Alderdi Irekia eta Zabala

(En el sexto, y último, artículo de la serie pretendo analizar las posibilidades de que la organización a la que pertenezco sea un ejemplo de Open Party)

 “Corre bastante peligro de que tenga que fajarme con aquellos amigos, que me han amenazado con la ‘disciplina’ y no sé cuantas cosas gordas por el estilo. Quiero estar preparado. Soy poco amigo de poderes que, sin serlo, tengan apariencia de totalitarios. Y el sentido de ‘autoridad’ conduce con frecuencia a hombres buenos, liberales y dadivosos, a un ejercicio del poder confiado, que se parece al que ejercen los poderes totalitarios como un huevo a otro huevo”

Manuel de Irujo Ollo

Finalizando ya esta serie resultaría, a mi modo de ver, deshonesto no pasar la lupa de la participación democrática por la propia organización a la que pertenezco y su capacidad de regeneración.

El PNV ha sido desde su creación un partido imbricado en la sociedad a la que pretende representar, ha sido la voz de quienes un día se reconocieron a si mismos como nación y su desarrollo y permanencia en el tiempo ha sido fruto de esa identificación.

Tras la Dictadura, el regreso del PNV a las instituciones fue el regreso de la parte mayoritaria del pueblo vasco a dirigir sus instituciones, secuestradas casi cuarenta años por un poder que nos era ajeno, y se hizo con naturalidad, sin estridencia, por esa conciencia de mutua pertenencia entre el cauce central de la sociedad vasca y los valores que representaba EAJ-PNV. La red social que se había tejido en torno a la idea nacionalista vasca, a pesar de la represión franquista, fue la que impregno a esa amplia parte de la ciudadanía vasca. Eran los tiempos en que decíamos que el PNV era algo más que un partido político.

35 años después las cosas han cambiado, hemos cerrado el partido y lo que es peor hemos cedido el trabajo de calle y otros lo han aprovechado para dar una visión de algo que no es este pueblo.

Pero ¿Es irreversible? Y la respuesta es no. El Partido está ahí con los mismos valores de siempre y el cauce central de la sociedad vasca también. Solo hay que abrir las puertas y que corra el aire.

Pero para ello será necesario entender que las formas de comunicación y relación social han cambiado, que no basta bajar al batzoki para mezclarse con la sociedad sino que el partido debe estar en todos los foros donde una sociedad formada y tecnológica como es la sociedad vasca del S. XXI intercambia opiniones y crea ideología. Los líderes políticos del S.XXI no pueden ser líderes impuestos sino líderes aceptados y para ello necesitan bajar a la arena; escuchar, decidir y explicar, no en despachos y oficinas sino por todos los medios posibles. Solo así lograremos volver a conectar con esa sociedad que nos alimenta y que nos permitirá un proceso dinámico de regeneración continua y adaptación a las necesidades de la sociedad vasca. No basta con mantener nuestros principios sino que resulta necesario adaptarlos de manera continua.

Este año estamos a las puertas de una Asamblea General que decidirá la política y la actuación de EAJ-PNV en lo que se prevé un periodo crucial para el desarrollo futuro de nuestro autogobierno, tanto en Navarra como en la CAPV, ¿No será este el momento ideal para empezar a abrir el partido? ¿De crear esas infraestructuras que nos permitan desarrollar nuestras ponencias y políticas de forma colaborativa? ¿De implicar a agentes incluso externos al partido? ¿De aplanar nuestras estructuras de poder y jerárquicas? ¿De facilitar los procesos de elección? ¿De hacer una organización transparente? ¿De dar voz a todos los afiliados y no solo en sus respectivas Asambleas locales?

De, en cuatro palabras, hacer un Alberdi Irekia eta Zabala…

Pero volviendo al autor de la cita que abre este artículo, no deja de ser interesante esta otra…

“Que a las coces socialistas conteste el PNV con adhesiones y zalemas no me parece demasiado bien, porque  es  enseñar a Prieto cómo debe tratarnos para sacar de nosotros cuanto pretenda. Pero, el acuerdo en sí, y la desconsideración de ocultarlo a los diputados, a los que se encargan gestiones en ejecución del mismo, eso me parece tan inaceptable y molesto, que solamente puede merecer mi protesta, aunque, no ahora ni otras veces, sirva para mucho. Habeis convertido al PNV en una sección del prietismo, y lo habeis hecho cuando el prietismo declina y su autor anda loco buscando manera de cubrir su fracaso”

¿Está de acuerdo el cauce central de la sociedad vasconavarra, esa que debe revitalizar y nutrir al Partido Nacionalista Vasco, en contestar a las coces sozialistas, por muy abertzales que estas sean, con adhesiones y zalemas y convertir al Alderdi en una sección del Otegismo y más cuando sus autores andan locos buscando la manera de cubrir su fracaso? ¿Lo estaría Don Manuel? ¿O lo estan las bases de EA que tanto se han inspirado en su figura y su obra?

Ander Muruzabal

andermuruzabal@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *