al que se deben”. Todos juntos de la mano caminando hacia el Señor en busca de un “constitucional común” que vete tú a saber qué es, pero que seguro que pasa por darle el Gobierno a UPN.

Porque, según dice, para encontrar diferencias importantes entre los cinco partidos hace falta una “lupa de mucha resolución”. Marcotegui plantea incluso “estudiar con precisión” si conviene establecer “coaliciones preelectorales” para alcanzar “el máximo número de representantes”. Porque tiene pinta de que una coalición UPN-PP-Ciudadanos-Vox-PSN es lo que necesita Navarra para seguir siendo Navarra.

Una opinión que parece compartir Javier Taberna, que de esto sabe mucho porque va camino de cumplir 30 años calentando la silla del despacho, y que esta semana apelaba “a la responsabilidad” de los ciudadanos porque el año que viene hay elecciones y “nos jugamos mucho. Está en juego nuestra propia identidad”, alerta Taberna, preocupado como está de que “nuestros principios, valores y derechos” sean sustituidos “por otros, igual de respetables, pero ajenos a nuestra historia secular”.

Y en la historia secular de Navarra lo normal es que mande UPN con los votos del PSN. Que es lo que viene a ser por aquí el “espíritu de la transición española” al que apela el gerifalte de la Cámara de Comercio, que ve necesarios “acuerdos de gobernabilidad”. Porque, si ya has dicho que con el cambio se iban a ir el 60% de las empresas y que con la reforma fiscal se iba a hundir la economía, y nada de eso ha ocurrido, qué problema puede haber en decir que un multipartito que sume de Vox al PSN va a ser mucho más estable que el cuatripartito que va camino de aprobar sus cuartos presupuestos. Que para esta gente la democracia funciona así. O gobiernan ellos o nada es gobernable. Y si no ya se encargan ellos de que parezca ingobernable.


16
Oct 18

Cuestión de dinero

A UPN se le ocurrió hacer tributar la prestación por maternidad, PSN y PP la apoyaron, entre todos quitaron el dinerito, y ahora muy juntitos, exigen su devolución

La cosa sucede más o menos así. En 2012 al Gobierno de Barcina, que anda bastante tieso de dinero, se le ocurre empezar a cobrar el IRPF a las mujeres que perciben la prestación por maternidad. Siete millones al año de pasta fresca, que son tiempos duros y no hay ni un clavel en la caja. Así que cuela la idea a escondidas en el Parlamento dentro de un paquete de medidas bien gordo para que se hable de todo menos de eso.

La jugada la ejecuta Lourdes Goicoechea, que en los dos meses que dura el trámite parlamentario no dice ni pío de la broma. “Aumentaremos la recaudación sin subir los impuestos”, anunciaba la consejera de Economía mientras criticaba a la entonces oposición por querer subir el IRPF y el Impuesto del Patrimonio a las rentas altas porque “perjudicará a la economía”. Cómo habría sido la cosa que ningún partido llegó a comentar la medida en el Parlamento, escondida en la Ley de Reforma Fiscal para 2013 bajo una genérica mención: Artículo 7, supresión de la letra f) con efectos a partir de 1 de enero de 2013.

La propuesta pasó hasta por una ponencia parlamentaria sin que nadie pusiera el grito en el cielo. No lo hizo la entonces oposición, ni por supuesto PSN y PP, hoy escandalizados como el que más. Que como con UPN siempre acaban haciendo el conejo, se la comieron con patatas y votaron a favor. “Si nadie dijo nada fue porque todos estaban de acuerdo”, explicaba esta semana Carlos García Adanero, que siempre ha sido el más listo de la clase.

Total, que todos estos años el Gobierno, el de UPN y el de ahora, han estado cobrando el IRPF de las prestaciones por maternidad, y como el Tribunal Supremo ha dicho que la norma española se hizo mal, UPN, PSN y PP quieren que se reponga ahora lo que ellos decidieron recaudar. Y que traducido viene a ser devolverles el dinero que les quitamos, que no tenéis corazón.

Lo que no cuentan es que el año en que quitaron la exención por maternidad UPN aprovechó el dinero fresco para enterrar 10 millones en el Pabellón Arena, ese del que tanto presumen ahora. Ni tampoco explican de dónde hay que recortar ahora los 35 millones que cuesta devolver la retención, que ellos son más de bajar impuestos. Ni por qué hay que ayudar con más de 8.000 euros a quien cobra 80.000 al año, y dejar sin nada a las madres que estaban en paro o no llegaban al mínimo para tributar.

