Hoy vamos con una serie que es una coproducción británica y americana y que, para complicar aún más la cosa, se basa en una serie Sueca.
Vivimos en un futuro donde los androides con apariencia humana son utilizados para ayudar a los humanos en las tareas más cotidianas. Así, vemos cómo muchos de ellos son comprados para facilitar las tareas de la casa por familias muy atareadas. Otros, para ayudar a ancianos en su día a día, realizando incluso chequeos médicos muy rápidos.
A priori, los robots tienen implantadas las leyes básicas de la robótica, comenzando por la archiconocida regla de no dañar a los humanos. De hecho, sólo pueden tocarlos si han sido autorizados a tal efecto. Tampoco tienen conciencia, ni libertad de pensamiento pero, y ahí radica el fundamento de la serie, hay una serie de ellos que han desarrollado una capacidad para razonar, incluso para sentir, y os tengo que decir que esto da mucho juego.
Con este fondo, se nos presentan varias historias relacionadas con estos androides capaces de pensar, siendo la más interesante la de la familia cuyo padre ha comprado uno de estas ayudas para la casa, para lidiar con sus dos hijas. La pequeña es un encanto que quiere mucho a la nueva adquisición, mientras que la mayor es un bicho malo aficionada a hackear estos “electrodomésticos”. Además, la mujer, interpretada por la grandísima Katherine Parkinson, la inolvidable Jen de la inolvidable The It Crowd, mira con recelo a la espectacular (todo sea dicho) habitante de la casa, la cual tiene un particular interés en el cuidado de la hija pequeña. Pues bien, Anita, así se llama el robot, forma parte de ese grupo pensante, que ahora viven escondidos, y nosotros sabemos que piensa, y que sufre si la tratan mal, pero los demás no lo saben, dando un juego tremendo al espectador.
Otra historia es la del creador de estos entes, que vive con un robot obsoleto que falla mucho y que se niega a actualizar, al cual el gobierno le asigna una nueva cuidadora, con aspecto de dictatorial enfermera germánica cincuentona. Os pongo una tercera, la de un policía casado con una mujer que tuvo algún tipo de accidente y es cuidada “mimosamente”por uno de estos robots, dando bastante malrollito al pobre hombre cada vez que llega a casa y se encuentra el percal.
Bueno, pues con estos planteamientos se producen juegos interesantes. Los celos del policía por un robot que constantemente está masajeando a su mujer. La suspicacia de una madre que no se acaba de fiar del robot que han metido en su casa. El cariño que se le puede coger a estas máquinas, y el odio irracional que generan, todo esto en una trama de persecución, la de un humano que está ayudando a estos androides especiales. Especialmente impactante es la del robot destinada a un burdel, tratada de modo vejatorio en muchas ocasiones, que grita en silencio el no poder aguantar más esta situación, mientras vive escondida haciendo parecer que es “normal”.
La serie es fantástica, de verdad, os la recomiendo totalmente, y eso que he visto tan solo dos episodios, pero promete mucho, casi tanto como…..
En otro orden de cosas
Mr Robot, el gran estreno bombazo de este verano, que está dando mucho que hablar y que trataré en próximas entregas.
Deciros que terminó Jonathan Strange & Mr Norrell, y me gustó mucho. Ahora estoy probando cosas, series que probablemente no veré, por ejemplo Zoo, sobre animales que atacan a la humanidad, Killjoys, una astracanada de ciencia ficción que no está mal del todo.
Ah, y se estrenado la quinta temporada de Suits, y sigue tan genial como siempre, una de las mejores series de abogados, ya sabéis, con el permiso de la reina Florrick.
Os iré contando