¿Ateos o religiosos?

Me interesa el mundo ultraterreno, no por motivos personales, sino porque mi oficio de psicoanalista me obliga diariamente a  un fenómeno asombroso y apasionante: ser ateo es prácticamente imposible. En el fondo de su corazón ( que es una manera metafórica de decir en el fondo de su inconsciente) todo el mundo cree en Dios. Es decir que los seres humanos no pueden desprenderse de la creencia en una instancia superior y omnipotente, causa de los bienes y de los males, y a quien se le atribuye el trazado de nuestro destino. Freud descubrió el origen subjetivo de esta ilusión y la rastreó en la figura del padre. Dios es la proyección exaltada e idealizada del padre, a quien el niño concibe desde temprano como un ser revestido de misteriosos poderes. Poco importa que el padre sea un genio o un pobre infeliz. El padre es un  elemento simbólico, algo que nos distingue de la condición animal(……) dejar de creer en  Dios supondría poder desprenderse de la idea inconsciente de un padre poderoso, capaz de ocultarnos que la existencia no tiene sentido, ni fundamento, ni garantía alguna, que nada nos ampara de la muerte, que no hay más allá, y que el único principio cierto es que estamos gobernados por la incertidumbre” (Gustavo Dessal en Diario Kafka)

 Seguramente habría mucha gente que discutiría este párrafo. Hoy en el discurso de la calle hay oficialmente más ateos que creyentes.

Nuestra tesis es que cuando se deja de creer en Dios padre se pasa a creer enla Diosamadre, ya quela Diosamadre es primaria, está antes que el padre. Es decir que el ateísmo del que hablan las estadísticas no es tal, sino que ha sido sustituido por la creencia en nuevas religiones ( Diosas)  como el cientifismo o la magia

Quien materna a un bebé – por estructura, por la posición que ocupa – aparece para el bebé como omnipotente, poder absoluto del que depende.  Lo que dice “es” La palabra del Otro materno, si no se introduce un tercero en la conversación, tiene el rango de signo, no de significante. Un signo es sin equívoco; verde= pasar, rojo=parar. “Eres listo” “Eres tonto” “Eres soso” “Eres gracioso”

Un significante es otra cosa. “Eres gracioso”  tomado como un signo, obliga a ese niño a estar todo el tiempo haciendo el payaso. Tomado como  significante le permite no estar, a veces, para bromas. “Es un THD” es un signo, un signo que cae como una marca y que aplasta a ese sujeto. La Diosa madre-cientifista, habló dijo una palabra y esa palabra se convirtió en ley.

Introducir un tercero – vamos a llamarlo paternar – en la conversación madre-bebé permite relativizar la palabra materna, permite que pase  de signo a significante, permite que las palabras de la madre pierdan peso y se puedan relativizar un poco.

Y aquí aparece  Dios padre, que   tiene dos vertientes, una: permitirnos seguir creyendo que hay  algo poderosos que nos libre de la incertidumbre, y dos: introducir la duda sobre ese poder.

La función de paternar no la cumple solamente el padre, por ejemplo las abuelas podían hacer la función de ese tercero paterno introducido en la conversación entre niño-madre. Las abuelas en sentido amplio. Cualquier vecina mayor podía decir algo sobre qué le pasaba a ese niño y qué había que hacer, y ¡claro¡ como abuelas hay dos, y vecinas varias no había una opinión única, sólo aproximativa. Estamos en el significante

La pediatra o el pediatra, es otra cosa.  Cuando habla por ejemplo  de qué hay que hacer si ese niño no duerme, habla en nombre dela  Diosapsico-pedagogía  (en realidad cientifismo) y lo que dice “es” Y, es cierto que libran de la incertidumbre más que las abuelas, pero ¿A qué precio? Al precio de unificar los métodos con  recetas que se supone deben de valer para todos, y  producir un sufrimiento añadido cuando esa receta o no se puede aplicar o no da el supuesto resultado.

Y qué decir de las variadas Diosas madres que pululan en forma de cristales, imanes, flores, etc. Su discurso está también del lado de librar de la incertidumbre.

 “Desprenderse de esa creencia no es algo que pueda elegirse a voluntad, y por ese motivo Lacan consideró que el ateismo era algo que sólo se podía conseguir con un análisis llevado a sus últimas consecuencias” (Gustavo Dessal)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El alucinante mundo de Norman

¿Nuevos velos sobre lo real?