MEMORIA FRÁGIL Lo gracioso del tema es que ha salido UPN, que fue a quien se le ocurrió la brillante idea, a decir que “no es de recibo que el Gobierno cuatripartito haya mantenido esta injusta situación y no la haya revertido en estos tres años. Dejar fuera de las exenciones las prestaciones por maternidad es algo fuera de toda lógica”, coincide con toda su jeta Ana Beltrán, que metida como anda en el papel de antisistema ya se ha apuntado a la manifestación que han convocado para reclamar la pasta. Y lo hace porque “la bajada de impuestos va en la genética del PP”, el partido que en el Gobierno de España ha subido todos los impuestos posibles. Incluido el IVA, el que más castiga a las rentas bajas, y que ahí sigue al 21%.

A la fiesta no podía faltar el conglomerado político que le hace los coros a la derecha foral, que no desaprovecha la menor oportunidad para hacer demagogia barata, sobre todo cuando se trata de regalar dinero. Empezando por Ciudadanos, que como esto del régimen foral y la autonomía financiera no es que le guste mucho, denuncia que “escudarse en la fiscalidad es engañar a los navarros”. Siguiendo por Afapna, que tras denunciar que “hay niños que llegan a la enseñanza pública desde la patera y se comen los lápices”, ha llegado a la conclusión de que “dejar a las madres navarras sin su derecho a recibir el dinero que injustamente se les hurtó, es una muestra clara de la calidad humana y administrativa que impera en estos momentos”. Y terminando por el PSN, que ha aprovechado la ocasión para afirmar que el de Navarra no es un Gobierno “ni social ni progresista”. No como el del PSOE, que solo devolverá la tributación de los años que no están prescritos y porque le obliga la sentencia del Supremo.

Si sabrán algo los socialistas de dar dinero a la gente que en plena crisis Zapatero se inventó lo de Os daré 400 euros si me votáis para ver si así ganaba las elecciones. Lo que a todo el mundo le pareció una idea genial menos a Miguel Sanz, que no se le ocurrió otra cosa que decir que aquello daba “para una cena y poco más” y le cayó la del pulpo.

Porque claro, a ver quién se opone a dar dinero a la gente, que por lo general somos de coger la panoja sin preguntar de dónde sale. No hay más que ver a CCOO, que ha dado por “zanjado” el Plan de Empleo por la “inacción” del Gobierno de Navarra y porque a siete meses de las elecciones ya no hay margen para negociar. Aunque eso es algo que no le importó tanto cuando en 2007 firmó con el Gobierno de UPN la prórroga de las subvenciones a semana y media de las elecciones. Ni siquiera les ha hecho falta decir Si no hay dinero pasamos de firmar nada. Que aquí ya nos conocemos todos.


24
Abr 18

Bienvenidos al infierno

Vista desde Madrid, Navarra es hoy un territorio hostil e inhóspito. Y Alsasua, solo la punta del iceberg

Bandera pirata

Bandera pirata


A cuenta del Caso Alsasua y azuzados por la amable visión que exportan algunos cuando pisan Madrid, a la prensa de extremo centro esta semana le ha dado por hablar de Navarra. Y no precisamente par bien. Por lo visto, el Apocalipsis ya esta aquí y ni nos hemos enterado. “En el Gobierno de Navarra está ETA”, decía en Antena 3 Eduardo Inda, que como es de Pamplona en las tertulias le toman en serio cuando dice estas cosas. “En el Gobierno de Navarra hay antiguos miembros de Herri Batasuna, que según la justicia formaba parte de ETA, así que en el Gobierno de Navarra está ETA”, soltó en el tío en una muestra del rigor con el que se ha analizado estos días la realidad de esta tierra, convertida por algunos en un lugar tan hostil e inhóspito que dan ganas de ir a vivir a donde el Estado Islámico.

Hay que entender que en Madrid las cosas se ven siempre con una perspectiva especial. Sobre todo desde ese búnker mediático que tanto mima últimamente al partido de Rivera, donde Rajoy es un pusilánime y Montoro un traidor al que cualquier día empuran por decir que en Cataluña no ha habido prevaricación. Y claro, a partir de ahí, Sánchez es un bolchevique, Iglesias un bolivariano y la mitad de los navarros medio terroristas. Y eso cuando están a buenas. Porque con el calentón de esta semana no se ha librado casi nadie.

Ni siquiera UPN, que según José María Carrascal viene a ser el culpable de todo. “UPN empezó marcando diferencias con España y ha terminado preso del nacionalismo vasco, con todo lo que ello significa de pérdida de identidad y aceptación de la violencia como arma secesionista legítima para ellos”, decía en un artículo a toda página en ABC, en el que se preguntaba incluso a ver “¿dónde ha quedado la nobleza navarra?”, que por lo visto somos todos unos bárbaros.

