Marilyn Monroe, el mito.


Ojos tristes y sonrisa ingenua de respuestas inteligentes, quisieron que fueras tonta para no desviarse de las curvas de tus caderas, sinuosas y mortales. Morena en tus inicios y rubia para siempre, el Glamour dejó de tener sentido cuando se apagó tu caminar desorientado de faldas al vuelo de vientos invisibles. Saludas a las multitudes que desaparecieron de repente porque la soledad siempre te acompañó. Espontánea en tu cantar desafinado y fantástico, hipnotizas el pulso de mi escritura mientras observo tu pose genial y divertida de cabeza elevada hacia el estrellato de un cielo que siempre fue tuyo.

http://www.youtube.com/watch?v=bDUyc00RUCE

George Roy Hill, artesano del cine.


Director de sueños, productor de ilusiones, eterno adolescente y peligroso aviador, puntualidad inglesa de un americano con reloj.
El realizador había nacido el 20 de diciembre de 1921 en el seno de una adinerada familia dueña de un diario de Minneapolis. Y ya de niño amaba la aviación: obtuvo la licencia de piloto a los 16 años, pero también tenía talento como músico clásico. Fue piloto de transporte de «marines» durante la Segunda Guerra Mundial, y sirvió en el conflicto bélico en Corea. Posteriormente se convirtió en periodista antes de asistir al Trinity College en Dublín, Irlanda, donde se graduó en literatura en 1949.
Perteneció a una generación de directores que participó en la década de oro de la TV estadounidense —la de los años 50—, como John Frankenheimer, Sidney Lumet y Arthur Penn. Hill pasó al cine cuando la TV dejó de interesarse en los dramas «serios».

Tras varios éxitos en Broadway, Hill había debutado en el cine en 1962, dirigiendo a Jane Fonda en Del matrimonio al amor, la misma obra de Tennessee Williams que había puesto en Broadway. Y de todos sus filmes, es probable que El carnaval de las águilas (1975), en la que Robert Redford era su alter ego, haya estado más cerca de su corazón. El protagonista era un piloto de biplanos que no pudo volar en la Primera Guerra Mundial, y buscaba la gloria perdida. La adaptación de El mundo según Garp (1982), la novela de John Irving, con Robin Williams, no tuvo la suerte esperada. Su última película fue la comedia Funny Farm (1988), que protagonizó Chevy Chase.

Había en algunas de sus películas un tono nostálgico. Muchos de sus actores lo consideraban un tímido; Hill era prácticamente inaccesible para los medios. Nunca tuvo interés en contratar un agente de prensa ni en aparecer en talk shows nocturnos.

«El mundo está lentamente advirtiendo que George Roy Hill no sólo es un talentosísimo contador de historias», dijo Robert Redford, un amigo cercano que participó en sus dos grandes éxitos.

Justamente la unión de Paul Newman y Robert Redford, compinches delincuentes en Butch Cassidy y en El golpe, le otorgaron una fama que nunca pidió. Butch Cassidy (1969) ganó el Oscar al mejor guión original (William Goldman), música original (Burt Bacharach), canción (la hiperpopular Gotas de lluvia sobre mi cabeza, de Bacharach y Hal David) y fotografía (Conrad L. Hall). Además de mejor filme y director, El golpe (1973) ganó otros cinco premios de la Academia, entre ellos la música de Marvin Hamlisch, quien adaptó el ragtime de Scott Joplin.

Sencillamente Roy Hill fue el «culpable» de la gran amistad entre Newman y Redford que siempre les unirá, y hoy le hechan de menos, el director nos dejó en 2002, a los 81 años, pero no así su legado y la unión de dos actores de lujo. A él le debemos esos momentos de cine que nos dió con El Golpe o la que dirigió cuatro años antes Dos hombres y un destino… ese destino que el nos brindó. Como dice Paul Newman era maravilloso, si llegabas tarde al rodaje te castigaba obligándote a dar una vuelta de copiloto en su avioneta, y pasabas mucho miedo, al dia siguiente eras puntual. 😀 Su implicación era la de un artesano del cine. Y dejo el video de ese comienzo magistral y milimétrico de Butch Cassidy y Sundance Kidd, con ese filtro amarillento como envejecido por el tiempo que muy acertadamente introdujo Hill, un filtro que gradualmente va desapareciendo y solo lo incluye en los primeros seis minutos de este western inolvidable, «Dos hombres y un destino».
http://www.youtube.com/watch?v=6QoDfjPuAsI

El rubio que susurraba a los caballos.


