2018 ES VÍSPERA DE 2019, QUE ES AÑO ELECTORAL, Y A MÁS DE UNO LE HAN ENTRADO LAS PRISAS
Alguien le dijo una vez a Carlos Gimeno, el parlamentario gruñón del PSN, que hay dos tipos de personas, “las que trabajan y las que solo buscan el mérito”. “Me aconsejó que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia”, explicaba esta semana en un artículo, en el que lamentablemente no aclara en qué grupo se incluye él. Pero sí el Departamento de Educación que, según afirma, no quiere una “educación publica de calidad” ni un proyecto “amplio y plural”. Solo “contentar los anhelos del nacionalismo vasco”.
Un cabreo monumental el que tiene Gimeno porque algunos centros que ofrecen el PAI han decidido reducir las horas que hasta ahora daban en inglés, y que según relata, son precisamente los que tenían “menos recursos”. Lo que significa que, o antes los tenían y se los han quitado, o que se les había implantado el programa de inglés sin dotarlos de medios suficientes. Y no está claro qué es peor. O que los equipos directivos de los colegios, ahora que no les obligan a meter horas de inglés a peso, quieren hacer méritos para agradar al Gobierno y fastidiar a la oposición. Que también puede ser.
Que ya estamos en 2018 y eso es víspera de 2019, año en el que se volverán a repartir asientos en el Parlamento y más de uno le han entrado las prisas. Por de pronto Javier Esparza ya es candidato de UPN después de superar unas primarias exprés sin que esta vez le haya venido nadie a exhibir su pedigrí regionalista. Una semanita de trámite y a correr. “Hemos querido hacer las cosas con tiempo para planificar y preparar equipos. Cada vez queda menos”, explicaba Esparza, que viene contando los días que faltan para las elecciones desde que perdió las últimas.
Así que ahora que el jefe ya tiene asiento seguro, toca hacer la lista al Parlamento. Y ahí la criba va a estar más jodida. Porque aquí todos cantan aquello de que ya falta menos, pero a ver quién es el guapo que se pone del número 15 para abajo.
Desde luego, quien se merece un sitio bien arriba es José Andrés Burguete, que es más listo que un gato y que desde que echó la persiana de CDN se ha aprendido la lección al dedillo. Tanto, que nos avisa de que “lo preocupante ya no es ese cierto temor de que vienen los vascos”, porque “el peligro está en casa”. Ya están aquííííí…
El consejero que quiso acabar con el problema de la vivienda sembrando billetes en Guendulain ha llegado a la conclusión de que “las acciones más importantes que está desarrollando este Gobierno, en el orden identitario y de la gestión, van encaminadas a un empobrecimiento de la sociedad navarra para demostrar-justificar un Sí a la incorporación a Euskadi”. Y ahí, claro, entra todo. El euskera y la ikurriña por descontando. Pero no solo. El plan anexionista también incluye “la política fiscal”, “la oposición al TAV”, la “persecución política” a la CUN y hasta “la deuda”.
No como antes, que se hizo el TAV, no se subieron los impuestos, se pagaba el médico privado a los currelas de la Universidad y no había deuda, no. En realidad, todo es un malvado plan para “empobrecernos” con una “gota malaya” y así “conseguir sus objetivos sin levantar la voz”. Suerte que Burguete ha encontrado el remedio: “Desenmascarar a los partidos que sustentan al Gobierno para que digan qué votarían en un referéndum para que Navarra se incorporase Euzkadi”. Por lo visto, así se acabarían todos los problemas.
Lo que pasa es que por mucho dramatismo que le pongan a la cosa, los meritorios nunca van a llegar al nivel de los clásicos. Ahí sigue, por ejemplo, inagotable al desaliento, Víctor Manuel Arbeloa, que tras mezclar datos históricos como quien monta un plato combinado, ha llegado a la conclusión de que en Navarra “el espíritu del Pueblo Vasco ha seducido también al caótico leninismo populista y al residual leninismo clásico, acostumbrados a todo, para formar el Gobierno nacionalista-independentista vasco, y autodeterminista, que es lo que más importa”. Y Arbeloa sabe muy bien que “el espíritu vasco, superior e interesado, unifica y arrastra todo y a todos”. Ojo ahí.
El nivel de conspiración es tal calibre, que a esto de arruinar Navarra y entregársela gratis a los vascos se ha sumado hasta la AVT, que esta semana incluso se hacía una foto con la presidenta del Gobierno foral. “En Navarra se educa en el odio a España y se promociona a ETA y sus terminales ¿Qué hace la AVT con Uxue Barkos?”, denuncia el siempre mesurado Hermann Tertsch. Ya verás el día que se entere de que la asociación va a participar en un homenaje a las víctimas organizado por el Gobierno de Navarra. Lo mismo acaba pidiendo su ilegalización. Al tiempo.