Karl Malden, el olfato de la buena interpretación


Era serio, tenía planta, sencillez y muy buen registro. Toda una vida dedicada al cine en casi 100 años de vida, hoy, se impone La ley del silencio ante su pérdida y ya parte hacia el cielo en ese Tranvía llamado deseo. Rostro impenetrable en la silueta que se proyecta en la Urbasa de Patton y nostalgia de su caminar tranquilo y su mirada de cine negro. Casta de ganador serbio participó en la Conquista del Oeste. Ahora ya juega a cartas con aquel chico de Cincinnatti llamado McQueen y un tal Edward G. Robinson, simplemente apostando recuerdos.

Antagonista de lujo en Nevada Smith, donde el western toma cuerpo de cine negro y en donde nos deja un final antológico, pero para el que no lo sepa, no se pierdan su visión perdida en El gato de las nueve colas, sublime ciego de astuta investigación con mucho suspense y desarrollo de los sentidos, Darío Argento al mando.

Compartió con Lancaster estar junto al Hombre de Alcatraz y dió a Michael Douglas su primer empujón interpretativo siendo maestro y ejemplo a seguir para el Junior de Kirk.

Mudas de nostalgia y siempre intuitivas nos esperan Las Calles de San Francisco, tal vez porque ya saben que se nos ha ido el señor elegante de sombrero y ancha nariz, esa que siempre tuvo el olfato de la buena interpretación.
Karl Malden, descanse en paz.
http://www.youtube.com/watch?v=3wlLzbsoZWk

2 comentarios en «Karl Malden, el olfato de la buena interpretación»

  1. Siempre lo recordaré, desde lo subjetivo que es el recuerdo, como el general Bradley en «Patton«. Grabada en parte en la sierra de Urbasa como bien recuerdas, así como su procedencia.

    Como bien dice un amigo mío: «que la tierra le sea leve«.

    En 97 años hizo mucho y sobre todo -sospecho- lo que le gustó.

    Buena vida, mejor persona, seguro.

    Saludos Mikel y, si me permites decírtelo, bellísimas palabras en tu sincero homenaje.

  2. [quote:057f27d441=»Epicuro»]Siempre lo recordaré, desde lo subjetivo que es el recuerdo, como el general Bradley en «Patton«. Grabada en parte en la sierra de Urbasa como bien recuerdas, así como su procedencia.

    Como bien dice un amigo mío: «que la tierra le sea leve«.

    En 97 años hizo mucho y sobre todo -sospecho- lo que le gustó.

    Buena vida, mejor persona, seguro.

    Saludos Mikel y, si me permites decírtelo, bellísimas palabras en tu sincero homenaje.[/quote]

    Gracias amigo, un hombre con casi 100 años de vida, ahí queda eso, aunque estoy seguro que efímera al fin y al cabo, cuánto hubiera dado por volver a rodar en esas habitaciones de ambiente humeante y sombreros reflejados en paredes de sombras y flexos… Cada vez creo más en ese dios del tiempo sin piedad llamado Tempus fugit… como le temo, de verdad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *