La gran evasión.

Como petición de nuestro gran amigo Epicuro, me dispongo ha opinar sobre una joya que el cine nos dejó como legado, tanto en elenco de actores como su trama, como en momentos inolvidables de fotogramas que ya pasaron ha ser leyendas del celuloide. Elmer Bernstein, nos regala su melodia pegadiza (que hoy se tararea en campos de fútbol, segundo himno de la selección inglesa) en el video homenaje que incluyo es una versión cantada que creo que lo hace todavía mas emotivo. otra vez la dualidad Sturges- McQueen es sublime, sobre todo porque el rubio actor le debe su época dorada, (cierto que siempre lo fue) pero me refiero también en su vida personal, Sturges le dió estabilidad profesional y personal y fue el salto definitivo al estrellato. Salto que todos recordaremos en esa moto BMW que en realidad se hizo con un modelo Triumph. Y con esa moto esta en un cruce de caminos bajo un cartel que pone ACHTUNG y que hoy decora mi salón de estar. La mirada de McQueen molestada por el sol hace que su estrella esté mas viva que nunca.

Inolvidable el paseo hacia la «nevera» bajo la atenta mirada de sus compañeros, mientras otro le lanza su guante de basseball, y lo coje al vuelo… y en su último recorrido aquel guardia espigado (y sabedor que Berlín caerá) después de encerrarlo se detiene con semblante melancólico… y escucha como McQueen golpea su pelota contra la pared: «TOC TOC, TOC TOC».
Gracias Dios por haber disfrutado de este momento, este filme… obra maestra.

http://www.youtube.com/watch?v=oX5uG-9LVKE

2 comentarios en «La gran evasión.»

  1. Muchísimas gracias Marco: genial, sublime. Todos los adjetivos se me antojan ingratos ante este homenaje a tan genial película.

    Realmente, amigo Marco, tu blog trata de algo mucho más interesante que el mío. Aquí el Sr. X no tiene nada que ver con éso que hemos convenido en llamar «actualidad». Al final de todo túnel hay luz y en el de tamaña aventura no iba a ser menos. A su salida, un aguerrido Steve MacQueen está a punto de alcanzar su objetivo ante el más perdurable y tétrico artificio humano: la frontera, en un paisaje que en realidad la desborda.

    Intensas imágenes con «grúa» por las verdes praderas que no admite -como digo- dichos artificios de madera y púas.

    Pero todos, todos están geniales: la perseverancia ante la adversidad es sinónimo de gallardía, de fuerza vital.

    Éso, y no otra cosa, nos enseña «La gran evasión«.

    Saludos y gracias de nuevo.

    P.S.: Como quiera que uno también tiene su pasado, recuerdo entonar dicha canción en un estadio -que ahora se pretende «Reyno«- durante mucho tiempo. ¿La ventaja?: yo me la sabía.

  2. [quote:78ba7abec0=»Epicuro»]Muchísimas gracias Marco: genial, sublime. Todos los adjetivos se me antojan ingratos ante este homenaje a tan genial película.

    Realmente, amigo Marco, tu blog trata de algo mucho más interesante que el mío. Aquí el Sr. X no tiene nada que ver con éso que hemos convenido en llamar «actualidad». Al final de todo túnel hay luz y en el de tamaña aventura no iba a ser menos. A su salida, un aguerrido Steve MacQueen está a punto de alcanzar su objetivo ante el más perdurable y tétrico artificio humano: la frontera, en un paisaje que en realidad la desborda.

    Intensas imágenes con «grúa» por las verdes praderas que no admite -como digo- dichos artificios de madera y púas.

    Pero todos, todos están geniales: la perseverancia ante la adversidad es sinónimo de gallardía, de fuerza vital.

    Éso, y no otra cosa, nos enseña «La gran evasión«.

    Saludos y gracias de nuevo.

    P.S.: Como quiera que uno también tiene su pasado, recuerdo entonar dicha canción en un estadio -que ahora se pretende «Reyno«- durante mucho tiempo. ¿La ventaja?: yo me la sabía.[/quote]

    Muy agradecido, ciertamente repasando su blog me parece de una profundidad tan entrañable como necesaria, hace reflexionar y de la tinta saca como resultado el pensamiento, yo simplemente intento regalar ilusiones y transmitir sentimientos, me parece injusto comparar los blogs, es tan profundo y tan infiel el tiempo… que debido a mi estado de ánimo se me hace imposible poder opinar en su último artículo, de alguna manera lo hago aqui. Siga transmitiendo la fuerza de la reflexión hermano Epicuro, Tempus fugit, nos queda nuestro legado, que debemos compartir y disfrutar de ello. Siento orgullo al leer ciertos blogs de este espacio del DDN, y el suyo esta entre ellos.

    Un fuerte abrazo.-

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