No he querido hacer antes un análisis de lo que pasó en Navarra en día 24 porque a pesar de que la primera lectura, en caliente, yo también la hice, es que después de cuarenta años de espera por fin ha llegado el cambio, ese cambio que llega necesita de un proceso de maduración y de acuerdo que no va a ser todo lo fácil que las cuentas podrían dar a entender. Así pues, me prometí a mi mismo no escribir nada sobre el asunto hasta que hubiera finalizado la primera ronda de contactos entre todos los partidos llamados a protagonizar el cambio.
Ayer terminó esa ronda…