¿ES POSIBLE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA?

“Los ingleses se creen libres, pero se equivocan, porque solo lo son durante las elecciones de los miembros del Parlamento; desde que estas terminan vuelven a ser esclavos, no son nadie. Y en el corto tiempo de su libertad, el uso que de ella hacen bien merece que la pierdan.”

Jean Jacques Rousseau

Resulta, cuando menos curioso, constatar que mientras que la mitad del mundo islámico arde en llamas pidiendo un modelo democrático de gobierno, en los países en los que este modelo existe; los que genéricamente denominamos occidente, la abstención en las elecciones legislativas, sindicales y hasta en los mismos referendums aumenta día a día y elección tras elección en una muestra palpable del desapego de la ciudadanía con respecto a su sistema político. Pero no es solo eso, sino que las organizaciones sociales; partidos, sindicatos, organizaciones ciudadanas… son cada día más cotos cerrados a un élite profesionalizada que cuentan cada vez menos con la participación de los ciudadanos.

Tanto es así que movimientos como el 15M o los “indignados” han pillado a toda nuestra clase política con el pié cambiado al no reclamar unas u otras políticas, unos u otros derechos, todas y todos ellos vapuleados por la crisis, sino una democracia participativa, lo que Joan Prats califica de republicanismo cívico; los derechos y las libertades de los ciudadanos no son objeto de cultivo por parte de los profesionales de la política sino de la virtud cívica de los propios ciudadanos que se quieren comportar como agentes políticos activos y tomar parte en las decisiones que les afectan. No son pues movimientos antisistema como algunas voces interesadas nos han querido hacer creer sino movimientos de reforma del sistema desde el propio sistema.

¿Qué es pues lo que ha pasado para que la democracia representativa haya entrado en fase terminal cuando aun hoy es anhelada por gran parte de los que no la disfrutan?

Desde mi punto de vista son dos las claves de este impulso de cambio:

La globalización, que ha llevado a que las grandes decisiones se tomen más allá del ámbito político que nos concierne directamente, lo que anula gran parte de nuestra capacidad de decisión, con el agravante de que las decisiones de alto nivel no pueden ser aplicadas de manera uniforme en todos los ámbitos sino que deben de ser reinventadas acorde con las características de los lugares donde se pretenden aplicar; no es lo mismo aplicar una política de reducción de déficit público en Madrid con una deuda de más de 2.000 euros por habitante que en Bilbao donde apenas llega a los 10 euros.

La socialización de la comunicación producida por las nuevas tecnologías y en especial Internet y las redes sociales, que contrariamente a lo que se pudiera predecir no ha llevado a una uniformización del pensamiento sino a la individualización, al trabajo en red y a lo que se ha venido en denominar la “ética hacker”. La capacidad de comunicación, de intercambio de ideas y de creación de proyectos colaborativos que proporciona la web 2.0 a cualquiera que este a este lado de la brecha digital hace que una idea, una reivindicación o un proyecto común pueda ser creada, difundida y exigida socialmente en un momento dado constituyendo una red o grupo de apoyo, facebook o twitter son auténticos hervideros de grupos de este tipo con mayor o menor seriedad, que se disolverá inmediatamente después de conseguido el objetivo particular sin dejar rastro. Y esto es algo que desborda cualquier organización social tradicional.

Así pues, la pregunta es…

¿Cual debe ser la actitud desde la política ante esta nueva situación?

Y la respuesta es igual de clara; la PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA.

Pero la participación implica una redistribución del poder. La soberanía ya no reside en el conjunto del estado representado por una clase política por muy democrática que esta sea sino que es la suma de voluntades individuales que puede dar un resultado u otro en función del tema concreto de que se trate.

Por ello es responsabilidad de quienes gobiernan, o pretenden hacerlo, articular los cauces para esa participación so pena de que sea la propia sociedad la que los articule barriendo a toda la clase política y sustituyéndola por otra nueva. Es una cuestión de supervivencia. Y a día de hoy existen suficientes cauces tecnológicos para articularla como ha quedado suficientemente atestiguado por los ejemplos que he expuesto más arriba.

Si el e-government se caracterizó por transformar el papel del ciudadano de “gobernado” a “cliente”, la nueva gobernanza lo va a convertir en ciudadano cívico y como tal en participante directo en el diseño y las características del producto político que va a consumir y en integrante de la propia organización que presta el servicio. En la economía productiva o financiera esto ya es un hecho…

¿A qué espera la política?

