Contrariamente a lo que se ha dicho estos días por ahí, y a lo que se dijo en Navarra en Agosto de 2007 antes de que se consumase la “pepiñada”, nombre mucho más apropiado que el de “agostazo”, entre otras cosas porque el mes no tiene la culpa y porque visto lo que se va a ver en Euskadi se trata de la misma jugada, yo creo que la legitimidad para gobernar no la tiene quien saca un mayor número de votos o escaños en las elecciones, sino quien es capaz de articular mayorías de gobierno capaces de ofrecer un programa coherente y un proyecto de gobierno para el país.