“La única forma de ganarnos la confianza de la gente es asumir la realidad tal como es y obrar en consecuencia”
Iñigo Urkullu. Lehendakari.
La frase que encabeza este artículo, pronunciada por el Lehendakari Urkullu en el Pleno del Parlamento Vasco en que dio cuenta del pacto alcanzado con el PSE para garantizar estabilidad a la Legislatura, puede parecer una perogrullada de libro pero en las actuales circunstancias vascas no parece que sea una mala medida quitarse las gafas de distorsionar la realidad y empezar a llamar a las cosas por su nombre, y es que la realidad en Euzkadi es la que es y no la que algunos ven, o quieren ver, en las fotos y los videos del 11S catalán.
Y la realidad de Euzkadi son tres institucionalizaciones distintas, con diferentes grados de desarrollo institucional y de autogobierno y con importantísimas variaciones en sus espectros políticos. La realidad de Euzkadi es que la CAV esta sumida en una profunda crisis económica que ha obligado al gobierno a un duro, e impopular, ajuste presupuestario y con un gobierno sin mayoría parlamentaria. La realidad de Euzkadi es que en la CFN la crisis es igual o más profunda, con un gobierno inoperante, cuando no bajo sospecha de corrupción, incapaz de sacar adelante ninguna ley o presupuesto y empeñado en acabar una legislatura que no se puede calificar de menos que de fantasmagórica y con un Parlamento que no solo no responde a la voluntad actual de los navarros sino que ni siquiera responde a la expresada en el 2011.
La vía catalana nos ha emocionado a todos los que creemos en la libertad y el autogobierno de este país que llamamos Euzkadi pero saltar desde un quinto si no tienes alas, o por lo menos paracaídas, no suele ser una buena idea y las alas catalanas son la integridad territorial, la cohesión social y un acuerdo político amplio que no existe en Euzkadi. Podemos clamar por ese acuerdo político pero ni aunque se produjese tendríamos ni la integridad territorial ni la cohesión social en apoyo del proyecto. Aquí el obstáculo no es la Constitución Española es la propia madurez política del país.
Así pues, la Vía Vasca, la Euskal Bidea, que necesitamos requiere acuerdos políticos y diálogo transversal pero para seguir construyendo este país de manera que nos permitan avanzar en la consecución de esa cohesión social y ese acercamiento territorial.
Y en ese camino están la salida de la crisis con el menor impacto social posible, la creación de empleo, el cambio del modelo económico, la mejora en educación e innovación, el mantenimiento de nuestro bienestar social, la mejora del autogobierno, el cambio político en Navarra, la reforma del Amejoramiento, la normalización de las relaciones entre ambas comunidades…
Mucho trabajo por hacer y poco tiempo para ponerse manos a la obra…
Es en ese contexto en el que el pacto firmado estos días entre el PSE y el PNV, desde las importantes diferencias políticas que les separan, puede ser una buena plataforma para ir avanzando en clave de país y más si el marco es un marco abierto a la incorporación del resto de agentes políticos del Parlamento vasco.
Cierto es que la firma del pacto va a levantar algunas ampollas y a abrir alguna vieja herida en los recelos aún recientes entre ambas fuerzas políticas, a ambas habría que recordarles que los acuerdos PNV-PSE han funcionado históricamente bien y ha sido cuando se han buscado otro tipo de dinámicas cuando se han producido problemas más grandes. Los acuerdos interidentitarios suelen ser los más adecuados para las sociedades interidentitarias.
No sería, tampoco, mala idea ir explorando entre unos y otros la translación de ese acuerdo al ámbito navarro, si es que el PSN ha decidido abandonar su deriva hacia la nada, con Geroa Bai y quien se sume, como protagonistas para propiciar la transición escamoteada en Navarra, el cambio político aplazado desde 2007 y acabar con la lenta agonía a que ha llevado a Navarra la ideología trasnochada y sectaria de UPN.
En Navarra también corre prisa y cada día de Barcina en el Palacio de Carlos III es una losa más en la tumba del Fuero navarro.
Ander Muruzabal
No se cómo te atreves a llamar tumba, al fuero navarro. Te aconsejo una cosa, mira más de Pamplona al mundo y no de Bilbao al mundo. GORA nafarroa .
Estimado Nafarroa, si del artículo sacas la conclusión de que le he llamado tumba al fuero es evidente que yo me expreso muy mal.
Yo discrepo, en Nafarroa llevamos muchos años con UPN y PSN cuidando y respetando «su» Fuero, siempre por debajo de la Constitución Española y por debajo de sus intereses partidistas, económicos y del nacionalismo español, así que ya me dirás para que nos sirve a los Nabarros el Fuero en manos de estos españoles afincados en Nafarroa.