Ander Muruzabal

11 comentarios en «¿ES POSIBLE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA?»

  1. Creo que la pregunta estaría mejor formulada como ¿Consentirían las estructuras de poder constituidas una democracia participativa real?

  2. permitidme que le de la vuelta a la tortilla:
    ¿no será que el sistema representativo es demasiado participativo?
    Me refiero a que el alejamiento pueblo-representantes coincide con la gestión pública demasiado condicionado por los medios, las encuestas, etc… Sugiero que nuestros representantes se “fían” o dirigen a golpe de encuestas, de sensibilidades, etc… y de allí el alejamiento.
    Y digo esto porque hay cosas que no pueden / deben ser cuestión de votación popular. Hace falta criterio, a veces técnico, a veces económico, etc… A su vez, el representante tiene que tener equipo, criterio pero sobre todo valentía y liderazgo.
    Más participación podría significar una deriva de nuestra civilización al albur de tendencias cambiantes según las modas, no basados en estudios, análisis ni de valentía política.
    ¿o no?

  3. Disiento profundamente. En la actualidad existe un desapego hacia la política no porque haya ganas de participar de otra manera, sino porque las decisiones que toman y han tomado los políticos que ejercen el poder han sido malas y nos han llevado a una situación económica lamentable.

    El problema no está, en ningún caso, en las formas de participación política sino en tener claros los objetivos y las metas que se buscan con la actividad política.

    A lo largo de la historia ha quedado demostrado que todas las rebeliones son corrientes y extremadamente aburridas. Todas están copiadas del mismo modelo, y todas se parecen la una a la otra. Su fuerza motriz es la adicción a la adrenalina y el deseo de adquirir poder personal. Todos los rebeldes son pequeños aristócratas.

    Nuestro problema, y el del mundo en general, es que hay una evidente falta de proyecto político, falta ideología y sobran las ganas de decir siempre aquello que los demás quieren escuchar.

    ¿de qué sirve una gobernanza que haga que el ciudadano sea participante directo en el diseño y las características del producto político que va a consumir y en integrante de la propia organización que presta el servicio, si NO HAY UN PROYECTO POLÍTICO?

    ¿Un diseño es mejor si lo hacen 1000 en vez de uno?. Creo que las cosas no son así.

    Por otra parte, se confunde creo que interesadamente el deseo de participación política de la ciudadanía? ¿Cuánta ciudadanía estaría dispuesta a dedicar parte de su tiempo diario a la participación política? ¿Un 2%? ¿Un 5%?¿Eso es “participación de la ciudadanía en la política” o son ganas de convertirse en parte de la nueva aristocracia?¿De qué economía productiva o financiera hablas?¿De Apple, Toyota, VW, General Electric, ….?

    No confundamos la realidad, porque esa es la mejor forma de tomar decisiones equivocadas.

  4. Interesante artículo que nos pone sobre la mesa la cuestión de la democracia representativa (casi siempre parlamentaria), su debatible salud y el posble futuro de la misma. Respecto a esta cuestión sigue gozando de gran actualidad el ya clásico libro de “El futuro de la democracia” de Bobbio traducido también al euskara por la editorial Klasikoak.

