27
Nov 18

Rezando para que llueva

El cuatripartito avanza en sus cuartos presupuestos mientras la derecha se aferra a un apocalipsis económico que no llega, y que ya aplaza para la próxima legislatura

Decía Javier Esparza en 2015 que el nuevo Gobierno iba traer “el desempleo y el caos” y que las “tensiones internas” iban a provocar que el cuatripartito “saltara” por los aires antes de un año. Eran las ganas, claro. Las mismas que cuando decían que Navarra iba a desaparecer si no gobernaban los de siempre o que se iba a hundir la economía por la reforma fiscal. Pues mira, mala suerte.

Aquí que sigue Navarra, con sus realidades y sus pedradas de siempre, y con un cuatripartito que lo habrá hecho mejor o peor, pero que no solo no ha saltado por los aires, sino que va camino de aprobar sus cuartos presupuestos en tiempo y forma. Con un incremento del 20% de la inversión pública y dando la vuelta a buena a parte de los recortes que les habían dejado encima de la mesa. Además dicen que quieren repetir si les dan los números. Y ocho años de herejes en el Palacio pueden ser demasiados para algunos estómagos.

Ese, claro, no era el plan cuando a los cien días del cambio UPN atribuía el aumento del paro a la “desconfianza” que generaba el nuevo Gobierno. Así que toca modular los discursos, no vaya a ser que la gente empiece a pensar que les han estado tomando el pelo todos estos años con tanto mensaje apocalíptico.

A partir de ahí las versiones difieren bastante. Los socialistas, por ejemplo, han optado por apropiarse de las medidas sociales del Gobierno. “No hay presupuesto para implantar Medicina en la UPNA”, denunciaba Chivite, que criticaba además al Gobierno por no imponer Skolae a los centros concentrados. “Barkos se sitúa con la derecha conservadora”, apunta la dirigente socialista, que sabe bien de qué habla.
Es cierto que los socialistas, salvo excepciones, han optado por una oposición más cuerda. Alejada del frenesí catastrofista en el que se embarcó la derecha el mismo día de las elecciones, con Barcina diciendo que esto iba camino de ser la Alemania nazi y Javier Taberna anunciando la fuga del 60% de las empresas.

Suerte que en esta vida casi todo tiene solución, y la derecha cuenta con gente de prestigio y seriedad del nivel de Julio QuijotePomés o José León Taberna. Que no es que tengan mucha puntería en esto de predecir el futuro de la economía, pero por un dinerito te montan un informe como el que hace unos días sacaba Institución Futuro para decir que los presupuestos eran un desastre.

El argumento, más o menos, venía a decir que sí, que mucho dinero tendrá el Gobierno pero a ver en qué se lo están gastando. Porque esta gente servicios públicos usa poco y la crisis la vivió por la tele. Y no se fía un pelo. “Se han priorizado gastos de corto plazo”, dice Institución Futuro, que con el corto plazo se refiere a la lucha contra la pobreza. “Se ha inclinado la balanza del gasto en favor de actuaciones más inmediatas, cuyos beneficios se manifiestan con rapidez, pero cuyos costes comenzarán a aparecer en un futuro cada vez más cercano”, apuntan Taberna y sus amigos que ya nos avisan de que lo chungo viene a partir ahora como sigan los malos.

Solo hay que la tener fe de Julio Pomés, quien con más claridad ha visto desde el principio que Navarra va camino del infierno. El jefe de Civismo, el que mandaba cartas a los empresarios para que le financiaran el chiringuito a cambio de presionar para que les bajen los impuestos, el que lleva tres años diciendo que las políticas del Gobierno del cambio “nos llevan a la recesión”, admite ahora que bueno, que vale, que “la economía navarra ha mejorado” y que “presenta un alto crecimiento económico”. Pero “no precisamente por el cuatripartito”, sino por el “trabajo entre bastidores del Gobierno de Yolanda Barcina”. Lo que resulta de una nostalgia tan tierna que dan ganas de sacarlo a pasear.