De lo real  decimos que es lo imposible de soportar, también decimos   que como al sol no se le puede mirar de frente. Lo imaginario lo “viste”  y  lo simbólico lo  “regula” y  con las diversas combinaciones de ambos, los seres humanos  construimos velos para poder soportarlo, también para poder so-portarlo.

 

No es nuevo del todo que el héroe sea  diferente y en cierto modo rechazado.  Clark Kent es un personaje ignorado por su entorno, el cual  mira y admira a Superman.  Pero el héroe clásico en general,  al estilo de Robin Hood,  era querido y admirado por su grupo.

A Norman  por el contrario, nadie lo admira, tampoco nadie parece quererlo; sus padres  se muestran más fastidiados que preocupados. El hecho de que sólo hable con los muertos lo sitúa a él mismo cercano a lo siniestro;  su mundo es alucinante.  Pero algo de la estética esperpéntica con la que está realizada la película, mantiene alejada a la angustia.

En “El alucinante mundo de Norman”  es una representación de la lucha  entre el deseo   de destrucción  producido por la furia, y  la renuncia a  la venganza; una lucha entre  lo pulsional destructivo y la renuncia a ese goce. El bien y el  mal, representados  por  dos actitudes  opuestas, frente a unas circunstancias  en esencia similares.  Pero más allá del tema,  que podríamos considerar un clásico,  nos gustaría poner el acento en el modo de tratarlo.

Toda producción humana es una defensa contra el goce, las producciones literarias y cinematográficas también.   En ellas el héroe representaría  un tipo de defensa  contra  el mal con componentes simbólicos;  ideales simbólicos.  El héroe tenía  la función de transmitir  esos ideales  a otros  que  lo seguirían  y que  llegado el caso podrían defenderlos.

Norman parece estar solo todo el tiempo; antes y después de su hazaña. Ni su hermana, ni Neil, ni Alvin, ni  Mitch, parece que hayan aprendido nada. Los habitantes del pueblo tampoco.  La única diferencia es que ya no se meten con él.

Este héroe  es protagonista de una acción individual  sin transmisión; solitaria.  Los personajes, acordes con  el individualismo que preside la película, va cada uno a lo suyo,  sus diálogos más bien parecen monólogos.

Si lo siniestro deja traslucir lo real, podríamos decir que esta película rozaría lo siniestro,  si no fuera por el tratamiento esperpéntico que sus directores Buther y Fer  hacen  de los personajes, lo que permite que el espectador  se sostenga entre la risa y el escalofrío.

Lacan en un cierto momento habló de la belleza como el último velo sobre lo real.  Freud  cuando habla de lo siniestro, viene a decirnos que en lo siniestro algo de lo real  se trasluce. Tenemos también  el esperpento, el humor negro, la ironía…. Formas de velo  que nos sirven para “mirar al sol” con la protección de ciertas “gafas”  que nos permiten no  caer en el espanto.

 

 

Película «El lado bueno de las cosas»

 

Esta película ilustra bien la tesis que venimos sosteniendo sobre la banalización del sufrimiento en las llamadas enfermedades mentales.

 

Vamos a comenzar por la figura del padre: Nos presentan un hombre absolutamente enloquecido, preso de rituales y supersticiones, y cuyo mundo se limita al futbol. Las relaciones que mantiene ya sea con su mujer, sus hijos o sus amigos en realidad no son relaciones con ellos, él está solo en su mundo y los otros son piezas que debe de colocar en lugares determinados para que su mundo no se desestabilice. En realidad es trágico lo que le pasa a ese hombre. Podemos deducir el monto de angustia que le ronda a una persona con este modo de vida. Podemos deducir que se trata de una psicosis que se estabiliza con esa sintomatología obsesivo-compulsiva. Pero aquí no pasa nada. Todo ese mundo loco es interpretado en clave de humor. ¡De sufrimiento nada¡

 

La madre, corre a llenar todos los vacíos con comida. Parece no tener criterio sobre nada de lo que allí sucede, su casa es un caos, pero para ella no pasa nada. Pero sobre todo es condescendiente con el goce del marido, con su locura; le consiente todo, con lo cual los hijos quedan desprotegidos ante la locura de ese padre y la de ella misma. Su locura consiste en ser una madre de la necesidad.