    Está claro que lo que en un momento supuso un gran logro hoy no rezuma de la salud que cabría esperar. Urtine apuntaba al gran desacierto de muchas de las decisiones de nuestro políticos a la hora de valorar el porqué de esa capacaida en la fe que los ciudadanos tienen respecto a la democracia y la adhesión o participación que muestran. Disiento en parte, pues pienso que ésta relativa crisis recae, si bien en parte en los resultados concreto y coyunturales que está dando en nuestras sociedades, en gran medida cojea por debilidades (o cuestiones pendientes a enmendar) a nivel formal.
    Y es que, en mi opinión, hay que distinguir dos aspectos cuando nos referimos a la democracia como sistema: ésta en cuanto mero proceso o en su mero aspecto procedimental, por un lado, pero, por otro, junto con ello, la democracia en tanto espíritu que poco a poco debe empapar los dinferentes niveles de nuestras sociedades. Si bien a día de hoy la democracia en su ejercicio procedimental a nivel institucional funcioa (con una participación cuestionables eso sí), el buen funcionamiento de la misma está supeditado a que con el avanzar de la historia, la misma fuera imperando en los diferentes niveles de nuestra sociedad; si bien, no tendía sentido que esperaramos que mediante la democracia instiucional se controlaran nuestra sociedad, nuestro mundo laberal, las decisiones de nuestras empresas, nuestros circulos de ocio, familia…, si que deberíamos aspirar a que si biene la democracia institucional debe dejar sitio y espacio para lo meramente social, lo meramente social, en cada uno de los ámbitos de expresión, debe funcionar cada vez más democraticamente; así nuestros círuclos, nuestras empresas se guien desde sus propios ámbitos por criterios democráticos. Estaríamos hablando de la democratización paulatina de todoas y cada una de las capas que componen nuestras sociedades, cosa muy diferente del imperio omni-absoluto de la democracia institucional o, por otro, lado de la falacia que cada vez más resuena de la democracia participativa.
    Y es que si bien, los primero caminares de la democracia (la Grecia clásica) fueron participativos, si bien la democraciá teórica que Rousseau fue participativa, ésta a día de hoy no pude sino no ser más que una mera postualcion teórica de imposible praxis, por:
    -sólo funciona en las sociedades de tamaño pequeño.
    -y a su vez en sociedades relativamente pequeñas cual la griega.
    Por eso cuando oimos ferreas defensas de la democracia participativa sobre todo de boca del MLNV no nos encontramos sino un vez más ante una trampa que pretende arremeter contra las mismas bases de la democracia formal, parlamentaria y representativa, plantear la democracia participativa como auténtico embate contra nuestras instituciones y como antagónica de la forma y base de nuestro mundo.

    Por finalizar, decir, que ante las debilidades que innegablemente muestra la nuestra democracia, la solución, o el paulatino enmiendo no puede venir sino de la mano de:

    -Una mayor democratización de otras capas de la sociedad (por debajo del alcance de la institución).
    -Una mayor difunsión de la cultura de la democracia; ya que de anda vale una maquineria de democracia formal que no esté de continuo alimentada por una cultura y espíritu (la propia democracia podría ser abolidad por la democarcia).
    -Si bien no existe el mandato impertivo en nuestras democracias (es decir, que el electo no da cuenta de lo que hace al representado), habría que trabajr por mecanismos que nos acercaran algo a las cargas del mandato impertivo, a saber, que hicieran que electo no se obligara de sus compromisos frente al representado.

  5. No sé si vamos a llegar a un acuerdo o no, pero sigo estando muy en desacuerdo con algunas de las cosas que dices y creo que contestar a un blog a ese desacuerdo no es la mejor manera de explicarse.

    En cualquier caso, vamos por partes:

    1. Participación política de la ciudadanía: no todo el mundo tiene algo que decir al respecto, y de hecho la mayoría ni tan siquiera escucha y analiza racionalmente lo que dicen los políticos. Las decisiones políticas de la gente se toman muchas veces en base a criterios no políticos (me cae bien, es de los “míos”, etc.). No es un crítica a nadie, es la constatación de un hecho. Si preguntáramos a toda la ciudadanía sobre cuál es el modelo político mejor y cuál debiera de ser el proyecto político a seguir obtendríamos una “apología de lo obvio” en grado superlativo. Para opinar de algo hay que haber pensado en ello y tener cierta formación que no todo el mundo tiene (el empeño de la clase política en mantenernos a todos en el analfabetismo político funcional es la prueba del nueve de lo que digo).

    2. En momentos de crisis lo que se pide es liderazgo, ideas claras para salir de la misma y actuación coherente. El desapego viene por ahí, no porque se permita participar más o menos a los ciudadanos. De qué sirve escuchar a la “calle” si la calle no dice más que obviedades?. Preguntas hasta cuándo vamos a considerar a la sociedad civil “menor de edad”; te contesto: hasta que se haga mayor. ¿Cuántos votos tendría Belen Esteban en una elecciones?¿Y el Jonnan de “Vaya Semanita”?. Es lo que hay. Dices que entre la clase política y la ciudadanía y sus “problemas reales” hay mucha distancia y desconocimiento. Yo también creo que existe desconocimiento de la realidad social entre muchas de nuestras “élites”. Por temas laborales me toca estar siempre en contacto con la realidad: con la presentable y con la que no lo es tanto. Y mi conclusión es que NADIE puede decir que conoce lo que son la “necesidades reales de la gente”. Sin acritud, pero eso me parece demagógico.

    3. Desconfío por sistema de cualquier intento de hacer “ingeniería social”. Y, en efecto, creo que la MAYORÍA de la gente no está dispuesta a participar en política, les afecte o no directamente el problema. La mayoría quiere que les resuelvan sus problemas (para eso les pagan a los políticos). Si la casta política es incapaz de hacerlo la solución no pasa por que lo resuelvan los ciudadanos por ellos. Primeramente habrá que sustituir de manera sumarísima a los políticos por otros mejores. No confundamos los términos.

    4. Los sistemas de representación política se basan en la eficiencia a la hora de tomar decisiones. En una crisis hace falta que alguien asuma el mando y decida. Si se equivoca lo que hay que hacer es cortarle la cabeza (metafóricamente). Otra cosa es definir las estrategias a largo plazo, en donde sí que es necesario dar voz y voto a todo el mundo. Es el problema clasico de confundir GOBIERNO y PROPIEDAD: una gran empresa siempre tiene un gobierno encargado de ejecutar las políticas y acciones que se deriven de la estrategia que ha definido la propiedad. Si el gobierno se equivoca (y hay que tener siempre sistemas de alerta para detectarlo a tiempo) simplemente se le cambia. Ahora bien, la propiedad es la que define la estrategia a tomar. En un País la propiedad somos los ciudadanos; el gobierno es el que nosotros elegimos. El problema está en que la propiedad lleva ya muchos años sin estrategia compartida y así nos “gobierna” quien todos sabemos (el ilegítimo).

    Podría teorizar mucho sobre este tema, pero siento que no serviría de mucho.

    Un saludo

  6. Yo lo que digo es que el setenta por ciento en Euskalerria, tenemos un concepto de los politicos la politica y los partidos DEPLORABLE, ante lo cual yo, en parte discrepo, ha ganado las elecciones en Euskalerria un partido, que no es antisistema, pero si que pone sobre la mesa una forma de hacer la politica, diferente a la de los partidos del ESTABILISMENT.

    Ander has escrito un articulo, actual, real, y centrado, y no lo digo porque estan en boga los llamados perroflautas, hay corrupcion en España, en Gran Bretaña , en Francia y los partidos pokiticos NO SE VAN A TRANSFORMAR, no va a haber cambios en la politica, puede haber unos pequeños liftings, pero la peña esta muy cabreada, se palpa en la calle.

    El sistema democartico, no es perfecto, nunca lo ha sido, pero ya lo que nos deja patidifusos, es peña como el URTINE, QUE TE HABLA DE “CONSUMIR”, NOS HABLA DE “productos politicos”, un lenguaje mercantil, este tenia que estar vendiendo tomate orlando, o caldo maggi, pero este tio esta en las nubes, confunde los ciudadnos portadores de la SOBERANIA, y ACREEDORES DE DERETXOS, nada mas y nada menos que con CONSUMIDORES, pero, como se puede ser tan mal estratega, como se puede ser tan fatxa, como el BB, este, que lo que nos reivindica es nada mas y nada menos que el DESPOTISMO ILUSTRADO en Euskalerria, pero de que vais.

    Urtine, te sigo leyendo y confundes la politica al servicio de la sociedda nada mas y nada menos que con una EMPRESA MERCANTIL, pero en que mundo vives, no me atrevo a llamrte fatxa.

    Ander, siempre sera vienvenido desde mi punto de vista tu ESPIRITU CRITICO, pero ten cuidadito eh, que en los partidos, no quieren CRITICOS, quieren personas obedientes y si es posible, que levantemn el dedito, cuando lo dice el BOSS.

    saludos, creo que hay politicos honrados, currantes y preparados, pero me da la impresion de que cada vez SON MENOS, OSEA QUE ESTAN EN MINORIA.

  7. Urtine, de acuerdo con tus comentarios.
    Por cierto, al hilo de lo de Belen, os recuerdo que el difunto cómico francés Coluche se presentó a las presidenciales, desnudo y con plumas en el culo (con perdón). Una azul, una blanca y, por supuesto, otra roja.
    Se tuvo que retirar de la carrera “política” porque los sondeos le daban muy buenos resultados …

  8. el amigo François…
    Especular sobre la retirada de Coluche es, eso, especular.
    Nada se sabrá.
    Pero no nos perdamos, todos sabemos lo que Urtine ha querido decir: la Belen, Coluche, …. confabulaciones a parte, son una amenaza para todos.

