AGITADO POR LAS IRREGULARIDADES EN ULTZAMA Y UAGN, ESPARZA DISPARA FUEGO A DISCRECCIÓN MIENTRAS DEFIENDE QUE «NO TODO VALE» EN POLÍTICA
Tiene que ser agotador anunciar el fin del mundo y que este no llegue. Uno acaba desesperado y corriendo como pollo sin cabeza. Sobre todo en esas semanas en las que de repente se acaba torciendo todo. Es que ya ni los datos económicos ayudan a hacer una oposición con mínima decencia. Y si encima empiezan a salir asuntos turbios vinculados con el pasado, la zozobra resulta incluso hasta comprensible.
La cosa es que al presidente de UPN no le ha gustado que se le vincule con las irregularidades denunciadas por la Cámara de Comptos en Ultzama, ni tampoco con el presunto fraude en los cursos de formación de UAGN mientras era consejero de Desarrollo Rural. Así que, ofendido por las “acusaciones, sospechas e insinuaciones”, ha anunciado que estudia acciones legales “contra quienes firman las informaciones, los medios y las publicaciones”. A por ellos, oé. “Solo hay una cosa más ruin que amedrentar a un medio de comunicación: hacerlo siendo periodista”, hubiera contestado su secretario de Organización, Jorge Esparza, si la coherencia fuera un valor en política y la denunciante fuera la presidenta Barkos y no su jefe.
Al final, claro, la cosa se calienta, una cosa lleva a la otra y el barro acaba salpicando por todos los lados. Eso no le gusta a Esparza, muy limpio él, que el lunes recordaba que “no todo vale en política” para desgastar al adversario. Y tiene razón, la verdad. Hubiese sido hasta creíble si inmediatamente después no se hubiera convertido en una especie Rambo perdido en medio de la jungla con una metralleta en cada mano gritando: Ojo que estoy muy loco, que estoy muy loco.
Total, que el alpinista, por aquello de que lleva en la cima del monte toda la legislatura, se ha pegado la semana disparando a discreción. Ratatatatata. No se ha librado nadie. Ni la presidenta, cuya dimisión amenaza con pedir por unos hechos que nunca se han probado. Ni EH Bildu, a quien culpa del cierre de la planta de biogás. Ni la Cámara de Comptos, cuyas conclusiones sobre Ultzama ha calificado de “sorprendentes”.
Por sacudir, ha sacudido hasta al PSN por sus “comportamientos sorprendentes” al decir que el Gobierno hizo bien en facilitar el desarme de ETA. Eso es algo que está mal, muy mal, como le dijo el propio Esparza a Barkos, a quien acusó de “seguir la hoja de ruta de la banda terrorista”. El desarme de ETA es ETA, o algo así.
Y eso que los pobres socialistas pasaban por allí, sin molestar a nadie, a vueltas en círculo como andan con las primarias internas. Lo que tampoco es de extrañar en esos movimientos de apoyos y avales que generan tan extrañas compañías de viaje. Es de un mareo constante. Normal que la plana mayor del socialismo navarro acabe defendiendo a Pedro Sánchez en su cruzada contra el neoliberalismo y en defensa de la plurinacionalidad, mientras en Navarra solo ve caos, muerte y destrucción.
“La ikurriña podrá ondear en Navarra con maliciosa libertad. La modificación de las zonas mixtas dejará sin posibilidades reales de acceso a un trabajo en la administración pública a miles de personas que pese a estar bien formadas no saben euskera, vulnerando la igualdad de oportunidades en el acceso a la función pública”, alertaba el secretario de política municipal del PSN, Ramón Alzórriz, que defensor de Sánchez será mucho, pero de la plurinacionalidad y del plurilingüismo más bien poco. “En esta tierra, de la pasada amenaza de que vienen los vascos hemos pasado al que han llegado y quieren que se sepa”. Dicho así hasta acojona.
Ya se sabe que en política todo es del color con el que se mire. Ahí está por ejemplo Ana Beltrán, que con su rostro angelical y lágrimas de cocodrilo lo mismo acusa a la presidenta de gobernar “con un partido que tiene las manos manchadas de sangre”, que pide comprensión a los ciudadanos con la corrupción del PP. “No se puede caer en la tentación de juzgar a una organización por la actuación de algunos integrantes”, alegaba Beltrán, que rápidamente volvía a centrar el debate en lo importante: “Defender Navarra de los ataques e imposiciones del cuatripartito”.
Si es que lo prioritario es lo prioritario, y lo de la corrupción en el PP, hechos aislados. Aunque con estas cosas siempre es recomendable la prudencia. Que uno empieza diciendo que no hay nada debajo de las alfombras y luego resulta que estaban llenas de purines. Como para no perder la cabeza.