El problema, claro, es para quien compra la mercancía y luego tiene que dar la cara. Que es lo que le ha pasado a Javier Esparza con los presupuestos, que salió a decir que viven de la “inercia” y que el Gobierno “no ha sabido aprovechar el ciclo económico expansivo” el mismo día en que Funcas señalaba que Navarra es la comunidad que más ha crecido este año, la que más va a crecer el que viene y donde más va a bajar la tasa de paro. Que acertará o no, pero ya es mala suerte.

Lógicamente, algún día lloverá. Y es posible que no tarde mucho en cambiar el viento que viene empujando de cola, que el mundo está como está. Así que los agoreros andan ahora rezando para que la tormenta llegue antes de San Isidro Labrador y así le puedan echar la culpa al Gobierno. Que si dicen lo que dicen cuando la cosa va bien, qué no dirán cuando se tuerza un poco. Son capaces de salir a celebrarlo.


20
Nov 18

Larga vida a Skolae

La derecha, tan autoritaria cuando gobierna, tira de freno de mano ante cualquier avance social

Dice Antena 3 que el “70% de los españoles pica con las fake news”, y que “estamos entre los más crédulos de Europa”. Y para demostrarlo, el pasado martes señalaba que “El Gobierno de Navarra censura canciones de Amaral, El Canto del Loco y Shakira por machistas”. La noticia corrió como la pólvora por Twitter, esa red social donde lo menos importante es la verdad. Entre otras cosas, porque cargos de UPN se encargaron de propagar la ficha del programa Skolae cortada por la mitad.

Y claro, muchos han picado. Entre ellos Dani Martín, del Canto del Loco, que leyó que estaba en una lista de machirulos y montó en cólera. “Ya era hora de que censurarais la canción. Vaya mierda de machista soy”, respondió con ironía en su cuenta personal. Un mensaje que generó miles de interactuaciones multiplicando la difusión de la noticia. “Viva la música por encima de las censuras, jamás nos callarán”, se sumó al carro Alejandro Sanz desde su cuenta de 19 millones de seguidores como quien se huele algo de pecado por cantar aquello de ‘Si no quieres flamenquito, no toques las palmas’. Poesía pura e inocente.

La cosa fue subiendo de tono de la mano de quienes escuchan campanas en Alsasua y creen saberlo todo. “El Gobierno navarro está a un par de censuras más de colorear las mejillas del No-Do de puro rubor. Qué manera de involucionar”, apuntaba Jorge Bustos, jefe de Opinión de El Mundo. “Hace 80 años, los mocetones de Navarra salían alegres a matar rojos en la santa cruzada. Ahora, sus descendientes prefieren métodos más suaves para ponernos firmes”, apuntaba el periodista musical Diego Manrique dando muestra de lo bien que conocen esta tierra en Madrid.

Luego salió el Gobierno de Navarra a decir que aquello no era verdad. Que de lo único que se trata es de debatir en clase estereotipos que no son precisamente constructivos. Que la ficha que de forma parcial se ha difundido por internet no es para los alumnos sino para los profesores. Y que el único objetivo es que los chavales entiendan que a las chicas no les gusta que les mientan, las encadenen ni que las hagan suyas hasta que mueran de dolor, por mucho que así lo canten David Bisbal y Elena Gadel.

Primera victoria de Skolae

Pero qué más dará. Durante unas horas se montó un debate nacional sobre si lo que dicen las letras de algunas canciones que escuchamos sin reflexionar son inocuas o fomentan un amor posesivo que algunos adolescentes luego se toman al pie de la letra. En ocasiones además con consecuencias trágicas. Más o menos lo que el Departamento de Educación quiere hacer en las aulas, y que no deja de ser un primer éxito del programa Skolae, que va camino de convertirse en un referente académico en todo el Estado gracias a la campaña de acoso y desprestigio a la que le está sometiendo quienes ya se opusieron al divorcio, al aborto o al matrimonio homosexual.

Por suerte para el Gobierno de Navarra, en esta jungla de las redes sociales hay quien se encarga en filtrar lo verdadero de lo falso. Y esta vez saltaron todas las alarmas. “Ojo, fake news (noticia falsa)”, denunciaron diversos medios de ámbito nacional como Público o La Sexta. Telecinco sacó el debate a la calle con un interesante contraste de opiniones y hasta Antena 3 dio aire al desmentido, aunque esta vez tuvo una difusión notablemente inferior. Que la verdad es más aburrida que el escándalo.