Es Robert Redford un referente en el cine, y actualmente un ejemplo a lo que impulso cinematográfico se refiere con su Festival de Sundance. Por cierto dicho festival lleva el nombre de su personaje en la gran Dos hombres y un destino papel que en su día rechazó Steve McQueen y por el que fue recomendado por su amigo Paul Newman, que por entonces apenas se conocían y fue desde ese encuentro donde forjaron gran amistad. La sintonía entre ambos haría que cuatro años después harían duo en la genial película El golpe en la actualidad sus encuentros son habituales y hace poco se rodó un simpático reportaje en Westport localidad donde vive Newman, fue allí en Nueva Inglaterra donde ambos recordaron tiempos pasados y hablaron entusiasmados sobre sus vidas sin parar de gastarse bromas.

La vida de Redford estuvo plagada de obstáculos y de interpretacíon, algo que sin duda ayudaría a superarlos.

Su juventud estuvo marcada por turbulencias de todo tipo. La muerte de su madre cuando sólo tenía 18 años y su aversión hacia los estudios hicieron que tardara en encontrar su camino. El alcohol y las pandillas callejeras sustituyeron su pasión por el deporte y, con 20 años, decidió largarse a Europa para ser pintor.

Entre París y Florencia (escapadita incluida a España) se gastó todo el dinero y, más centrado, decidió volver para empezar su carrera como actor. Estudió interpretación en Nueva York, se casó y tuvo tres hijos al tiempo que se centraba en el teatro. Primero debutó en Broadway y, poco más tarde, en 1962, hacía lo propio en el cine con War Hunt.

Sin embargo su gran año fue 1969. Ese año Redford protagonizaría Descalzos por el parque junto a Jane Fonda y meses más tarde la citada Dos hombres y un destino junto a Paul Newman. Encumbrado ya definitivamente el rubio actor consiguió imponer su talento a la etiqueta de sex symbol y gracias a títulos tan memorables como Las aventuras de Jeremiah Johnson,(peli que recomiendo con fervor) El candidato, El golpe, Todos los hombres del presidente o Brubaker(Otra magistral) se ganó el respeto de todo el mundo del celuloide.

Conseguidos sus propósitos como intérprete se marcó nuevas metas y en 1980 dirigió Gente corriente, su primer filme como realizador. Con esta cinta ganó el Oscar a la mejor película y al mejor director. (curiosamente como actor no había conseguido ninguna estatuilla) y desde entonces ha intercalado sus apariciones delante y detrás de la cámara. También ha hecho incursiones en el campo de la producción y se ha volcado en ayudar al cine independiente desde su centro de operaciones de Sundance, en Utah, donde también tiene su rancho.

Robert Redford, el mito, acumula una carrera sembrada de éxitos y reconocimientos: nominado al Oscar como mejor actor por El golpe, ganador de una estatuilla por Gente corriente y vuelto a nominar por la dirección de Quiz Show, Redford recibió el Oscar Honorífico por el conjunto de su carrera en el año 2002. Un premio emblemático para un personaje más que emblemático.
Sin duda recomiendo Los tres días del condor, Brubaker, Las aventuras de Jeremiah Johnson, y como no su amor reflejado en la pantalla hacia la naturaleza y la fotografía de los espacios abiertos porque sí, este rubio es El hombre que susurraba a los caballos
Los tres días del condor, comienza la cuenta atrás… trailer original.
http://www.youtube.com/watch?v=g21N7twyILU

