Pasado ya el mal trago que para algunos, y me incluyo, supuso que algunos unilateralmente cambiaran el fondo y la forma de la manifestación del sábado queda ahora hacer el análisis de lo que ha supuesto para unos, los que fueron a manifestarse por los derechos humanos y la paz, para otros, los que fueron a su reivindicación política anual con los presos como tapadera y para los que no fueron…
Para los que fuimos entendiendo que los Derechos Humanos y la Paz son valores absolutos que no pueden estar mediatizados por las estrategias políticas cortoplacistas y por meros cálculos electorales, que no se puede desaprovechar la oportunidad de la paz que hemos esperado tantos años y tenemos ahora al alcance de la mano enrocándose en posturas propias de otro tiempo y circunstancia, la manifestación del sábado nos dejo un sabor agridulce, dulce por haber cumplido los objetivos con los que fuimos y con cierto amargor por haber visto como se nos pretendió utilizar para otras cosas.
Para los que fueron a organizar su parafernalia habitual, con los coros y danzas de costumbre y la escenografía cutre al uso, probablemente el sabor fue mucho más agradable dada la multitud de gente que logró reunir la convocatoria y el giro inesperado de fondo y forma. En nuestra mano estará explicarles estos días que el grito extemporáneo de unos pocos no puede desvirtuar el sentido de la marcha por mucho que sea más audible que el silencio, y que lo del sábado no fue una escenificación de unidad abertzale ni un apoyo social a los presos de ETA, fue un silencio por la paz.
Y para los que no fueron, poco hay que decir de PP y el neofalangismo magenta empeñados en la utilización de este pueblo para llenar el saco electoral más allá del Ebro siguen haciendo méritos suficientes para ser cada día más un residuo en este pueblo al que parecen haber renunciado definitivamente salvo para hacer carrera política en la Villa y Corte.
Más me sorprende la escasez de reflejos del PSE/PSN e IU en todas sus facetas y grupos, incapaces de ver que el lema y la forma eran perfectamente asumibles por su propio cuerpo social y que su sola presencia hubiera desvirtuado el interés de la IA en esa foto ficticia y les hubiera situado dentro del debate pendiente en Euzkadi, en el que por otra parte son necesarios, que es el debate de la paz. Creo que perdieron una magnífica oportunidad…
Pero no quiero terminar este artículo sin dar mi opinión sobre algunas cosas que pudimos hacer de otra manera y que en buena medida hubieran mejorado ese sabor final de la manifestación…
Una es el lema que debió ser más corto, con Derechos Humanos y Paz hubiera sido más que suficiente puesto que el acuerdo no es cosa de la calle sino del Parlamento y otra es la duda de que con las prisas quizás no se hizo lo suficiente para haber integrado a algunos de los que faltaron.
En todo caso bien está lo que bien acaba y sobre todo si no tenemos constancia de cual hubiera sido el fin de este agitado fin de semana de no haber abortado a tiempo la estrategia popular de tensionar la situación y la rara habilidad de la IA de vivir siempre mucho más cómoda en el conflicto.
Ander Muruzabal