Y si no, ya están UPN y PP para empujar la bola de mierda hasta donde se pueda. Que en la oposición, como con el cerdo, se aprovecha todo. También las políticas de igualdad que van má allá de la pancarta y el eslogan fácil. Así que para Ana Beltrán, “querer ver machismo y sexismo en canciones de amor es una visión retorcida de la realidad”, porque lo que el Gobierno de Navarra quiere de verdad es “adoctrinar e imponer la ideología de genero para hacer un mundo a imagen y semejanza de unos postulados feministas”. Postulados feministas, horror.

Más indignado aún saltó el presidente de UPN, chulo chulo mi Pirulo, a decir que “el Gobierno no es nadie para decir en clase qué canciones escuchar”. Porque para eso ya están Gran Hermano, Sálvame y el reguetón, que son más de fiar que este Gobierno de rojos y separatistas que busca la destrucción de Navarra. “La censura se queda corta con este Gobierno que ya pretende decirnos qué canciones escuchar y cuáles no”, denuncia Esparza, que en su intento por contentar al electorado más cavernícola se ha enredado en la polémica como un principiante.

Porque Skolae es posiblemente una de las mejores aportaciones que el Gobierno cuatripartito ha hecho a Navarra, afrontando sin complejos y desde la raíz un problema social grave. Combatiendo desde la reflexión en las aulas los estereotipos que difunden la publicidad, la ficción o la música. Pero, sobre todo, porque ha servido para retratar al personal. A una derecha muy autoritaria cuando gobierna, pero que se vuelve anarquista en cuanto pierde el poder. Y que tira de freno de mano ante cualquier avance social.

Como cuando Aznar se reveló ante la Dirección General de Tráfico porque no le dejaba conducir bebiendo vino. “Las copas que yo tengo o no tengo que beber, déjame que las beba tranquilamente”, que decía el jodido. Pues sí, amigo, para eso está el Gobierno. Para que no atropelles a nadie y para que vacunes a tus hijos. Contra el sarampión y contra el machismo, mucho más arraigado de lo que queremos creer.

Larga vida a Skolae.


13
Nov 18

Todos somos ETA

Las derechas compiten en Madrid por rentabilizar su excursión a Alsasua en medio de una cruzada en la que no se admite la menor disidencia

desde luego, motivos para quejarse tampoco es que tenga Albert Rivera. Que vino a Alsasua a grabar un spot publicitario para las elecciones andaluzas y tuvo todas las facilidades. El pueblo le cedió su plaza principal, con ese ambiente rústico que desprende el inhóspito norte abertzale. De Madrid se trajo en autobús a los figurantes, que agitaban banderas de plástico mientras hacían fotos con el móvil como quien se va de safari a una reserva indígena. Savater le puso el toque de nostalgia que queda de los años de plomo, que electoralmente nunca conviene olvidar. Y como guinda, unos chavales con capuchas en primera línea, casi todos venidos de fuera, haciendo gratis de extras en nombre del antifascismo.

No tardó ni 24 horas Ciudadanos en publicar su anuncio electoral para mayor gloria de su líder y de “los españoles de bien”. Música épica, muchas banderas y contraste de colores vivos y oscuros para que quede claro quiénes son los buenos y los malos. Para acabar con la palabra ‘Alsasua’ bien grande formando la bandera española. Territorio conquistado

La foto le ha valido a Cs para pasarse toda la semana de plató en plató con retórica patriótica barata. Pero suficiente para poner nervioso al PP, que ya ha montado su particular sarao “por la unidad constitucionalista”. Y también a Vox, que no solo siguió el rastro de las banderas españolas hasta Navarra, sino que también se ha montado su propio vídeo electoral. Solo que mucho más zafio, que es como la ultraderecha hace las cosas.

Hasta Javier Esparza ha corrido a hacerse un hueco después de verse fuera de juego, y no le ha salido otra cosa que decir que Barkos “va de la mano del Carnicero de Mondragón”. Porque para UPN las cosas son así, o vas con el españolismo por bandera o eres ETA V asamblea. Y está la cosa como para sonarse los mocos.

