James Dean.

Abrigado… con las manos en los bolsillos, un pitillo sin filtro apenas humeante apagado por el frío de la mañana, vapor que supera al lucky strike. Suerte que dejó de acompañar aquella mirada de cabeza agachada y miopes ojos entornados para ajustar mejor la visión tímida de su arrancada y eterna juventud. Al este del edén se ecuentra un rebelde sin causa, gigante actor en tan poco tiempo, nunca nadie mas fue promesa y veteranía a la vez, solo tú, James; un chico de peinado desenfadado y melancólico semblante, ojos tierra de caminos al sur de Texas recostado en un jeep con el sombrero de perfiles soñados. Una mañana compraste al pequeño bastardo gris color tragedia, porsche descapotable de ilusiones hechas añicos. Y en el cruce de tu vida un jóven apresurado chocó en tu última escena, esa que nunca recordaremos, accidente que te llevó para desaparecer… pero siempre vuelves Dean en cada fría mañana de tibios corazones.

http://www.youtube.com/watch?v=5jCKJXRCIN8&mode=related&search=

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *