“No nos debe preocupar el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más nos debe preocupar es el silencio de los buenos”.
Visto en la web
En mi anterior artículo; La transformación de los partidos, abordaba el tema de cuales deben ser esas características que deben tener los “mejores partidos” de cara a recuperar su papel de herramientas de participación política de la ciudadanía imprescindibles en cualquier sociedad democrática, y en concreto en sus formas de comunicación externas e internas, pero dejaba en el tintero dos de las soluciones de las que más se habla hoy en día en cuanto pilares de esa transformación; las elecciones primarias y las nuevas formas de militancia.
En este segundo artículo me voy a centrar en esa especie de panacea democrática que algunos quieren ver en las elecciones primarias de los partidos como elemento clave de renovación, normalmente tras un descalabro electoral y mirando más a las personas que a las ideas.