No corren buenos tiempos para el Fuero vasco navarro. Una vez más, y de forma recurrente, lo más casposo y rancio del nacionalismo español, dejando al margen esa nueva versión falangista que con tanto empeño desarrolla día a día el partido de Rosa Diez, vuelve a la carga con el soniquete de la solidaridad. Esta vez ha sido el delfín digital, de dedo, de la indescriptible Esperanza Aguirre.
El digipresidente madrileño, hijo putativo de Gamazo, se ha descolgado estos días reclamando una mayor solidaridad a la Comunidad Autónoma Vasca y a la Foral de Navarra, la manera más eufemística que se le ha ocurrido para meternos mano en la cartera.