Si algo ha caracterizado al estrambótico gobierno que venimos padeciendo los navarros desde el pasado mayo ha sido el más que curioso reparto de papeles que han protagonizado sus dos principales protagonistas Yolanda y Roberto, Roberto y Yolanda, tanto monta, monta tanto…
Si no era de esperar que un referente de lo que hemos dado en llamar el “aparato” de su partido, martillo de herejes y progres varios a los que ha ido situando en la puerta de salida del Paseo Sarasate en su alocada carrera hacia la Secretaria General del Partido y con un protagonismo mediático más que discreto, se hiciese cargo de la ingrata labor de dar la cara por el “invento” y menos con la que está cayendo y con las medidas tan poco sospechosas de socialismo con las que le ha tocado lidiar… Menos, aún, lo era el mutis por el foro que ha protagonizado Yolanda, tan acostumbrada ella al fulgor mediático y a ser el perejil de todas las salsas, y que anda desaparecida si exceptuamos las tertulias más “chic” de la capital de España y las más cutres, pero igual de rentables políticamente, de la extrema derecha nacional-católica, dejando a sus vicepresidentes a los pies de los caballos.