El enfado de UPN, PP y Ciudadanos con el PNV es tan grande que lo mismo acaban pactando todos juntos los presupuestos de Rajoy
Entre la paranoia batasunizadora del PP, las fobias habituales de UPN y la derecha mediática describiendo Navarra como si fuera la Polonia recién invadida por la Wehrmacht, la cosa estaba bastante tranquila por Navarra. Así que al PNV se le ha ocurrido presentar su propuesta de nuevo Estatuto hablando de Euskal Herria. Que con el pacto de Gobierno con el PSE, el apoyo presupuestario a M. Rajoy y el qué es eso del 155 del que usted me habla, había que hacer algo para contentar a la parroquia, que todavía falta mucho para en el próximo Alderdi Eguna.
Tampoco es que sea nada nuevo, porque algo parecido pone en el Estatuto de Gernika y bien que lo defienden los cruzados de la Constitución. Pero ha sido suficiente para que UPN y PP, que últimamente no es que anden muy frescos de ideas, se hayan agarrado al documento como a clavo ardiendo. Y es normal. Falta poco para las elecciones y los de Ciudadanos vienen soplándoles la oreja, así que ahí que se han liado a codazos Esparza y Beltrán a ver quien saca antes el titular.
Más les valdría tener cuidado con esto de andar plagiándose en el Parlamento las iniciativas que suenan a antivasco. Que con las prisas algún día se van a terminar chocando cara con cara en la puerta del registro. Y el cemento es duro de narices.
Lo curioso del caso es que a estas cosas casi siempre es Esparza quien acaba llegado tarde. Igual es que con tanto trabajo en la oposición ha perdido la forma. Porque si no, pillín, te hemos pillado copiando… que visto el panorama también es posible. Que tampoco pasa nada, aquí hasta la mejor monja se tira un pedo. Es más que, puestos a copiar, más vale asegurarse de que estás copiando las respuestas acertadas. No vaya a ser que estés siguiendo el rastro de quien va camino del 0 en el examen final de la legislatura.
Al menos, en esta dura pelea ha surgido un aliado. El héroe que necesitaba España. Porque la cosa no va solo de salvar Navarra. Hay que librar al todo el país de los herejes, que si no te acaban mandando a Eurovisión a una navarra y a un catalán más preocupados por cantar bien que por defender la Patria como les gusta a los no nacionalistas.
Porque el problema de España, claro, son “los nacionalistas”, que “siempre están intentando apoderarse de lo que no es suyo”. Lo ha dicho Albert Rivera, que pone como ejemplo Valencia, Baleares y Navarra. Tres territorios donde, además de haber gente muy mala, casualmente no gobierna la derecha. “Nunca apoyaremos el anexionismo ni la secesión. Vamos a defender la diversidad, la igualdad y la unión”, afirma el líder de Ciudadanos. Palabras que sin duda son todo un alivio en boca de quien entiende la igualdad como fumarse el régimen foral y la unión como el españolismo obligatorio. Pero tampoco le vamos a pedir que renuncie a sus principios para poder pactar. Ni que fuera del PNV.
Mentirijillas por Madrid Suerte que para poner en orden a los vascos ya están los de UPN. “Desde el inicio de legislatura hay un pacto entre el PNV, Geroa Bai y Bildu para anexionar Navarra”, denunciaba Esparza en Onda Cero, donde explicó a los españoles que “en Navarra se impone el euskera a las empresas y a los funcionarios”. Toma, dos mentiras en una y ni te has enterao, Alsina. Tres, si contamos lo que dijo de que Urkullu, Ortuzar y Barkos “están en la misma clave que ETA”. Terroristas habituales, se llamaba la película. Y ahí tampoco tiene derechos de autor. Porque esto de llamar etarra a todo hijo de vecino se lo ha copiado al Mahoma Oreja y a Losantos su profeta. Que por sospechar sospechan hasta del bueno de Mariano. “Rajoy le ha entregado Navarra a ETA”, insistía por tercera semana consecutiva el radiopredicador.
Está la cosa tan mal que el ABC ha tenido que hacer un serial informativo que ni en la boda de la Infanta. “Navarra, puerta abierta a la anexión vasca”, decía esta semana el diario. Solo a la altura de La Razón, que directamente se ha inventado que “desde hace meses” se están celebrando “reuniones secretas” entre Urkullu y Barkos para avanzar “en la reunificación de País Vasco y Navarra”. Todo, claro, “según fuentes conocedoras del asunto”, que es lo que se dice cuando no estás muy seguro de si has copiado bien al compañero de pupitre.
Al menos todo este chandrío lo va a arreglar UPN, que se ha puesto gallito en Madrid con que no apoyará los presupuestos a Rajoy. ‘Ojo que nos cargamos el Gobierno’, van diciendo por el Congreso Alli y Salvador, que quieren que les firmen un papel con algo de los presos. Y que es tan vinculante como si les hacen otro diciendo que el PP va a dejar de trincar.
Lástima la desilusión que se va a llevar la jauría que estos días jalea a los regionalistas cuando se dé cuenta de que lo que han pedido no es que no se acerquen los presos, sino que cuando se haga, en la foto no salga el Gobierno de Navarra. Más o menos lo que ya han hecho con el tren, y que ahora nadie sabe por dónde anda.
Pero bueno, está bien que las cosas queden por escrito, que con eso y algo más seguro que a los de UPN se les pasa el mosqueo. Que están tan cabreados, pero tan cabreados con el PNV, que van a acabar pactando con ellos los presupuestos del Estado. Por que ahí sí, respeto institucional, todo. El dinero para los que quieren romper España y el folklore para los dos chicos de Esparza. Con suerte, lo mismo nos arreglan un par de polideportivos en La Ribera. Que de ahí para arriba estamos todos batasunizados y nos merecemos las goteras. A ver si al menos entre tanto pataleo nos hacen un sitio debajo de la bandera.