Muy curiosa, cuando menos, la reacción del Ministerio que sigue dirigiendo Montoro, para desgracia de los españoles, ante la más que justificada medida del Consejero Aramburu de acabar con el cachondeo descontrolado en que se ha convertido la negociación del convenio para el período 2015 -19. Negociación que, por otra parte, debió de dejar cerrada, empaquetada y con lazo la administración Barcina y que como con casi todo lo demás dejó los deberes sin hacer. Algún día habrá que preguntarse a qué demonios se dedicó el gobierno Barcina en sus cuatro interminables años de inacción, a parte, claro está, de a liquidar Cajanavarra, que es el único logro visible de su gestión.
Pero digo curiosa porque el adjetivo sería un buen eufemismo para una reacción que solo puede calificarse de Kafkiana. Acusa Montoro, o quien le escriba los discursos, al Gobierno de Navarra de tomar medidas unilaterales y minar la confianza necesaria para abordar una negociación bilateral. Habría que recordarle que el convenio a renovar es el correspondiente al quinquenio 14 -19 y que si las campanadas de la Puerta del Sol no estuvieron muy influenciadas por el modelito de la Pedroche ya hemos entrado en el 17 que es, si las matemáticas y el modelito no me nublan el cerebro, el ecuador de su periodo de vigencia. Sigue leyendo Unilateralidad y confianza