A estas alturas creo que ya todos tenemos claro que Navarra va a tener el panorama postelectoral más complejo que se recuerda y con diferencia el más variado y enrevesado del estado con, muy probablemente hasta 8 fuerzas políticas para una cámara de 50 escaños. Un verdadero puzzle de difícil resolución. Donde al tradicional eje izquierda derecha se suma el identitario y, para mayor mérito de cualquiera que quiera hacer un análisis político serio, el de la entrada de las fuerzas emergentes.
Todos sabemos que el único sondeo de opinión válido es el que ofrecen las urnas unas horas después del cierre de los Colegios Electorales pero estamos ya casi en campaña y resulta un deporte nacional hacer cábalas con los únicos datos de que disponemos; las encuestas electorales.
Ya tenemos unas cuantas encima de la mesa pero, y a la espera de lo que diga GARA/NAIZ con la suya, los últimos en sumarse a esa especie de Oráculo de Delfos en que se convierten los medios de comunicación a pocos días de las elecciones, vamos a tener solo en cuenta las que parten de las empresas más pegadas al terreno, con contrastada experiencia en elecciones anteriores; CIES para Diario de Navarra y Gizaker para Diario de Noticias de Navarra y la del politólogo local Juanjo Domínguez que ya en anteriores ocasiones se ha apuntado algún éxito que otro.
Ya se que no resulta muy científico pero para construir una hipótesis he hecho la media aritmética de las predicciones de las tres con el siguiente resultado:
Atendiendo a los esquemas clásicos, a lo que piensa cada partido de si mismo y a los ejes en que navega la delicada situación política Navarra esto convierte a los resultados en, cuando menos, peculiares.
En el eje izquierda / derecha tenemos 18 escaños para el bloque de la derecha y 32 para el de izquierda, en el identitario 16 escaños para el bloque abertzale y 34 para el bloque españolista y para terminar 9 escaños alineados con las “nuevas formas de hacer política” frente a 41 de los partidos tradicionales, con las variantes de si PSN y Geroa Bai son, o los consideran los “puros” de cada lado, izquierdas, si IE y Podemos son, o los consideran españolistas o abertzales, los “puros” de cada lado y si Geroa Bai, en concreto Zabaltzen, forma parte de esas “nuevas formas de hacer política”.
Del cambio ya he escrito en otras ocasiones pero para simplificar el análisis, y que me perdonen los de UPN que creen que el cambio se sustancia con largar a Barcina para sustituirla por uno de sus consejeros afines y ello a pesar del teatrillo de la presencia, o no, en las listas de la todavía presidenta de Navarra, lleguemos a la convención de que el cambio, con todos los matices y acompañantes que se quiera, es desalojar a UPN del Palacio de Navarra.
Pero es que, además, tenemos la cuestión de las “líneas rojas” que transforma un problema de geometría política compleja en un cachondeo descontrolado que más que un análisis político requeriría de un análisis de variables, a las que, por supuesto habría que añadir Génova, Ferraz, la Complutense y lo que salga de donde quiera que tenga la sede central Sortu, confieso mi ignorancia al respecto.
Hablemos, pues, primero de los que tienen líneas rojas.
UPN solo pactará con constitucionalistas y defensores de la Navarra diferenciada, curioso eufemismo para llamar a España por su nombre, luego por su lado solo cabría un pacto a cuatro bandas UPN, PP, C’s y PSN, 25 escaños que no le permitirían sacar adelante la investidura de Esparza salvo intervención directa de la Complutense que podría propiciarla con su abstención. Poco más podríamos decir del PP o de C’s que ya empiezan por pedir la supresión del convenio y que en ningún caso optan a la investidura.
Esta luego EH Bildu que suma a UPN, PP, y C’s a los colaboracionistas del régimen con lo que en su foto tampoco cabría la investidura de Araiz con los 25 escaños de EHB, GB, Podemos e IE, salvo abstención del PSN que ya ha dicho que ni por activa ni por pasiva va a propiciar un gobierno de EH Bildu.
El siguiente de la lista es Podemos, que en su línea habitual tiene dos posturas la local que no tiene problema alguno con Bildu y la de la Complutense que sabe que se la puede jugar en las generales con algún apoyo autonómico extraño que ya descartan. A esta línea roja hay que sumar la que ponen sus líderes locales al PSN por ser casta a pesar de que con alguna buena excusa tipo Andalucía podría ser del agrado de la Complutense. En todo caso con el PSN o con EH Bildu fuera, ni con 25 ni 22 escaños están en posición de investir a Laura Pérez, salvo abstención del excluido y con el agravante de que en todo caso en su posible foto habría 1 o 2 fuerzas políticas con mayores apoyos que ella lo que complica notablemente el asunto.
El PSN, como no, también tiene sus líneas rojas, y si alguno no lo tenía claro las dejo convenientemente diáfanas Pdr Snchz el día de la rosa en Iruña, con EH Bildu “ni a heredar”, pequeño avance si tenemos en cuenta que en 2007 se cargó su propio gobierno, con la IA ilegalizada, por no pactar con Nafarroa Bai en lo que luego se dio en llamar el agostazo. Si tenemos en cuenta que estos, por lo menos de la boca para fuera también entienden por cambio lo que hemos convenido más arriba, su posibilidad de investir a María Chivite pasa por que Geroa Bai y Podemos le cedan el puesto, 22 escaños, y que los de ni a heredar se abstengan. Complicado cambio el socialista…
Y luego están los que no tienen líneas rojas, ni GB ni IE, de los que solo uno podría plantearse la investidura, en este caso la de Uxue Barkos, con dos opciones GB, PSN, Podemos, IE (24) escaños lo que requeriría la abstención de EH Bildu o GB, Podemos, EH Bildu, IE (25) que requeriría la abstención del PSN que ya ha dicho que ni por activa ni por pasiva facilitaría un gobierno con EH Bildu.
Cada uno que vaya eligiendo la opción que más le guste o preparando el voto para la segunda vuelta, pero es a lo que llevan los dogmatismos y las líneas rojas…
Y ahora me voy a por el trankimazin…
Ander Muruzabal