 

El protagonista diagnosticado de bipolar nos dibuja su vida anterior; medicado, engordado, emparanoiado. Se deja arrastrar por la furia ante la evidencia de que su mujer estaba con otro, y es arrrestado y encerrado en un psiquiátrico. Es decir, realiza un pasaje al acto que arrasa su psiquismo tras el cual tiene que recomponerse. Y ¿como se recompone? con un delirio bastante corriente: La relación sexual existe. Se organiza una versión delirante de qué es una Pareja, leer los mismos libros…

 

Se esboza ya la salida que el autor de la obra elegirá como final: hacer de dos Uno

 

El hecho de decidir no tomar medicamentos y también algunos pasajes que ridiculizan las terapias van en la misma línea que preside la película: la locura es libertad. Claro que entonces interviene la ley; el policía como encargado de que las cosas no se desborden demasiado, que haya un cierto funcionamiento.

 

La chica: Si la madre corre a llenar cualquier vacío con comida, ella corre a llenarlo con sexo. Sigue la misma línea, no plantearse para nada la cuestión de que toda locura produce sufrimiento.

 

Y finalmente hay una terapia que funciona; la danzoterapia dos bellos cuerpos moviéndose al compás producen una ilusión imaginaria de complementariedad que fascina a ambos. También fascina al espectador, creyente, al menos por un rato, del mito de las medias naranjas.

Como dice  Lacan «La relación sexual no existe»  solo existen relaciones sexuales que dejan en el sujeto siempre un vacío con el que convivir. Aquí eso queda ignorado por completo. Todos felices, y colorín colorado, este cuento se ha acabado 

 

 

Asterix era sólo Asterix

 

Asterix era sólo Asterix

 

Se diría que como los personajes de Pirandello que buscan autor, algunos fármacos, están en busca de aplicación y la encuentran en causas que tiene más que ver con el simple hecho de vivir que con auténticas enfermedades. Si usted sufre con o sin motivo (aparente), si no es feliz, si se siente frustrado, culpable, malquerido, vulnerable, débil, mal tratado, triste, ansioso, traicionado, estresado, pesimista, alicaido físicamente, con poco vigor sexual…. Entonces es que está usted enfermo y precisa cura. Pero no tema: existe esa píldora que alivia todo síntoma de insania. Un sencillo ajusta bioquímico y, voila el milagro.  Vivimos en un mundo de enfermos imaginarios. En una sociedad hiperdopada que busca resolver con una pastilla el desajuste entre la realidad, las expectativas y las exigencias. ( La vanguardia 3/1/20013; Susana Cuadrado)

 

La búsqueda de bienestar ha acompañado al género humana desde el inicio de los tiempos. Cada cultura tiene su “historia” o su mito que lo ilustra. En la nuestra Noe ilustraba  el origen del alcohol y su uso como consuelo a los trabajos de la vida. Pero también ilustra como el exceso lo deja desnudo y con la dignidad perdida.  Reírse del goce del padre tiene aquí el efecto de quedar maldito – estamos a distancia de Homer Simpson –  el goce  debería haber sido velado; cubrir al padre. Es decir, cada cosa en su momento, hay momentos para el alivio de los pesares humanos pero las más de las veces hay que afrontarlos.

 

Medicalizar la vida cotidiana conlleva la idea de fondo de que es posible una vida sin sufrimientos, sin discordancias,  de triunfo constante. Es cierto que las industrias farmacológicas hacen buen negocio con ello, pero el río donde pescan lo formamos todos.

 

Al margen de los síndromes serios hay felices hallazgos de “síndromes” que dan mucho juego par etiquetar a vastas multitudes dentro de una supuesta patología. Está el síndrome posvacacional, el del hijo único, el del nido vacío, el de los cuarenta, el de la alienación parental…… Les invito a completar esa lista con el primer síndrome que se les ocurra porque seguro que algún laboratorio recogerá el guante. La mercantilización de los estados de ánimo resulta rentable.(La vanguardia….)

 

El cientifismo es una epidemia, y  surgen en todas parte “estudios científicos” sobre cualquier clase de cosa; que si el deporte permite gestionar mejor las emociones, que si arreglarse eleva la autoestima, que si reirse cura la depresión….todo  “científicamente demostrado” y como correlato surgen; la risoterapia, la shoppingterapia….  Y  si usted no consigue con ello estar estupendísimamente, habrá un fármaco que le promete – sólo promete – librarle de las miserias humanas.

 

No es lo mismo establecer momentos de fiesta en los que aliviar lo trabajoso de la vida  que pretender hacer de la vida una fiesta.

 

Asterix sólo se tomaba la pócima de Panoramix cuando tenía que luchar contra los romanos Cuando no, Asterix era sólo Asterix( La vanguardia….)

A FAVOR DE LA SUBJETIVIDAD_REFLEXIONES

A FAVOR DE LA SUBJETIVIDAD

El día 3 de Octubre, en Barcelona, tendrá lugar presentación de la PLATAFORMA PSICOANALISIS SIGLO XXI. Publicamos para Vds. el escrito anunciador de la convocatoria.

Desde su origen el psicoanálisis ha estado atento a los avatares de cada época y a las formas sintomáticas que toma el sufrimiento en cada una de ellas. El psicoanálisis ha privilegiado siempre la defensa de la subjetividad como algo irrenunciable, por tratarse de lo más valioso del ser humano con sus paradojas y sus contradicciones.

Su práctica y su teoría se han ido desarrollando a lo largo de más de cien años y han sido la base de formación de muchas generaciones de profesionales; psicoanalistas, psicólogos y psiquiatras, sin olvidar la función clave que ha tenido en la formación complementaria de todos aquellos que hacen de su trabajo profesional una relación asistencial como médicos, enfermeras, educadores, trabajadores sociales y maestros.
Además de las conexiones del psicoanálisis con el arte que han sido constantes.

Las aplicaciones terapéuticas del psicoanálisis han permitido que hoy esté presente en muchas instituciones públicas y privadas

No obstante, actualmente, desde fuertes prejuicios ideológicos sin rigor y con un amplio desconocimiento del alcance del método y de la teoría psicoanalítica, se cuestiona su vigencia como práctica analítica en este siglo XXI. Se pretende su desaparición de las instituciones públicas y privadas. Dichos prejuicios no son ajenos a las servidumbres que esos grupos de opinión tienen respecto a intereses económicos diversos.

En el momento actual asistimos al devenir de una clínica cada vez menos dialogante, más indiferente a las manifestaciones del padecimiento psíquico, aferrada a protocolos y abusos de medicación

Por ello:

Manifestamos la defensa de un modelo asistencial donde la palabra sea un valor a promover y donde cada persona sea considerada en su particularidad. La defensa de la subjetividad implica la confianza en las invenciones y recursos que en cada persona se ponen en juego para tratar lo que en cada uno se revela como insoportable y extraño, aunque sea lo más familiar. Confiar en el sujeto es confiar en su capacidad de elaborar respuestas a su malestar.

Manifestamos nuestra repulsa al pensamiento y la política imperante que hacen de la seguridad un metavalor con desprecio de las libertades y los derechos. Con el pretexto de las buenas intenciones reducen al sujeto a un cálculo de su rendimiento y que debe de ser adiestrado con técnicas imperativas asimilables a la domesticación

Manifestamos nuestro compromiso para contribuir al fortalecimiento de la inteligencia reflexiva, profunda y plural, dentro de la cual tenga cabida la visión, que desde la observación sicoanalítica, se puede aportar como teoría en si misma y como práctica que tiene, como centro atención, al sujeto.

Esta plataforma se ofrece como un espacio abierto a todos aquellos que rechazan la reducción actual del sujeto a un número, a un informe, o a un funcionamiento programado y cosificado.

Esta plataforma nace con la voluntad de ser un punto de encuentro y de intercambio entre profesionales, artistas, escritores, responsables políticos y ciudadanos de toda condición, para compartir y aportar reflexiones sobre las diversas formas contemporáneas del malestar en la civilización, y sobre las respuestas posibles

Pueden mandar sus firmas de adhesión a: psicoanalisissigloxxi@gmail.com y a dialogosblog@terra.es

REFLEXIONES

Este manifiesto nos da una buena oportunidad para hacer algunas reflexiones sobre la finalidad de este blog, sobre su andadura, y sus posibles ampliaciones.

También es la ocasión de retomar una de las preguntas planteadas sobre si este blog podría servir de puerta de acceso al ámbito de la ELP.

A poco más de un año de su publicación el número de lecturas que ha alcanzado es una grata y esperanzadora sorpresa. Si bien es verdad que el nivel de participación es reducido.

Puesto que el blog se encuentra inserto en los blog del Diario de Noticias de Navarra nos permitimos suponer que la mayoría de sus lecturas serán hechas por gentes de Navarra. También deducimos que, dado que su lectura no es fácil, quien lo lee tiene el suficiente interés en el psicoanálisis o al menos en “la inteligencia reflexiva” como para hacer el esfuerzo de seguir los artículos.

