Original película dirigida por Christopher Zalla, cinta estadounidense hablada en español debido a sus actores de origen hispano. La trama se centra en la inmigración mexicana, dos jóvenes se introducen en EEUU de forma clandestina escondidos en un camión. Uno de ellos le cuenta al otro que se dirige al encuentro de su padre, al que nunca ha visto. Lo que parece el comienzo de una amistad se trunca cuando al llegar a su destino (Nueva York) nuestro protagonista despierta solo, sin dinero, sin documentación y lo que es peor sin esa carta de presentación, con dirección incluida de la casa de su padre. (Un legado de su madre fallecida) Una desafortunada aventura que se presenta ante él como un crudo desafío de supervivencia en su afán por el ansiado encuentro con su progenitor.
El film es muy duro y atípico, con buenas interpretaciones y con algo más que una crítica social sobre el sueño americano, es simplemente esa realidad que a muy pocos directores les agrada relatar pero al fin y al cabo real como la vida misma, se respira agobio, soledad, y la picaresca más ruín y mezquina, todo lo vanal del ser humano en las vidas de alimañas urbanas.
Película inteligente, palpitante y cruel, de claros objetivos, cada uno diferente en la mente de sus respectivos personajes.
Muy buenas interpretaciones de Armando Hernández y Jorge Adrían Espíndola, igualmente de la actriz Paola Mendoza. Personalmente quiero hacer mención especial sobre el actor Jesús Ochoa (en su interpretación del padre de Pedro).
En 2007 obtuvo el Gran Premio del Jurado en el festival de Sundance.
En definitiva un trabajo muy recomendable, una apuesta sobre un cine diferente a lo estilado.