Definitivamente la nueva deriva de la IAO va a estar llena de sorpresas y de momentos gozosos. Por si no tuviéramos suficiente con la Ópera bufa que representan estos días en sede parlamentaria los dos vicepresidentes de nuestra amada lideresa a cuenta del estado de salud de las cuentas florales, ora en planta, ora en la UCI o, como todos sospechamos, en el Tanatorio, que nos va a llevar a los navarros, como mínimo, al psiquiatra, día si, día no, ya sea Txentxo, un concejal bildutarra o el periodista de cámara de la formación insisten en las bondades del suicidio colectivo.
Como en el más currado de los guiones almodovarianos insisten una y otra vez en el esperpento, que de ninguna otra manera se puede llamar a “invitar” a tu mesa a quien previamente has puesto a caldo de perejil.
Es Nafarroa Bai quien ha malogrado la herramienta que iba a posibilitar el cambio en Navarra, es el PNV el que hace perder enteros al componente progresista de Na Bai y quién ha vampirizado la coalición y se ha beneficiado de ella, es la ilegalización la que hizo posible el éxito nabaizale y es Zabaltzen quien ha renunciado a la soberanía de Euskal Herria. Solo Bildu es quien puede rescatar el espíritu de Na Bai.
Y solo Aralar ha entendido el mensaje…
No importa nada que la IAO haya tirado por la borda la confianza del electorado abertzale navarro durante más de treinta años, que hayan contribuido generosamente a la instalación de régimen UPSN, que hayan callado lastimosamente frente a la lacra terrorista, que hayan hecho de la algarada y la actuación destemplada sus señas de identidad.
No importa nada que ni en sus previsiones más optimistas hayan llegado jamás a generar el apoyo que generó Na Bai en 2007, nada que Nafarroa Bai siga siendo la fuerza más representativa del vasquismo navarro, que hayan sido más que doblados en el consistorio pamplonés. La nueva era de paz exige su preponderancia política.
Pero lo más curioso del culebrón es que en toda la parafernalia de cantos de sirena que dedican estos días por tierra, mar y aire a Na Bai, a ninguno se le ha ocurrido hablar con Na Bai. Han propuesto la coalición a sus hijos pródigos, incluso a quienes hacen perder enteros de componente progresista a Na Bai, solo ellos pueden garantizar la pureza progresista y compensar la lacra que supone el PNV, pero jamás han hablado con Na Bai.
Porque lo que les molesta es Na Bai, la mera existencia de Na Bai, que es en si misma el espejo de su fracaso, la demostración de que se podía hacer política vasquista y progresista desde el diálogo, la tolerancia y el respeto interidentitario.
La tan cacareada unidad no sirve para nada si no tiene unos objetivos concretos y los de Na Bai están muy claros; acabar con la exclusión política de una importante parte de la sociedad navarra, hacer la transición pendiente, crear el sujeto de decisión navarro y aumentar el autogobierno de esta tierra, todo ello desde un prisma de progreso y libertad. En Na Bai convivimos nacionalistas y no nacionalistas y aspiramos a que puedan convivir muchos más en función de esos objetivos.
Pero… ¿Cuáles son los objetivos de Bildu más allá de confrontar con el estado o ir a Madrid como pueblo? ¿Es eso lo que queremos los abertzales navarros? O lo que queremos es construir una Navarra moderna, autogobernada, democrática, dueña de su propio destino y respetuosa con todas sus identidades, en una palabra; unibertzale.
Bildu ha comenzado una andadura nueva pero ni siquiera ha llegado a la primera parada y parece que ha tomado la dirección contraria. No es Na Bai ni sus componentes los que deben confluir con Bildu, es Bildu el que tiene que recorrer el camino adecuado para confluir con Na Bai, pero con esta Na Bai, no con esa de nombre indefinido y de más indefinido, todavía, mensaje que nos quieren vender con el señuelo ilusionante de la unidad abertzale y el vergonzante de la paz, que, no lo olvidemos, depende única y exclusívamente de quien la ha roto.
Afortunadamente “charlotadas” comola de Leitzao Altsasu nos dan una pista de por donde entiende la IAO los nuevos tiempos. Falta mucho camino por andar y los atajos si no tienes mapa ni conoces la compañía no suelen ser una buena idea.
Ander Muruzabal
Un comentario en «LA DESEADA SUMA DE ARALAR… Y LOS QUE VENGAN»