Ernest Lubitstch, irónico rey midas

Ernst Lubitsch nació el 28 de enero de 1892 en Berlín, en el seno de una familia judía, dedicada a la sastrería, negocio que abandonaría a los 18 años ante la llamada de su vocación que se inclinaba claramente por el mundo del cine. De este modo, comienza una carrera como actor, que le conduciría a unirse al teatro alemán de Max Reinhardt en 1911. Durante dos años fue ganando experiencia sobre los escenarios, lo que le valió para protagonizar películas cómicas a partir de 1913 e incluso, comenzar a dirigirlas sólo un año después. El éxito le llegó en todas sus facetas artísticas con prontitud, por lo que siguió compaginando sus labores cinematográficas con las actuaciones en el teatro.
Su gusto por el teatro le hizo incorporar al cine ciertos toques de comedia ligera que tan habituales eran sobre el escenario, innovando de esta manera el anquilosado cine alemán y aproximándolo al más vanguardista del otro lado del océano. De esta forma, sus trabajos se hicieron más elaborados y se alejaron de la levedad y superficialidad que estaban imperantes hasta entonces en la gran pantalla, logrando dotar a sus títulos de un sello inconfundible. Buenos ejemplos de esta labor de innovación son La princesa de las ostras (1919), Madame Du Barry (1919), El gabinete del doctor Caligari(1919), El gato montés (1921) y La muñeca (1919). Madame Du Barry fue la primera película alemana que se distribuyó en EEUU, mientras que, por su éxito, no se puede dejar de mencionar El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene.
Gracias a la notoriedad que consiguió con sus trabajos, Mary Pickford insistió en que el cineasta alemán se trasladase a Hollywood para dirigirla en Rosita, la cantante callejera (1923), filme que le valió un contrato con la Warner, en cuyos estudios llevaría a cabo sus mejores trabajos de la etapa americana: Los peligros del flirt (1924); La viuda alegre (1934); La octava mujer de Barba azul (1938); Ninotchka (1939); El bazar de las sorpresas (1940), auténtico canon de la comedia interpretada por el inigualable James Stewart; Ser o no ser (1942), considerada por la crítica como una auténtica obra maestra; y El diablo dijo no (1943). Prácticamente todas sus obras fueron versiones de antiguas comedias europeas, lo que dotó al cine americano de una frescura en el trato de ciertos temas que le alejaba de su encorsetamiento habitual. Culminó su carrera ejerciendo tareas de producción para la Paramount, labor en la que consiguió descubrir y abrir camino a cineastas de la talla de Billy Wilder o de Otto Preminger. El genial Ernst Lubitsch falleció en el año 1947, a la edad de 55 años.

Rey midas de un cine americano seco con ganas de agua que lo refresque, fue este alemán de origen judío el que regó de fotogramas frescos de mañanas de rocío sobre el maíz de una industria que dejaba de ser agrícola. Ser o no ser ya no era una cuestión de aquel prícipe danés llamado Hamlet, y es que podía preguntarse lo mismo «Lubi» que con el cigarro retorcido y humeante de sus ideas aportó la esencia irónica de la nueva comedia que hoy todavía no ha envejecido, y es que su cine en blanco y negro colorea nuestras sonrisas. 😀 Os dejo con una escena de Ser o no ser:

Claudia la bella.


Claudia Cardinale nació el 15 de abril de 1939 en Túnez, de padres italianos.

Su nombre real es Claude Josephine Rose Cardin, tuvo su entrada en el mundo del cine tras ganar un concurso de belleza tunecino en 1957. Hizo su debut cinematográfico en Goha (1958) y ese mismo año tuvo un papel en un éxito internacional menor I soliti ignoti. Su carrera inicial fue ampliamente dirigida por el productor Franco Cristaldi. En la década de los años 60 apareció en muchas películas italianas o cofinanciadas por Italia incluyendo las de Luchino Visconti: Il Gattopardo (El gatopardo, 1963), Rocco e i suoi fratelli (1963) y la de Federico Fellini: 8½ y la épica de Sergio Leone Hasta que llegó su hora (1968).

Cardinale nunca hizo un intento real de entra en el mercado estadounidense ya que no estaba interesada en dejar Europa por un periodo extenso de tiempo. Aunque el verdadero motivo siempre fue que nunca dominó bien el inglés. Sus películas de Hollywood incluyen Circus World (1964), The Pink Panther (la pantera rosa)(1964) Blindfold (1965) y The Hell With Heroes (1968).

Una fotografía de Cardinale apareció en la portada artística del álbum Blonde On Blonde de 1966 de Bob Dylan; Como la foto se usó sin el permiso de Cardinale, en las siguientes ediciones la foto se eliminó de la carátula.

