Sorprende este tipo de código hoy en día, pero hubo un tiempo en que los directores tenían que hacer maravarismo cinematográfico para burlar el Código Hays, una auténtica traba legal estadounidense en uso dentro de la Industria concretamente a partir de 1930. Una auténtica autocensura moral en aquella época con el único fin de controlar los contenidos de sus propias producciones.
Todas las películas que no cumplieran con las normas de dicho Código eran prohibidas por la M.P.A.A. (Motion Picture Associaton of America) quedando automáticamente fuera del circuito de filmación que controlaba esta organización, es decir, prácticamente la totalidad de las salas de cine de aquel entonces.
Lejos de ser una traba, fue todo un reto ante los directores más sofisticados y supuso una superación y un aliento para el despertar del ingenio de algunos, que hicieron todo lo posible para «burlar» tal censura. Esto hizo que aflorara la genialidad en películas como Perdición (1944) un gran triunfo que le dió en las narices al Código Hays.
El Código promulgaba estos puntos:
-Prohibición de las relaciones interraciales
-Posturas y gestos provocativos
-Insinuaciones irrespetuosas contra la Iglesia y/o sus miembros
-Cuestionarse la institución matrimonial
-Ser irrespetuoso contra la policía o el ejército americano.
El código enumeraba tres «principios generales»:
1-No se autorizará ninguna película que trastoque el bien moral de los espectadores. Nunca se conducirá al espectador a tomar partido por el crimen, el mal, o el pecado.
2-Los modos de vida descritos en el film serán los correctos, tenida cuenta de las exigencias particulares del drama y del espectáculo.
3-La ley, natural o humana, no será ridiculizada y la simpatía del público no irá hacia aquellos que la violentan, sino hacia los justos de bien.
Como veis el Código Hays era un compendio de rancia moralidad y un disparate que duró hasta 1967. A partir de entonces vino la famosa clasificación por edades.
Interesantísimo apunte a tan siniestro «código Hays«. Sospecho, corrígeme amigo Mikel, que tiene que ver mucho con el maccarthismo y con la – para tantos historiadores y yo lo suscribo – la Tercera Guerra Mundial: la Guerra Fría. Que no se cobró pocas víctimas en todo el mundo, por cierto.
Sea como fuere, «Caza de brujas» con un insólito Robert de Niro (Bobby ¡cuánto me has hecho disfrutar del Séptimo Arte) como protagonista, es una buena película para hacerse una idea de la sensación de paranoia creada con «la caza del rojo«…hasta Bogart y una bellísima y joven Lauren Bacall denunciaron tal situación.
Un abrazo veraniego, amigo Mikel.
[quote:8fc33a4a96=»Epicuro»]Interesantísimo apunte a tan siniestro «código Hays«. Sospecho, corrígeme amigo Mikel, que tiene que ver mucho con el maccarthismo y con la – para tantos historiadores y yo lo suscribo – la Tercera Guerra Mundial: la Guerra Fría. Que no se cobró pocas víctimas en todo el mundo, por cierto.
Sea como fuere, «Caza de brujas» con un insólito Robert de Niro (Bobby ¡cuánto me has hecho disfrutar del Séptimo Arte) como protagonista, es una buena película para hacerse una idea de la sensación de paranoia creada con «la caza del rojo«…hasta Bogart y una bellísima y joven Lauren Bacall denunciaron tal situación.
Un abrazo veraniego, amigo Mikel.[/quote]
Hola amigo, con entusiasmo veo como fluye de nuevo tu blog, esta vez con fuerza y a borbotones, me alegro por ello, te veo en plena forma y más helénico que nunca, no esta de mas, compartas o no, leer algo inteligente de vez en cuando, asi que me alegro de leerte.
Pasando al tema «MacCartiano» señalaré que efectivamente este señor creó todo un peligroso esperpento demagógico entorno a la política en el mundo del cine, algun día profundizaré en este tema que requiere su tiempo, pero bastante grave resultó cuando el propio senador acabó sus días de forma tan triste, resulta curioso cómo esta época tan buena para el cine resultó tan incómoda y tensionada para tantos trabajadores del mundo del celuloide, vamos que no se libraban ni los cámaras.
Un abrazo, seguiré cazando brujas para soltarlas en Zugarramurdi 😉
Saludos–
Supongo que hablarás de ello en breve, pero ha muerto el entrañable Karl Malden a los ¡97 años de edad!.
Juro que todo lo que en mi blog-Jardín cuento referente a lo que me ocurre (casualidades) es literalmente cierto. Lo digo porque este martes, sin ir más lejos, vi mi querido film «Patton» con un largo trozo de película grabado en una más verde que nunca Urbasa. Película en donde Malden interpreta al General Bradley.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
P.S.: Efectivamente, siempre heleno 😉