  9. Pues no, yo no se lo que Urtine ha querido decir…

    ¿Qué la política, o la gestión de lo público, es algo más serio que el populismo demagógico que pueden generar algunos “personajes” públicos que además pueden resultar peligrosos?

    Si es eso, desde luego, no estoy de acuerdo y menos en un día como hoy en que un político “serio”, de un partido “serio”, aclamado por sus votantes y con mayoría absoluta, ha tenido que salir por la puerta de atras por delincuente… pero vamos, que los casos son legión.

    En todo caso el artículo no trata de eso, ni la democracia representativa más estricta y cerrada podría evitarlo, ni de democracia asamblearia revolucionaria al más puro estilo MLNV donde la “vanguardia” propone y los demás acatan a la bulgara. Eso sí muy asambleariamiente.

    Lo que propone el artículo es la implantación del trabajo político en red, la transormación de las organizaciones sociales políticas o sindicales de estructuras jerarquicas cerradas a estructuras horizontales colaborativas y abiertas, el fin de las “castas” políticas profesionalizadas, la recuperación de la calle por la participación, la implantación de proyectos y objetivos políticos escuchando a la calle…

    Resumiendo… la “revolución de la inteligencia y el conocimiento”. Y se puede…

  10. Parafraseando a Martín Garitano «Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes». Las cosas no son blancas ni negras, son más bien matices de grises. El problema de la democracia representativa que conocemos es que no son los representantes elegidos democráticamente quienes dictan las reglas. Son los que los medios llaman «los mercados», como si estos fueran entes abstractos, virginales y puros, cuando en realidad son unos cientos de personas (los Soro y cia que gestionan no su dinero, sino el de millones de ahorradores e inversores sin rendirles cuentas) quienes deciden atacar ayer a la libra esterlina y hoy al euro. O las agencias de rating que animan en un momento a comprar paquetes de hipotecas tóxicas hundiendo la economía mundial, salen indemnes de esta estafa sin el menor rasguño y luego campan a sus anchas tratando de hundir el euro para elevar el dolar por el puro interés de sus accionistas (bancos y gestores de fondos gigantescos). Sus decisiones son las que realmente condicionan nuestras vidas, nuestros sueldos, nuestra economía doméstica, nuestro futuro y el de nuestros hijos.

    Podemos decir que la democracia representativa está secuestrada por un puñado de personas que coordinan sus movimientos para hundir la deuda de un país simplemente por elevar los réditos de la deuda que tienen suscrita en otro.

    La banca hoy día es el negocio perfecto. Nunca pierde. Cuando la economía va bien se forran. Cuando va mal por sus propios errores y su afán desmedido de beneficios los Estados salen a su rescate. Esa es la perversión de la democracia representativa. Y eso no lo cambia el consultar cada dos por tres a la población temas baladís. Lo que no significa que no esté de acuerdo con las consultas. Simplemente son cosas diferentes.

    Esta es la «mamia» del tema. «Es la economía, estúpido» como dijo en su momento Clinton. Si no somos capaces de evitar que una oligarquía financiera condicione nuestras vidas con continuas manipulaciones de algo tan frágil como los mercados estamos acabados.

    Es necesario restaurar los mecanismos de control y regulación de los mercados. Y en contra de esto no puede alegarse que los mercados se autorregulan por la oferta y la demanda y que deben funcionar al margen de las administraciones porque hoy día la oferta y la demanda, ambas, están en manos de unos pocos que actúan movidos por el interés particular y no por el general. Y la democracia está para defender el interés general.

    Por cierto, esta semana he estado con tres eslovenos que están hasta el moño de que su gobierno les consulte una docena de veces al año cosas tontas y que critican que eso tiene un costo excesivo y escasa eficacia. Y reclaman a sus políticos que hagan su trabajo, tomar decisiones.

  11. Pues si, Kike, como bien dices el problema es el secuestro de los representantes políticos por unas «etéreas» élites económicas, pero…

    ¿Que es más fácil secuestrar 2 o 2 millones?

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