Ha aparecido en más películas buenas de Europa que la mayoría de sus contemporáneas. Su actuación en la película Sandra de Visconti es está considerada como hipnotizante, haciendo el papel de una superviviente del Holocausto con una relación incestuosa con su hermano. En la película La Storia (basada en la novela de Elsa Morante) de Luigi Comencini, Cardinale interpreta una viuda que cria a un hijo durante la Segunda Guerra Mundial y fue otra actuación de Cardinale bien recibida.

Otras actuaciones de Cardinale que están consideradas importantes incluyen la película La chica de la maleta de Valerio Zurlini y Libertad, amor mío de Mauro Bolognini.

Cardinale continúa activa en el cine Europeo, sus últimas películas incluyen Qui comincia l’avventura (1975), Fitzcarraldo (1982), La Storia (1985) y Un homme amoureux (1987).

Se ha casado sólo una vez (con Franco Cristaldi) pero ha estado viviendo con el director de cine Pasquale Squitieri desde 1975, y tiene dos hijos. Su hijo Patrick nació de un matrimonio con un misterioso hombre francés cuando la actriz tenía sólo 17 años; aunque siempre se ha rumoreado que fue fruto de una violación, en todo caso nunca se supo la identidad del padre, Cristaldi lo adoptó posteriormente. Tiene una hija (también llamada Claudia) con Squitieri.

Claudia Cardinale es una mujer liberal con convicciones políticas fuertes. Está involucrada en temas a favor de la mujer y del colectivo gay. También está involucrada en muchas causas humanitarias. Actualmente París es su hogar. Escribió una autobiografía, Moi Claudia, Toi Claudia. En 2005, también publicó un libro en francés, Mes Etoiles, sobre sus relaciones personales y profesionales con muchos de sus directores y compañeros de reparto durante sus cerca de 50 años en el mundo del espectáculo.

Su indiscutible belleza tanto física como interior le han hecho convertirse en una estrella imágen de cine, talento innato superior al artístico, su sonrisa letal de pícara niña mala es sin duda algo especial; una niña bella que siempre fue mujer. En mi salón tengo varias fotos de ella… Claudia la bella.

Michael Caine, implacable, impecable


Maurice Joseph Micklewhite, ese es el verdadero nombre de Michael Caine. El apellido lo adoptó de su película favorita el motín del Caine, nació un 14 de Marzo de 1933 en el barrio londinense de Berdmondsey, padre estibador y madre empleada del hogar, de familia humilde tuvo duros comienzos, se alistó en el ejército y luchó en la guerra de Corea. Despúes trabajó en muy variados oficios mientras iba a clases de interpretación, recaló en el teatro Horsham Repertory Company. Y por aquel entonces compartía piso con el también actor Terence Stamp.

Hell in Corea fue su primera incursión en el mundo del cine de las manos del director Julian Amyes en 1956. 2 años despúes trabajaría en la llave y varios trabajos mas de menor importancia, fue en 1964 cuando se dió a conocer mundialmente con Zulú, y Alfie por la que fue nominado al Oscar. Títulos destacables como la batalla de Inglaterra y destacar el film Comando en el mar de la China (una de mis favoritas de este actor) corría el año 70 y contiene una magnífica banda sonora. Después (1971) la magistral Asesino implacable(Get Carter). Al año siguiente recibiría su segunda nominación por La huella, en 1975 protagonizó la legendaria el hombre que pudo reinar, o la dirigida por Sturges Ha llegado el Águila. Inolvidable Vestida para matar, y la «simpática» peli La mano. Educando a Rita obtuvo su tercera nominación. Por fín se lo llevó con Hannah y sus amigas y Las normas de la casa de la sidra como mejor actor secundario. Desde el año 2000 es Sir, título nobiliario otorgado por la Corona Británica. Otro título que recuerdo ahora con mucho cariño es la inolvidable Evasión o Victoria. Os dejo con el comienzo de la ya mítica Get Carter, que en España se tituló Asesino implacable, como él implacable, frío y elegante caballero inglés Michael Caine.

http://www.youtube.com/watch?v=ZbWztb49ziE

Siempre me recordará a alguien que solo ella sabe.

mi corazón dice que ayer la ví, hoy la miro en el televisor de mi alma, ese que de vez en cuando se enciende para darme algo intenso y cierto. Belleza mediterranea es ella Sophía Loren, la fiera salvaje llena de ternura y cariño que solo el mar de Italia puede naufragar.
Al girar la vista para ver el pasado me queda su sonrisa, sus películas y su exhuberancia, el presente incierto de una actriz que parece retirada, su corazón está en la pantalla, su cuerpo en las italias y su recuerdo… ¿donde está su recuerdo?