Por el camino han pisoteado el nombre del pueblo y de todos sus vecinos. Pero como casi no les votan, pues les da bastante igual. Nos lo explica muy bien Javier Ancín, que no será el más listo, pero al menos dice lo que realmente piensan las derechas en Navarra y en Madrid, que en realidad en Alsasua son todos unos terroristas. “El problema de Alsasua es que es un pueblo encerrado en sí mismo y feo de cojones”. “Gracias por confirmarnos lo violentos que decíais que no erais”. “Alsasua más que un pueblo, es una secta”. No se libra nadie.
Una claridad de agradecer, porque es lo que con más eufemismos viene diciendo estos días toda la prensa del movimiento aznarista, solo que apuntando más al Gobierno de Sánchez, que es lo que realmente les interesa. “El PSOE arremete contra el acto a favor de España en Alsasua”, abría a toda página ABC, para quien los socialistas “se ponen del lado de los simpatizantes de ETA” y del Gobierno foral “que poco a poco está expulsando a la Guardia Civil”. “El PSOE se coloca con los radicales”, ratificaba La Razón.

Y todo porque uno de sus dirigentes, que encima se llama Ander, había dicho que lo único que las derechas buscaban en Alsasua era “agitar el odio”. Que es lo que más o menos argumentaron después los ministros de Defensa e Interior, mientras los socialistas navarros se quedaban de perfil, no vaya a ser que se rompa el cordón umbilical, y criticaban que el Gobierno de Navarra “no se haya pronunciado”. Curiosamente, lo mismo que reprochan PP y Ciudadanos al Gobierno de España por “no condenar” los hechos.

Ya sabíamos que ETA eran ETA, Bildu, y los nacionalistas, sobre todo los catalanes. Por supuesto el Gobierno de Navarra desde que no está UPN, y el del PSOE cuando no manda el PP. Y ahora también las campanas de la iglesia y hasta el líder del PP en Gipuzkoa, Borja Sémper, que “legitima” la posición “mendaz y corrosiva” de los violentos por decir que la política no está para ir por ahí “encendiendo los ánimos”.

Pero por si acaso nos lo ha vuelto a recordar Cayetana Álvarez de Toledo, exdiputada del PP y hoy cronista en El Mundo, donde escribía esta semana que “Alsasua fue y puede volver a ser un pueblo español”, pero que “hoy es una granja de odio, dejada de la mano de Dios y del Estado”.

Debió volver impactada de su excursión al lejano oeste, porque en su crónica del día después atizaba a los “nacionalistas, filoetarras y podémicos” que trabajan por convertir Navarra “en lebensraum de la xenofobia vasquista y dinamita contra el sistema de paz y libertad alumbrado en 1978”. Y por supuesto al PSOE, que “ha dejado de ser un partido constitucionalista y se ha convertido en un partido ultra”. “Hay que asumirlo y actuar en consecuencia”, avisa.

La periodista daba alguna clave más en la tertulia de Federico, a quien le contó que en el PP de Navarra “están desolados” porque “van a ser volatilizados en las próximas elecciones” y porque “ven que Navarra se les va”. “Es evidente que el futuro del PP si es que tiene alguno pasa por Beltrán y no por Sémper”, ratificaba Losantos.

Por suerte, esta gente tiene clara la receta: una coalición electoral UPN-PPN-Cs “con la derogación de la disposición anexionista cuarta como único punto de su programa”. “Movilizar a la ciudadanía hasta convencer a UPN de que abandone sus reticencias tácticas. Y convertir Navarra en punto de partida de un nuevo consenso racional por la libertad y la igualdad entre españoles”, apunta la exdiputada, que por lo visto no se fía de los navarros, y se huele que el PP y Ciudadanos se pueden quedar sin representación parlamentaria el próximo mayo. Así que por si acaso mejor unir a las derechas, que son primas-hermanas. Por el bien de España y de la Guardia Civil. Más le vale a Esparza que diga que sí, o acaba en la prensa capitalina de la mano del Carnicero de Mondragón.