Hay actores que nunca llegan a dar ese salto definitivo de calidad, o que parece que les falta ese poquito para llegar a lo más alto, puede ser el caso del actor que nos ocupa, Mark Harmon. Interesante actor del que siempre pensé que pudo tener mejor suerte, interpretativamente hablando. Tan solo podemos destacar uno de sus trabajos como el más significativo, más por lo que le rodea, compartiendo pantalla con Sean Connery y Meg Ryan, me refiero a la ochentera «Más fuerte que el odio», «The Presidio» en su título original de 1988.
Siempre recordaré el comienzo de la curiosa «The Prince Of Bel Air» con aquel ligón limpiapiscinas que acaba saliendo con una debutante y jovencita por entonces Christie Alley. Fue el primer príncipe de Bel Air, mucho antes que el famoso Will Smith, aunque de eso ya nadie se acuerda… 😀
Quaterback en la UCLA allá por los 70 decían los que lo recuerdan que tenía buen brazo y que portaba el dorsal número 7, pero apenas dos temporadas pudieron disfrutar de su juego, pasó de lanzar el balón oval a lanzarse a las númerosas cheers leaders que desde la banda distraían su atención.
Después de varios años de veinteañero trasiego llega a la antesala de los treinta con una serie bajo el brazo que le abre las puertas a Hollywood, el actor encantador de animadoras y de atractivo televisivo se descubre con «Flamingo Road», o series del momento como St. Elsewhere (1982) haciendo de aquel Dr. Robert Caldwell, siempre fue la Tv o las producciones para Tv las que llamaron más a su puerta: «240-Robert» (1979), «Centennial» (1978) o «Sam» (1978). Fueron estas sus primeras series antes de sus «dorados» 80.
En 1984 llega la película «Tuareg, el guerrero del desierto» basada en la novela de Alberto Vázquez Figueroa, pero es recordado en su época por la película para adolescentes «Summer School» llenando portadas de revistas californanias para quinceañeras.
A nivel personal llega su momento más dulce con el telefilm «The Deliberate Stranger», por la que consiguió una nominación a los Globos de Oro como Mejor Actor, gracias a ello dos años después conseguiría el papel anteriormente citado «Más fuerte que el odio».
A partir de 1990 intenta seguir en la brecha con la serie Dudas razonables, junto a Marleen Matlin. También protagonizó una película de televisión basada en la vida de John Dillinger y obtuvo un papel en la superproducción Wyatt Earp junto a Kevin Costner (Probablemente su homólogo que alcanzó un peldaño más en su carrera respecto al bueno de Harmon) Actor de características similares, también «blandengue» pero con más suerte interpretativa, no creo que mayor calidad pero si algo más de empaque y presencia. A partir de ahí la carrera del californiano Mark comienza a decaer, tan solo destacando en la comedia infantil «Magia en el agua». Sin embargo cuando ya casi nadie se acordaba de él en 2003 resurge cual Ave Fénix con la serie «NCIS: Naval Criminal Investigative Service», realizando un estupendo trabajo y una sorprendente interpretación de su personaje el agente especial Leroy Jethro Gibbs.
Casado desde hace años con la también actriz Pam Dawber fue cuñado del mítico Ricky Nelson, actualmente tiene dos hijos, y a sus 57 años se ecuentra en una gran forma y no me extrañaría que tarde o temprano, nos sorprendiera con algún papel que nos devuelva la ilusión a los que siempre creimos en él, y nos saque de ser el presidente de los EEUU haciendo de padre de una adolescente que busca novio, o ese tipo de papeles que ya nos hemos cansado de ver, pero bueno… Mark Harmon por ahora seguirá siendo el rey del Telefilm y un Domingo lluvioso después de comer siempre nos quedará su presencia en alguna peli de Antena 3. 😀