El psicoanálisis nos pide “un esfuerzo más” del mismo modo que en la cura psicoanalítica, un esfuerzo más para hablar, un esfuerzo más para seguir. En este caso un esfuerzo más para hacer de este blog algo vivo, algo con la viveza suficiente para hacerse notar en la ciudad.

Podemos hacerlo a través del envío de firmas de adhesión al manifiesto, por supuesto que si. Pero también podemos hacerlo haciendo de este blog una plataforma de sus opiniones, sus ideas, sus experiencias, sus reflexiones. Este nivel de participación no afecta solamente a los que habitan en Navarra

Nos gustaría también ir más lejos y poder hacer algo más personal, alguna actividad dirigida a personas interesadas en formarse en psicoanálisis. En ese sentido, que pudiera servir de puerta de entrada al ámbito de la ELP.

“Salvemos la clínica” es la frase de Miller que nos anima a no dejarnos anonadar por la fuerza del neurocognitivismo y de sus ideólogos. Para ello debemos esforzarnos.
Necesitamos pues, de vuestra colaboración a todos los niveles. Escribirnos a la dirección ….dialogosblog@terra.es…También podéis hacerlo al propio blog , siguiendo las instrucciones correspondientes.

Un esfuerzo más….para seguir marchando

AUTORIDAD_ SUFRIMIENTOS ACTUALES

AUTORIDAD

“Todo tiempo pasado fue mejor” es un dicho que circula entre nosotros. Podríamos -siguiendo a Freud- entender su éxito como debido a una característica del psiquismo humano.

Cuando reaparece el “estado de necesidad” la excitación psíquica inviste las huellas de memoria que dejó la “vivencia de satisfacción”. Si este investimiento es excesivo produce una “realización alucinatoria del deseo” y ello conllevará una “vivencia de dolor”

El psiquismo tiene mecanismos para procurar que eso no suceda, y que la investidura se mantenga en un nivel medio, suficiente para que la imagen deseada sirva de guía. Es la guía la que dirige la búsqueda en la realidad- es decir en el mundo- del objeto deseado que será encontrado con la marca del menos. Por eso decimos que el encuentro es siempre un reencuentro.

Sabemos que las huellas que ha dejado la vivencia de dolor son aisladas, conservadas como un”no-yo”. En términos de investidura podemos decir que el psiquismo tiene mecanismos para rodear esas huellas sin investirlas. Las huellas de las vivencias de dolor no son, en general, investidas. Es lo que hemos llamado “represión originaria” Eso produce un agujero en el psiquismo, un vacío, que el sujeto humano, se encarga de rellenar con mitos. Ya sean mitos generalizados, propios de cada cultura, ya sean mitos individuales, como lo que Freud llamó “El mito particular del neurótico” y que Lacan llamó “El fantasma”

Este es el mecanismo que produce los “Paraísos perdidos”. Y todas las formas míticas de esos “Paraísos” tienen su “Ángel con una espada de fuego” que impide volver a entrar. En la clínica, comprobamos los efectos dolorosos cuando este mecanismo no funciona, o funciona mal. Pero hoy no vamos a hablar de eso. Hoy vamos a hablar de la nostalgia del Padre.

Se han producido muchos cambios. El “Dios ha muerto. Todo está permitido” que presidió el cuestionamiento de la autoridad paterna en la que estaba sustentada nuestra cultura, fue saludado con entusiasmo. Ilusoriamente nos las prometíamos felices. Derrocar al “Ángel con la espada de fuego”, o mejor, jubilarlo para poder entrar en el paraíso de los goces.

Pero como bien nos explicó Freud, el objeto de la satisfacción completa está irremediablemente perdido. Para que la satisfacción completa se produzca el objeto debe de ser encontrado sin haber sido pedido ni esperado. Por lo tanto, irremediablemente, solo una vez puede ser encontrado así. Dicho de otro modo, solamente una vez puede ser encontrado sin representación psíquica, las veces siguientes hay ya huella de memoria. Ya no serán encuentros, serán solo reencuentros, y por tanto con un menos de satisfacción.

Este mecanismo de la primera vez, se reproduce en las experiencias de la vida. Lo que se tiene, queda en menos frente a lo que ya no está. Coloquialmente podríamos decir que se idealizan situaciones pasadas. Dicho de otro modo, adquieren el valor del “Todo” frente al valor de “En menos” de lo que tenemos entre manos.

Es entonces cuando puede surgir la compulsión de volver a estados anteriores y rebuscar en el pasado. Pero si se llega a encontrar lo perdido la decepción es segura, pues ya no es lo que era. Aceptar la falta supone no empeñarnos en mantener “alucinatoriamente” una realidad, saber renunciar a satisfacciones delirantes. Es decir, asumir la castración como lo menos malo, para no ir hacia lo peor.

