El último baile de Ghost.

En el andén del recuerdo aguardas ese último tren de una vida entregada al baile, al trabajo, a la lucha. Probablemente ahora mismo te entretengas en esa parada de metro intentando jugar a las chapas, aprendiendo a establecer contacto físico con este plano material que has dejado. Tal vez, tengas una última misión antes de partir y estés leyendo estas líneas sonriendo.

En la retina nos dejas un baile inolvidable y poco convencional, en 1987 Dirty Dancing marcó una época a nivel comercial, uno de esos taquillazos para siempre recordado por la memoria adolescente de aquellos años ochenta, la dualidad efectiva de un Swayze de moda sex symbol, que adornaba carpetas de medio mundo estudiantil, y una casi olvidada Jennifer Grey inmortalizada con aquel salto de ángel en suspensión, contaba por entonces con 27 años, tú tenías 32. Con el ritmo joven de tus pasos de baile has combatido en cada movimiento contra tal terrible danza, nos has dejado luchando y con dignidad. Esa que incluso paseaste con tu cojera de Norte y Sur. Después moldeaste barro con aquella Demi Moore de triste amor y eterna nostalgia, Ghost es un fantasma vivo que nos hace ser optimistas en el camino hacia la otra vida.

Hoy desde aquí te recordamos para seguir bailando en tarimas de románticos acordes bajo el ritmo de aquella energía que nos transmitiste. Todavía queda mucho barro que moldear en ese otro lado.

“She’s like the wind” escucho ahora tu canción, en el viento de tu recuerdo y nuestra memoria.

Descansa en paz, ya formas parte de la leyenda.