Sofia Villani Scicolone nació en Roma; 20 de septiembre de 1934, actriz italiana, conocida como Sophia Loren. Hija de la maestra de piano Romilda Villani y el ingeniero Riccardo Scicolone, creció en Pozzuoli (cerca de Nápoles) durante la Segunda Guerra Mundial.

Loren comenzó su carrera en actuación a comienzos de la década de 1950, con pequeños papeles en películas italianas. En esos tiempos, actuó como extra junto con su madre en la película Quo Vadis, que fue filmada en Roma. Trabajó también como modelo en fotonovelas semanales (fotoromanzi), acreditada como Sofia Villani o Sofia Lazzaro. Fue modelo en varios concursos de belleza, donde ganó varios premios y conoció a su futuro marido, Carlo Ponti, productor de películas, con quien se casó el 17 de septiembre de 1957. Juntos tendrían dos hijos, Carlo Ponti Jr. y Edoardo Ponti. El matrimonio fue anulado temporalmente para evitar una demanda legal contra Ponti, y se casaron nuevamente en 1966.

Su carrera comenzó a despegar cuando conoció, en 1954, a Vittorio De Sica y Marcello Mastroianni. Para la segunda mitad de la década de 1950, Loren era popular en Hollywood, protagonizando películas junto con Frank Sinatra y Cary Grant. Loren firmó un contrato por cinco películas con los estudios Paramount. Entre sus trabajos de esta época están Deseo bajo los olmos (Desire under the elms, con Anthony Perkins), Houseboat (con Cary Grant) y Heller in Pink Tights, bajo la dirección de George Cukor, en 1960.

Sophia Loren se ganó el respeto de la audiencia por su participación en dramas y comedias, especialmente en proyectos italianos, donde era más libre para expresarse. En 1960, su desempeño en Dos mujeres, de Vittorio de Sica, le proporcionó varios premios, entre ellos el de mejor actriz en los festivales de Cannes, Berlin y Venecia. Además, ganó el premio Oscar como mejor actriz, siendo la primer persona que lo ganaba con una actuación en un idioma diferente al inglés. No obstante su típica apariencia de una actriz hermosa, pero cabeza hueca, Loren era reconocida por su inteligencia y agudeza. Uno de sus dichos más frecuentemente recurridos, se refiere a su dieta: «todo lo que ven, se lo debo al spaghetti».

En 1980, Sophia Loren tuvo el raro privilegio de actuar como ella misma y como su madre, en el filme biográfico para televisión. La película estaba basada en su libro autobiográfico titulado Sophia: su propia historia. Su nombre apareció en los encabezados de todo el mundo en 1982 por razones extraartísticas, pues recibió una sentencia de cárcel de 18 días, por evasión fiscal. Este evento no dañó su popularidad ni su imagen.

Ya en sus sesentas, Loren fue más selectiva en sus papeles, y además incursionó en otros tipos de negocios, publicando libros de cocina, publicitando anteojos, joyería y perfumes, siendo la primer actriz en lanzar una fragancia propia. Actuó en la película Prêt-à-Porter, de Robert Altman, y en la comedia Grumpier Old Men (Dos viejos más gruñones), junto con Walter Matthau y Jack Lemmon.