El sufrimiento acompaña a la humanidad, convivimos con él. Eso no cambia. Lo que cambia son los modos del sufrimiento. Entre los nuevos modos de sufrimiento tenemos hoy los producidos por la devaluación de la autoridad. Por que el “Dios a muerto” no nos da acceso al “Todo está permitido” Hay para el sujeto humano algo como una “Ley de vida” que le hace constatar en su carne que el Todo es imposible, y que, empeñarse en imposibles nos enloquece. Lacan decía en una época que el síntoma era lo que venía a señalarle al sujeto que el goce es malo.

«El Otro no existe» es una forma de decir en psicoanálisis que la autoridad del padre ha muerto, que se perdió y que como todo lo perdido, es irrecuperable. Toda tentativa de recuperarla solo nos llevará a construcciones delirantes.

Pero eso no nos exime del imposible. Eso no nos exime de la autoridad. Dicho en otros términos, no nos exime de los límites.

El sufrimiento, producido por el cambio de paradigma cultural, se manifiesta muy particularmente en los adolescentes y en sus familias. Vemos padres perplejos, hijos rebeldes, profesores desconcertados.

Estos días pasados la prensa ha publicado el caso de un padre que llevó a su hijo a la comisaría para que se hicieran cargo de él. El debate está servido. Pero se diga lo que se diga en este debate, lo que nos muestra claramente es el desconcierto generalizado.

Lo que el psicoanálisis puede aportar a tal debate, es que es necesario no perder de vista a Freud y a Lacan cuando nos dicen que es imposible volver para atrás. Es decir, que no ayuda la nostalgia del padre, que hay que seguir inventando.

SUFRIMIENTOS ACTUALES Antonio Vergara *

El sufrimiento actual, que se refleja muy claramente en los adolescentes, está vinculado con el problema de la autoridad. Deberíamos reflexionar sobre quien reviste a la persona de algún poder o mando y qué condiciones debe de poseer para ello.

El principio de autoridad – en tanto que garante de la paz- constituye el fundamento del derecho, por tanto es la autoridad y no la verdad la que ha dictado la ley. El movimiento de la autoridad y el poder ha girado alrededor del padre, y el declive del padre representa el declive de la autoridad y de la transferencia en la autoridad.

En Freud, a lo largo de su enseñanza, hay tres versiones del padre. El padre como perverso con la teoría de la seducción. El padre del Edipo que impone la ley y se somete a ella, y el padre de “Tótem y tabú”. Este padre es el de la horda primitiva que no deja gozar pero él si goza. En esta tercera versión del padre, es su muerte a manos de los hijos lo que permite que se instaure la prohibición de gozar como él, es decir, ya nadie podrá ocupar el lugar del padre. El lugar del padre queda como lugar vacío en el que se ubica esa prohibición. Se instaura con ello una autoridad que posibilita la entrada en la cultura.

Lacan toma el modelo segundo para su enseñanza de la metáfora paterna. Llama Nombre-del-Padre a la función que hace del padre del Edipo; impone la ley y se someterá él mismo a ella. Este no es el padre del “no” sino un padre que autoriza, el que dice “Esto no, pero aquello si”. Aquí poder y autoridad van de la mano.

Lacan anticipó el final de la época del padre en 1932 en “Los complejos familiares». El desfallecimiento del N-d-P es hoy evidente. La actual sociedad está infantilizada. Se ha pasado de una sociedad de padres e hijos a una sociedad de hermanos.

Entonces ¿Cómo sostener hoy la autoridad? Eric Laurent plantea la necesidad de un nuevo amor por el padre “La paternidad difractada, definida por normas eminentemente variables, convendría especialmente a las nuevas disposiciones familiares recompuestas.

Es una nueva versión reformista del padre al fin de reconducirlo a una función de instrumento de utilidad social” Laurent considera que “Queremos ser sancionados pero por Autoridades cuyas manifestaciones sean lo menos evidente posibles.”

El poder directo hace que un sujeto obedezca, pero no hace que un sujeto consienta. La autoridad que esperamos es una autoridad que no esté basada en el poder, sino en el “deber de verdad”

El psicoanálisis pone en primer plano una nueva autoridad; la transferencia. Con la transferencia hace que se establezca un otro de la Ley al que transferimos un poder. Ese dispositivo permite una relación nueva con la Ley. El psicoanálisis va orientado a transmutar la culpabilidad del sujeto en responsabilidad.

