La mirada atormentada del pasado en la nuca de la conciencia, su vida cobra sentido en cada una de las siete almas del paraiso accidentado de aquella curva… que atendió la llamada nocturna de un teléfono despistado.
La mansión del aterdecer concede vistas al mar para niños que ya no son tristes y madres que por fin contemplan el amanecer de su violeta piel. La mirada de un ciego enamorado puede recuperar su luz, la sonrisa anciana vuelve a ser niña al menos por un día, como la diálisis que purifica el sueño de una sangre depurada por última vez. Y por primera, el palpitar de un corazón de femenina pasión que desea correr en el prado verde de un silencioso dogo paciente, delicada melodía para la cicatriz del orgullo. Nos queda la agonía esperanza de la última oportunidad, esa que tan solo da la fría bañera diseñada para el último beso de su amiga, bella y motal avispa marina. Siete almas para un emotivo sacrificio de amor.
Buenas noches Mikel,quiero darte mi enhorabuena , he visto un cambio muy positivo en tu blog.
Entre las tertulias de la sala del terror y las entradas que haces en el blog que son estupendas, quiero darte las gracias por tu esfuerzo.
Mikel tus escritos son poéticos y consigues llegar al interior de cada persona.Me gusta esta forma de relatar que tienes tan profunda.
Precioso resumen de esta gran película de Will Smith, un homenaje al amor verdadero.
un abrazo 😀 😀
Maika
Gracias a ti amiga por estar siempre ahí, un abrazo muy fuerte.