En 1991, Loren recibió un Oscar honorario por su contribución al mundo del cine, y fue declarada uno de los tesoros mundiales del cine.
http://www.youtube.com/watch?v=I5WjiXfSevM

Adivina quién viene a cenar esta noche…

http://www.youtube.com/watch?v=LKRH8mpUHAU
Es ella, Katharine Hepburn, La niña rebelde de fuerte personalidad y pelo rojo como el fuego de su cuerpo, angulosa y demasiado bella para ser guapa, gloria de un día como bien la define el título de su primera oscarizada película. Después del gran premio cayó en la crisis de esa industria desalmada… pero no estaba acabada ni mucho menos como algun necio pensaba, ahí estaba el hombre de su vida Spencer Tracy coincidiendo con el resurgir del mito fémino del poder. adivina quién viene a cenar esta noche, el león del invierno y en el estanque dorado, fueron los otros tres trabajos premiados con la estatuilla, ya iban cuatro. Sueños de juventud convertidos en realidades contando historias de filadelfia siendo siempre ella misma, aquella que llegó a ser Reina de Africa. De repente el ultimo verano del atardecer de tus cabellos… se parecía a sí misma como dijo George Cukor, luego las chicas empezaron a imitarla y la década se pareció a ella.

Katharine, nacida en 1909 (aunque algunos biógrafos apuntan 1907), en Hartford, cuyo primer apellido era Houghton, hija de un prestigioso dentista, de origen irlandés, y de una enaltecida sufragista, ya debutaba a los tres años en los espectáculos feministas que organizaba su madre. Con el paso del tiempo, su padre no veía con buenos ojos que Katharine se dedicase a esta “vida de disipación y lujuria” y la mandó a la Byrn Mawr University, donde estudió Física, aunque, dado su carácter rebelde, abandonó la carrera, para dedicarse a lo que su madre le había imbuido de muy pequeña: el teatro. Secreta, voluntariosa, brusca, decide ser actriz, cuando solamente contaba con 19 años. Pero su carácter testarudo e impetuoso no le facilita las cosas, yendo de fracaso en fracaso. No obstante, cuando llega a actuar en Broadway la crítica y el público la alaban hasta el punto de que los estudios R.K.O. la contratan para hacerla debutar como protagonista en la película “Doble sacrificio” (1932),de George Lucas, teniendo como “partenaire” a John Barrymore. Con el orgullo y coraje que la iban a caracterizar toda su vida, mantuvo su papel dignamente e hizo de esta su primera interpretación en la gran pantalla un triunfo personal y una estruendosa revancha hacia los infortunios que pasó en el teatro, aparte de hacerse amiga del director, con quien, más tarde rodaría muchísimos más títulos.

Comenzaba a emerger su irrespetuosa forma andrógina. Por los estudios, antes del rodaje, viste pantalones y se calza unas simples sandalias, teniendo que hacer frente a una sociedad que resaltaba la feminidad, las curvas, la “femme fatale”. En sus siguientes interpretaciones, sin embargo, Katharine va a ser un poco la jovencita simbólica, alternando las heroínas enérgicas y modernas, con las delicadas interpretaciones al estilo de la novela rosa.

El tiempo, como casi a todos, le va a dar la razón a nuestra heroína. Ahora nos vemos afectados a la vez por el modernismo de su estilo y de su actuación, y por la novedad total de su belleza de elfo farsante, todo asperezas y ángulos. Para Cukor, ella era la inolvidable Jo de “Las cuatro hermanitas” (1933), casi un muchacho pero más mujer que las coquetas de sus hermanas. Para Lowell Sherman, representaba el atrayente retrato de una joven advenediza en “Gloria de un día” (1933),que le proporciona su primer Oscar, cuando contaba solamente 24 años.

No obstante, la carrera de Katharine, en sus comienzos, estaría salpicada de éxitos y fracasos. En el año 1935, el triunfo en “Sueños de juventud”, de G.Stevens, donde encarna a una joven provinciana modesta atrapada en la cruel trampa del juego social, consiguiendo hacer la interpretación más reveladora de la década. El fracaso viene de “La gran aventura de Silvia”, magnífico híbrido en el que la comedia americana se entreteje con la Inglaterra de Charles Dickens. En la cima de su arte y de su esplendor, Katharine, deliciosamente travestida de muchacho, con el sombrero sobre el ojo y el pelo corto, hace un brillante papel, pero la crítica y el público no la aceptan y las pérdidas económicas son enormes, por lo que vuelve, tras rodar otros filmes, como la alocada “La fiera de mi niña”, a reconquistar su gloria en el teatro.