* Resumen de la conferencia impartida por Antonio Vergara dentro del ciclo de conferencias organizadas por la ELP en Sevilla

DIVERSOS ROSTROS DE LA PULSIÓN…LA VILOLENCIA CONTEMPORANEA

DIVERSOS ROSTROS DE LA PULSIÓN DE MUERTE

Tras un periodo de vacaciones continuamos con la tarea de difundir el psicoanálisis lacaniano desde la perspectiva de la Escuela Mundial de Psicoanálisis.

Nos han llegado algunas preguntas que trataremos de ir respondiendo. Vamos a comenzar por una pregunta que resumo para Uds. y que pueden leer en Última réplica sobre las razones que esgrimen las personas para justificar sus acciones. Tomando como ejemplo la película “Expediente Anwar” la pregunta plantea la siguiente cuestión: si toda la humanidad es potencialmente capaz de hacer daño hasta la muerte, si se tuvieran razones poderosas para hacerlo. También sobre si hay seres capaces de hacer daño sin razonamiento comprensible para la mayoría y si en ese caso se trata de “perversos”

Comencemos por recordar que Freud y Lacan nos enseñan que la pulsión de muerte está en la sociedad y en cada uno de nosotros y no es algo eliminable, sólo reductible.

Sabemos que los niños aprenden a decir que no, antes de aprender a decir que si. Este no está vinculado a lo que les resulta desagradable. Este no sitúa afuera, en el exterior, lo insoportable como si se tratara de algo ajeno. Es decir, que tratamos de atribuir al otro la responsabilidad de nuestro malestar. La primera posición del sujeto es paranoica. Si el otro tiene la culpa de las vicisitudes de mi vida, yo no soy el responsable. Luego vendrán los argumentos para justificar nuestros actos como respuesta a los actos del otro. Eso malvado de cada uno queda extranjero, extimo, como lo más extraño irreconocible aunque es lo más íntimos a cada uno de los otros.

La película que Ud. cita nos muestra una situación donde vemos la escalada de la pulsión de muerte en plena actividad. Como telón de fondo tenemos el miedo y el rechazo de una civilización hacia otra, un deseo de exterminio. Los otros son crueles, malvados – nosotros no- y eso justifica todos los actos.

Las “razones” que se argumentan son unas, la lógica que subyace es otra. Las “razones” de los unos y de los otros podrían resumirse en “Matar para que no nos maten” pero la lógica que subyace es la prepotencia “No perder poder, no perder prestigio” aunque para ello haya que saltarse el principio ético de poner límite a todo lo que implique reducir al sujeto a objeto, incluidos ellos mismos.

Bajo el argumento de sus “poderosas razones” vemos gozar a cada uno. Si el odio en sus distintas manifestaciones es goce, la película nos muestra como el goce es pegajoso, embadurna cuanto toca, aunque se intente mostrar como aséptico. Pero eso siempre vuelve. Cada uno se va a encontrar con que los efectos de lo que hizo le rebotan. La película nos lo muestra sobre todo con la muerte de la hija del torturador.

La reacción tardía de Jake el agente de la CIA nos muestra también que siempre se elige y siempre hay responsabilidad en las elecciones.

Sí; todos somos potencialmente capaces de hacer daño y sobre todo, si no revisamos lo que creemos “nuestras poderosas razones” si no revisamos nuestros Ideales, ya sean personales o colectivos.

La segunda parte de la pregunta la iremos contestando poco a poco en siguientes artículos. Hoy vamos a incluir un artículo sobre otro tipo de violencia al que asistimos y que va desde el vandalismo sin sentido hasta las agresiones gratuitas.

LA VILOLENCIA CONTEMPORANEA *

Uno de los síntomas de nuestra contemporaneidad es la violencia. Ella se acrecienta día a día, pulula por doquier. Violencia callejera, violencia doméstica, escolar etc.

Se dirá que la violencia ha existido siempre. Basta recordar a Hobbes diciendo que el ser humano es un lobo para el ser humano y que es necesario refrenar la impulsividad que hace de la sociedad humana una formación de seres con ambición de mando y de dominio.

En el Levitán (1651) se habla del Estado como lo único capaz de crear las condiciones para que pueda existir una sociedad, que mediante el pacto, pueda hacer cesar las hostilidades. Una autoridad que esté por encima de los sujetos y a la cual se sientan identificados. Esto implica una creencia en la autoridad en la que se delega.

