5-Lever, Roscoe. Hablamos de Stuart Cooper, hizo carrera en esto del cine y se convirtió en un honroso director, por cierto dirigió a Donald Sutherland en 1977, en la peli, “La desaparición”. Es curioso como el rodaje de “doce del patíbulo” fue el inicio de una larga amistad y que unos y otros se apoyaran en trabajos posteriores. O ya vinieran recomendados como el caso de Ben Carruthers.
Es un director poco querido en Norteamérica y gran amante de la pintura, concretamente de Juan Genovés así como otros pintores españoles.
La obra cinematográfica del director norteamericano Stuart Cooper se inició en 1969 con una película basada en los cuadros de Juan Genovés el pintor español. «Una prueba de violencia» fue el título con el que Cooper comenzó a dirigir cine y con el que obtuvo ocho premios internacionales. El tema era la violencia, y el tema de Stuart Cooper ha seguido siendo la violencia, obtuvo un «Oso» de plata en el Festival Internacional de Berlín con otro filme de guerra, «Overlord», una historia de amor que tiene su desarrollo en medio de las batallas de la segunda guerra mundial. «El contacto con la obra de Genovés fue puramente casual. Yo había nacido en New Jesey. Estudié en California y luego me vine a ‘Londres a hacer arte dramático. La obra de Juan Genovés estaba en una galería. Acababa de terminar dirección cinematográfica y consideré que, para empezar, los cuadros de Genovés podrían dar mucho juego. Resulté dramáticamente afectado por aquellas treinta y seis pinturas. Era un puntor muy poderoso. Nunca pintaba una cara al contrario que Goya que describía los horrores de la guerra precisamente a partir de las caras. Esos cuadros de Genovés me parecieron un desafío para el cine, por la ausencia de caras por la ausencia de expresiones. Pensé que alguien tendría que hacer una película con ese material tan vivo y a la vez tan distante. Entonces comencé a trabajar y surgió «A test of violence». Los premios que vinieron inmediatamente después de haberse estrenado la película surgieron todos de instituciones pacifistas. Mi problema con Norteamérica, la razón por la que no volví a mi país, tuvo que ver con este asunto: yo no quería hacer la guerra. Genovés lo explicaba en sus cuadros; explicaba la misma angustia que me hizo renunciar a volver a mi tierra. Inglaterra me ha permitido explicar mi odio por la violencia, y todas mis películas, que surgen de la visión de la obra de Genovés, se han seguido haciendo aquí. En «Overlord», está en la misma línea de desmitificación de las guerras, y el Ministerio inglés de Defensa ha sido el primero en ayudarme y proporcionarme todo el material relativo a la segunda guerra mundial, sin imponerme censura de ningún tipo.» Comenta Cooper.
Overlord, la película que alude, es la continuación de «Una prueba de violencia».
“Esta película es, en efecto, el complemento de lo que hice con Genovés. En «Overlord» utilicé documentos vivos, elementos sonoros, imágenes de la guerra mundial e imágenes filmadas por nosotros mismos. Pero la intención es la misma, la muerte es igualmente absurda, de modo que la intención de la película que hice con los cuadros del pintor español y la que he hecho con un guión elaborado sobre una ficción probable es más o menos idéntica.”
Stuart Cooper nunca partiría de una concepción política para hacer un filme. Curiosamente, sin embargo, toda su obra procede de una impresión: la visión de los cuadros de un estudioso de la violencia política, el pintor español Juan Genovés.
Poco conocido pero interesante director que actualemente reside en Londres a sus 66 años.
S.C. adaptó para Tv la película de Martin Ritt “El largo y cálido verano” con resultados notables.
Cooper, que por cierto es de New Jersey, solo ha trabajado en el cine como actor en una sola ocasión, «Los doce del patíbulo».
Otras películas que ha dirigido:
Disappearance, The. (1977)
Amarga venganza. (1994)
Sombra del pasado, La. (1995)
Pista mortal 2. (1996) Bloodhounds II.
Premio, El. (1997) The Ticket. La produjo él mismo.
Camaleón (1998)