Cuatro años pensando que con el cambio iba a desaparecer Navarra y al final va a ser el PSOE quien ejecute el plan desde la Moncloa
Bueno, pues ya está. No hay nada que hacer. Euskadi va anexionar Navarra. Cuatro años tomando por dementes a quienes decían que todo esto iba a desaparecer y resulta que tenían razón. Y encima no va a ser por culpa de Barkos y su gobierno bolivariano-separatista, sino por el malvado Pedro Sánchez, que es como los del PSN en Navarra pero de izquierdas. Y además separatista. Así lo decía al menos esta semana totalmente en serio El Cloacas Inda en la cosa esa que tiene en internet con el nombre de OK Diario. “Moncloa diseña la unión fiscal de Navarra y País Vasco de cara a un referéndum de anexión”. Así, a todo trapo y con luces de neón.
Luego el texto no daba más detalles que no fueran lo de que los vascos son muy malos y fíate tu de los catalanes. Y que “Pedro Sánchez cuenta con un Gobierno separatista en la próxima legislatura”. Aunque luego no quedaba muy claro de quién se quiere separar el presidente del Gobierno de España.
Total, que la cosa venía a ser algo más o menos así: Las derechas van a perder las elecciones. Todas, las que van de Vox a Falange, pasando por Ciudadanos, UPyD, PP y lo que una vez se llamó UPN. Y las va a ganar el PSOE. Pero como no va tener votos suficientes para gobernar, Sánchez, que es malo malísimo de la película que se han montado, va a vender Navarra al PNV y a Bildu en plan sacrificio azteca para garantizarse un sillón en Madrid.
“Moncloa prepara cesiones de fuerte calado para agradecer el apoyo de los nacionalistas vascos, catalanes y proetarras”, explicaba Inda en un texto en el que no daba ni un solo dato, pero en el que afirmaba incluso que “un grupo de expertos del Ministerio de Hacienda ha recibido ya el encargo de trabajar para la unión fiscal vasca y navarra de cara a un referéndum de anexión de ambas autonomías”. O sea, que Navarra no solo es que vaya a desaparecer, es que lo mismo para Sanfermines ya somos la capital de Euskadi. Y a ver quién saca luego a los guipuzcoanos de Sendaviva.
La cosa es tan cutre que no merecería mayor atención si no fuera por lo mal que huele el panfleto de Inda, que todos estos años ha servido como correa de transmisión para los bajos fondos del Ministerio del Interior. Y si esta gente es capaz de falsificar documentos oficiales, espiar a políticos y construir mentiras informativas para acabar con Podemos, tampoco se van a cortar mucho si se trata de devolver Navarra al bando nacional.
De la bola rápidamente se hizo eco la versión local de Pedro J, que ya no es que copie las noticias, es que directamente plagia las mentiras. “Desvelan que Moncloa ya diseña la unión fiscal entre Navarra y País Vasco de cara a una futura anexión”, apuntaba en su web. Y como la derecha navarra anda un poco desesperada con esto de que Ciudadanos vaya por ahí diciendo que se va a cargar el Fuero, pues se ha tirado al barro de tripada. “Si se confirma es gravísimo”, decía Ángel Ansa. “Es exigible absoluta transparencia para saber si Sánchez juega con el futuro de Navarra a cambio de seguir en Moncloa”, apuntaba Amelia Salanueva. Si a eso le sumamos la ayuda de cuentas falsas en las redes sociales, un poco de WhatsApp y muy poca decencia, ya tenemos bulo.
Hubiera sido la noticia de la semana si no fuera porque estos días también ha pasado por aquí la Korrika, y a la derecha navarra pocas cosas le hacen rabiar más que ver a mucha gente apoyando el euskera. Que no es que odien el idioma, que un poco sí, es simplemente que les molesta verlo. Para ellos es como el sexo, te lo permiten si te lo montas en casa y con la luz apagada. Y sin mezclas raras, por supuesto. Pero claro, que vayas por ahí haciendo ostentación como si fuera algo normal, pues mal. Y menos si encima adornas el testigo con una ikurriña, “con lo que eso significa”.
Total, que han puesto el grito en el cielo. “Repugnante”, “un insulto a los símbolos propios de Navarra”, “deleznable”, “falta de respeto” o “una pretensión independentista” son algunas de las caricias que la gente de UPN ha dicho sobre la Korrika. Hasta Alberto Catalán se ha quejado de que algunos colegios hayan celebrado su propia carrera, lo que a su juicio supone un ataque a los “derechos de los escolares y sus familias”. Y eso que era algo que hacían cuando él era consejero de Educación. Suerte que al final ha salido Carlos Salvador del letargo en el que andaba desde que se quedó fuera de las listas electorales a cerrar el debate explicando a la gente de bien que la Korrika es ETA, y que en realidad “va de ensalzar a terroristas etarras”.
Habrá que tomárselo como un aperitivo, porque la campaña viene fuerte. Al candidato de Vox al Congreso por ejemplo le ha dado por citar pasajes de El Señor de los Anillos, que es una película muy entretenida en la que los buenos acaban matando a todos los malos. Y esta gente enseguida se viene arriba cuando recuerda sus azañas en los viejos tiempos. “Es hora de que las alianzas de las gentes libres de la Tierra Media sean forjadas. Los Orcos campan a sus anchas sin ocultar sus pactos. La gran batalla de las ideas largamente abandonada ha llegado”. Ya lo decía Jack Sparrow en Piratas del Caribe, a veces la única salida cuerda en un mundo de locos es la locura. Y estos están muy zumbaos.
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