La serenata de Carrascal venía a cuenta de la presencia del Gobierno foral en la manifestación del pasado sábado. Así que a lo mejor el buen hombre se ha liado con las corbatas de colores y ha pensado que aquí sigue gobernando UPN. Que vete a saber lo que se puede llegar a imaginar uno si se cree lo que va contando por ahí Ana Beltrán, que ha engañado al PP para que simule en un vídeo que lo de Navarra es peor que lo de Cataluña. Como si el partido de Rajoy no tuviera ya pocos incendios que apagar como para inventarse otro nuevo.

El documento en cualquier caso no tiene desperdicio. “¿Preocupado por la situación de Cataluña? Pues escucha lo que pasa en Navarra”, reza una voz en modo Teletienda mientras se oyen gritos de Independencia y suena música de terror. Que ya de paso, podían haberle puesto la de Piratas del Caribe, que pega bastante más con los bucaneros de Génova 13. “Desde 2015 el Gobierno está en manos de la Izquierda Abertzale”, afirma el PP, que asegura que en Navarra “se está imponiendo un proceso de batasunización” que pasa por “imponer la ikurriña”, “imponer el euskera” e “imponer la anexión al País Vasco”. Venga, a ver si superas eso, Esparza.

El PP incluso pide “ayuda” a los españoles de bien para que “Navarra no deje de ser Navarra”, no vaya a ser que acabe con el máster de Cristina Cifuentes en el limbo de los objetivos desaparecidos. Algo que va a pasar tarde o temprano, y la culpa va a ser del PSOE. Que, según el ABC, “permite la consolidación de una política panvasquista contraria al espíritu y la letra de la constitución que actualizó los derechos forales”.

Porque eso, que además de ser una crítica al PSOE parece un aviso a navegantes, es “lo mismo” que está pasando “en Baleares con su presidenta socialista”, donde también “se están aplicando los protocolos de infestación nacionalista que tan buen resultado han producido para el separatismo”. Y para que no falte nadie a la fiesta, tienen su parte de culpa también UGT, CCOO y, por supuesto, Podemos. Cómo no.

“Gran parte de la izquierda española está dispuesta a defender sin límites la estrategia etarra sin armas”, denuncia Hermann Tertsch, analista de cabecera de los ideólogos de la derecha foral y española. Que si dice eso de los sindicatos, no es difícil imaginarse qué puede pensar de Uxue Barkos, foco central estos días de la ira del hooliganismo de pandereta. “Un Gobierno que apoya al terrorismo frente a la Guardia Civil debe ser inhabilitado. Los españoles pasarán algún día por encima de los partidos que permiten esto y acabarán con esta triste farsa”, proclama Tertsch en una llamada a su Cruzada particular.

La verdad es que a veces dan hasta miedo. Suerte que el susto se pasa cuando la exageración adquiere tintes grotescos. “Barcos quiere obligar a los niños navarros a hablar euskera hasta en el recreo”, afirma OKdiario. “Como todo nacionalista aspira, a convertirse en un dictador. Barkos está destrozando Navarra económica y socialmente. Ahora, ya, convertida en liberticida”, denuncia Carlos Cuesta. “640.000 navarros se ven obligados a escolarizar a sus hijos en otra lengua con grave perjuicio para su formación”, advierte Federico Jiménez Losantos, que no se refiere al inglés sino al euskera.

Hay incluso quien con la excusa del juicio le ha puesto nombre a nuestro particular Apocalipsis. “Alsasua no ha dejado de ser un pudridero que ha ido infectando a las autoridades navarras, en un proceso de burbuja tan específico que me atrevo a denominarlo como Síndrome de Alsasua”, afirma Maite Pagazaurtundua.

Otras, como Isabel San Sebastián, consideran que el problema es que la gente buena ha tenido que huir de Navarra, y que por eso ahora se pierden las elecciones. “Las fuerzas separatistas que han estado beneficiándose del terror etarra gobiernan el País Vasco y Navarra tras expulsar del censo de votantes a todo el que supusiese un obstáculo para sus planes”. Una opinión que parece compartir incluso El País, para quien el Caso Alsasua “refleja los modos de una sociedad intolerante secuestrada todavía por la xenofobia y el silencio cómplice”. En resumen, que los navarros son gente chunga y votan mal. Y que a ver qué es eso de presionar a la Justicia que ya sabemos que los de Alsasua son todos terroristas. Ponme otro chupito, anda.