La verdad es que no creo en Dios, que le vamos a hacer, pero este mensaje de ayer en Twitter empezó a hacer tambalearse mis más profundas no creencias…
Tengo que confesar que no he visto el programa de ETB de marras y mucho menos el montaje que anda circulando por las redes convenientemente aderezado para escándalo nacional, algo a lo que, por otra parte, estamos acostumbrados al sur del Pirineo tanto los que son españoles como los que no. Y no lo he visto porque no soy yo muy aficionado al humor de estereotipos, humor que cuando se mezcla con lo identitario lo suele cargar el diablo.
Pero lo que si me ha interesado sobremanera es la sobreactuación que ha producido en la oposición política al Gobierno de Navarra, que ha dejado a la vista algunos de los estereotipos que tanto se critican porque no sé cuál de los cuatro del título es más adecuado para quien es capaz de calificar de terrorismo lo del programita de marras
ofendiendo de paso a todos los que han tenido la desgracia sufrir de cerca la lacra terrorista y evidenciando un desconocimiento absoluto de lo que es la libertad de expresión.
Si, en cambio, se me ocurre rápidamente el estereotipo que mejor le encaja a quien aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o aunque no pase qué más da que me lo invento, se viene arriba y en una cabriola imposible responsabiliza a la Presidenta de Navarra de los contenidos de un programa de humor de 2017 por haber trabajado en el ente público vasco hace 15 años
y tan ancho, oiga.
Pero volviendo al tema, rasgarse las vestiduras, correr al Juzgado más próximo a poner querellas por delitos de odio, llenar las portadas de la prensa mesetaria con semejante problemón es no haber visto la filmografía completa de Paco Martínez Soria, lo más granado del Landismo, Medalla de Oro de Navarra por cierto, cualquier cosa de Almodovar o, incluso, sentarse cualquier tarde a ver Telecinco, apologetas todos ellos del estereotipo hispano más cañi.
Otra cosa distinta es que el contenido sea lo de menos y que lo que de verdad ofende sea quien hace la gracieta, de eso los guiñoles franceses saben bastante, o ni siquiera eso y lo que nos haga falta es la más mínima excusa para montar el pollo, en este caso una granja entera, para ver si sacamos rendimiento político a lo que no deja de ser un chiste, malo, pero un chiste.
Pero no se preocupen Uds. por eso, mañana y pasado se seguirán contando chistes del francés, el inglés, él alemán y el español que van…, películas como “8 apellidos vascos” seguirán petándolo en taquilla y la Pedroche le seguirá dando vueltas a la manera de recortar la superficie textil de su vestido en la nochevieja del 17…
Y seguirá habiendo paletos, fachas, chonis y progres… Eso sí, en todas partes cuecen habas… y en algunos sitios a calderadas…
Ander Muruzabal