En 1940 regresa a Hollywood, con su gran éxito teatral, “Historias de Filadelfia”, del que con justicia se guardó los derechos de adaptación. Comenzaba su reinado como superestrella de la MGM. Brillante, sofisticada, de una voz alta mantenida, pero los ojos vulnerables y llenos de emoción, daba a su feminismo elegante y alegre un estilo propio y mucho encanto. Fue entonces cuando surgió la idea de ofrecerle como compañero de reparto a Spencer Tracy, en “La mujer del año” (1942), de G. Stevens. Un encuentro privilegiado tanto en la vida real como en la pantalla, que dio lugar a la creación de una de las parejas más bellas del cine. Desde esta primera participación conjunta, el equilibrio entre ellos se hizo evidente y esplendoroso: los nervios, los ataques repentinos y los excesos de Katharine venían a romperse como las olas contra la solidez, la calma olímpica y la serenidad de Spencer.

En la vida real, los dos vivieron juntos hasta la muerte de Spencer Tracy, ocurrida en 1967. No llegaron nunca a casarse debido a que él lo estaba desde 1922 con Louise Treadwell, y como era católico, no llegó a admitir el divorcio con su esposa. Ella, por su parte, había contraído nupcias con Ludlow Ogden Smith, en 1928, hasta 1934, aunque biógrafos acreditados apuntan que Katharine se separó de su esposo a los 21 días de la boda.

El seguir relatando la vida profesional de nuestra protagonista sería reincidir en lo que aquí queda reflejado. Míticos títulos, amén de otros no tan brillantes, adornan una filmografía donde se agolpan cientos de títulos, desde el primero, ya mencionado, “Doble sacrificio”, (1922) hasta el último “Un asunto de amor” (1994), de Glenn Gordon Caron, aparte de sus geniales dotes de actriz de teatro, televisión, así como de escritora, faceta ésta de la que ya escribiré a continuación.

Nos ha dejado, pues, una estrella rutilante, de prestigio, de personalidad innata. Con la muerte de Katharine, aunque ya hacía tiempo que la habíamos perdido, se nos va un símbolo, una mujer nacida para ser actriz, pero con el añadido de excelente y sublime.

De todas formas, no la perderemos para siempre. Un agudo y clarividente periodista francés escribió lo siguiente: “Las personas ya nunca morirán, las podremos seguir viendo siempre vivas”, después de ver la primera película que oficialmente presentaron los hermanos Lumière el 28 de diciembre de 1895, en los bajos de un café de París. Así, pues, a nuestra heroína de hoy la podremos seguir viendo VIVA hasta que a nosotros nos llegue la muerte.

ANECDOTARIO

Katharine cultivó varios géneros, aparte del que la hizo famosa en todo el mundo. Tal es el de escritora, destacando en esta faceta tras el rodaje de “La reina de Africa”, (1951), de John Huston, que la motivó para publicar el libro titulado “Cómo fui a Africa con Bogart, Bacall y Huston y casi pierdo la razón”, de rico contenido y bien explícito de lo ocurrido durante el rodaje de dicha película.

También hizo incursiones en el mundo de la canción, en la década de los cuarenta, cuando la Metro Goldwyn Mayer inició una campaña para lanzar discos cantados por sus estrellas. La Hepburn también se unió a las actrices cantantes interpretando canciones de Cole Porter.

Y sigue la lista de sus aficiones: en su juventud ganó varios trofeos nacionales por su habilidad en el patinaje artístico.

Fue objeto de la famosa “Caza de Brujas” y las conservadoras a ultranza emplearon su peor veneno contra ella, así como para otros genios como Bogart, Orson Welles, Charlie Chaplin, Greta Garbo y otros.

Ya está comentado ampliamente su carácter, pero para mejor definirlo, en el libro de Juan Pando, “Hollywood al desnudo”, se apunta lo siguiente: “Katharine Hepburn espera a terminar “De repente, el último verano” (1958) para expresarle todo su odio al director Joseph Mankiewicz. El cineasta se había pasado todo el tiempo humillando a Montgomery Clift, arruinado por el alcohol y las drogas. Tras filmar la última escena, Hepburn le preguntó a Mankiewicz que si estaba seguro de que ya no iba a necesitar para nada más a Clift y a ella. Cuando el director le confirmó que no, con todo el equipo de rodaje delante, le escupió en la cara”,

John Sturges, discreto y brillante.

