Comienzo 2019 tal como lo acabé, acercándome a las matinales de los Golem a ver cine nacional y esta semana le tocaba a esta segunda adaptación de una novela de Laura Norton al cine, tras «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas«, escrita en 2014 y llevada al cine en 2016 con escaso éxito.
En este caso tenemos a la debutante en largometraje Patricia Font que se ha buscado un elenco interesante para contarnos esta historia familiar, con dosis de romanticismo y de drama.
Carmen Maura, de lo mejor de la película, hace de madre de 4 hijos cada uno especial en su disparidad, ya que la mayor se ha dedicado a la política (Alexandra Jiménez), otra es arquitecto (Clara Lago) y trabaja en otra ciudad, otra está con ella y acaba de tener un hijo, y por último el hermano pequeño que es gay y está liado con el jefe de la policía local, que no quiere que nadie sepa de su situación y que plantea alguna escena cómica que proporciona el descanso dramático necesario.
El batiburrillo de personajes se lleva bien, y caen bien, aunque Clara Lago no hace más que poner su sempiterna cara de fastidio que nos la tenemos demasiado conocida. Menos mal que Alexandra Jiménez está fantástica, como siempre, y sin muchos artificios.
Después de un inicio donde vemos a todos de niños, Belén (Lago) vuelve a casa tras una ruptura sentimental y aquí vemos de nuevo a todos, ya pasados unos años, y donde se conforma la historia que va a marcar el eje central de la película. Tenemos desamores, rencillas familiares, envidias, secretos sacados a la luz, infidelidades… vamos, lo que viene siendo una familia de toda la vida. 🙂
La película es ñoña, pero me ha gustado mucho, me habrá pillado el día tonto. El drama lo han gestionado sabiamente sin agobiar, los momentos de comedia están introducidos sutilmente y el almíbar impregna cada uno de los fotogramas, pero me gusta, ahora que no me oyen los de Grupo Salvaje, que bastante tienen con haberme dejado un día entero para hablar de series.
Por cierto, nos han puesto el trailer de Perdiendo el este, y eso sí que da miedo, mucho, pero aquí estaré para contaros, si sobrevivo.
Nos leemos!!!