Siempre he dicho que un director es realmente bueno cuando se sabe mas de sus películas que de su vida, no siempre es así pero si es el caso de quien nos ocupa, el gran Sturges nos dejó un legado memorable, que siempre recordamos con cariño y pasión, esa pasíon que de su mano nos transportaba hasta el momento de la acción, momentos siempre sencillos y magistrales a la vez, extraña conjunción. Hacía posible que fueras uno de Los siete magníficos, que escaparas con McQueen en La gran evasión que te sumergieras junto a Rock Hudson en un submarino hacia la Estación Polar Cebra, que tuvieras un Duelo de titanes, o que miraras tu rejoj para saber cual era La hora de las pistolas, recuerdo siempre la canción que tarareaba Spencer Tracy ¡Ay mi pescadito! a bordo de aquel barco de nostalgia con el niño de su vida de infancia triste, El viejo y el mar. Fue sin duda el director del irrepetible Steve McQueen, su mentor, el hombre que sembró de fama el camino de la estrella, fue en 1959 cuando le dió la oportunidad que no desaprovechó en Cuando hierve la sangre, junto a Frank Sinatra se adentrarían en una jungla de acción. Steve había trabajado en The blob, y como secundario en Marcado por el odio, pero sería gracias a Sturges donde lanzaría su meteórica carrera.

John Sturges siempre ha estado ahí, sin hacer mucho ruido pero dejando una herencia eterna, la dirección de uno de los grandes sin duda. Defendiendo desde sus inicios Fort Bravo, magistral en Conspiración de silencio, navegando junto a La sirena de las aguas verdes, cabalgando Caballos salvajes, siendo amigo de Joe Kidd, y dando portazo final a su carrera con Ha llegado el águila… y es que John Sturges nunca dijo ADIÓS.

Os dejo con una gran secuencia del film titulado McQ, dirigida por el Sr. Sturges, una peli de las menos conocidas pero no menos grande, por eso ahí va 😀
http://www.youtube.com/watch?v=YPtQuqC68Fs

La gata de vainilla.

http://www.youtube.com/watch?v=m954wDTXZ5o
Talento y belleza cautivadora son las bazas de esta dulce rubia de ojos llorosos, algo que siempre aceptó como un «complejo», lo sé, increible pero cierto, es la gata de vainilla, la que descendió de aquel ascensor con la clase felina de un cisne de cristal frío como el hielo, en ese vaso de whisky sumergida y aburrida por el precio del poder, un vaso sostenido por un magnate de poca monta que Toni Montana se lo arrebató para bebérselo de trago. Es Brian de Palma el que nos da a conocer esta belleza delicada de suaves movimientos, divertida por momentos interesante pero apática, estiloso look el de una mujer que solo sabe dormir entre sábanas de seda, esta diseñada para el glamour aunque no quiera, sensual delgadez la que nos atrae tiernamente.

Tres nominaciones al Oscar para una actriz que fue Miss Condado de Orange, y que después trabajó de cajera en un supermercado que nadie se fijaba en los precios 🙂 , despúes estudió arte dramatico y comenzó con alguna serie como delta house, o fantasy island, también pequeñas películas como the hollywood knights, su debut importante fue Grease 2, pero su salto al cine de verdad fue en Scarface, el precio del poder junto al carismático Al Pacino.

Michelle Pfeiffer tiene trabajos destacables como Historia de lo nuestro, Cómo ser John Malkovic, El sueño de una noche de verano, Un dia inolvidable, Íntimo y personal, Mentes peligrosas, Batman vuelve, Conexión tequila, Las brujas de Eastwick, Dulce libertad o Lady halcón.

Sus trabajos mas serios serían Amistades peligrosas y Los fabulosos Baker Boys, medalla de bronce daría a Por encima de todo. Por la segunda le dieron el Globo de Oro. Sus últimos trabajos son Yo soy Sam, La flor del mal y Lo que la verdad esconde. Si hay algo que esconde la verdad…sin duda son los ojos de la Pfeiffer esos ojos de ensueño que me hacen besarla en cada fotograma de su mirada.