Quizá tal requisito nos permita pensar en la violencia “posmoderna” esa que se infiltra dondequiera. En este caso, no emerge como medio para otros fines, ya sea ganar una guerra u obtener un bien con el robo. Esta violencia estalla como “la violencia por la violencia” y suele navegar en el sin sentido pues está desprovista de lo que imaginariamente podría otorgarle una razón. Desprovista de los encuadres que la acotarían la vemos dirigirse hacia el semejante y por momentos volverse contra el propio sujeto.

La ética de los comienzos del siglo XX era una ética del sacrificio y de la renuncia que funcionaba como regulación, que exige al individuo renuncias a la agresión y a las satisfacciones pulsionales. Un cierto contrato social con una cierta regulación.

El discurso actual es el de la ética capitalista, es decir, el consumo y la diversión. La cuestión de la diversión marca una ética distinta a la del sacrificio. El discurso actual no exige renuncia, exige más bien consumir, gozar, deportes extremos, adrenalina etc., en el marco de un vacío de sentido.

En ese contexto podemos colocar los actos de violencia juvenil, de agresiones y vejaciones a otros chicos o de violaciones que son grabadas, incluso colgadas en Internet “para divertirse”

La satisfacción directa de la pulsión “me apetece; lo hago” está presente en ese tipo de actos. No hay otra razón que la satisfacción de la pulsión, la cual no esta regulada por ningún sentido.

(Nos gustaría abrir con este tema un debate entre nuestros lectores. Les animamos a escribir a la dirección de correo dialogosblog@terra.es)

* Extracto de los artículos de Silvia Ons y Mario Goldenberg en la revista digital Virtualia nº 18

AFECTOS…EMOCIONES…SENSACIONES

-Pero quizá las personas somos algo más que palabras encarnadas….. el olor, el sexo, la risa y el llanto, la mirada, la música, el calor ¿Podría hablarnos de ello? *

Las cuestiones que Ud plantea fueron objeciones que se le hicieron a Lacan en algunos momentos. Sobre todo, al Lacan de los Seminarios IV y V, al Lacan del significante. En estos momentos, gracias a J.M. Miller y algunos otros, tenemos una mejor panorámica de su enseñanza. También podemos estudiar el “para quien” hablaba en cada momento, y eso, nos permite contextualizar cómo muchas de sus tesis primeras, eran dirigidas a introducir, entre sus compañeros de la I.P.A., nuevos puntos de vista.

La tesis de la primacía del significante, pudo, durante algún tiempo, dar la impresión de que dejaba los afectos sin considerar. Pero pronto pasó a hablar del significado como de una cadena pulsional a la que el significante imponía su primacía, dicho de otro modo, a la que el significante regulaba. Durante un tiempo, consideró que era posible significantizar toda la pulsión en el curso de un análisis. En el transcurso de esos mismos análisis, y en su propia investigación, se le fue mostrando que hay un resto insignificantizable. A ese resto, lo nombró de diversos modos. Es lo que, al final, denominó el síntoma; “un síntoma pasado por la experiencia analítica”, pasado por la máquina significante que es un análisis. Sinthoma con el cada cual tiene que poder hacer algo.

Voy a tratar de responder a su pregunta:

El hecho de que el sujeto humano sea, al mismo tiempo, el estudioso y el objeto a estudiar, implica serias dificultades a la hora de objetivar el estudio de nuestro aparato psíquico. Tenemos que tener en cuenta, que cuando podemos pensar, es porque ya nuestro psiquismo está estructurado, es decir, que ya ha habido un ordenamiento de ese impulso vital del que debemos suponer que estaba al principio “en bruto”. Podríamos llamarlo “una energía o excitación que se descargaría en espasmos o en alaridos”

¿De qué disponemos como prueba para apoyar esta tesis? Tendríamos las psicosis infantiles muy graves, también, algunos cuadros infantiles de autismos y ciertos momentos de las psicosis mayores, ya muy deterioradas. También, los sujetos que han pasado por experiencias extremas de terror u otras sensaciones y a los que se les desestructuró el psiquismo, de tal modo, que solo pueden hacer movimientos y-o dar aullidos.

Freud llamó pulsión a esa energía vital, y nos explicó, que para poder dar un largo paseo por la vida, esa excitación tiene que poder convertirse en parcialidades. Y eso sólo puede hacerse pasando por un proceso. Proceso, que solo se puede llevar a cabo con el cincel de las palabras, palabras que provienen del Otro y que permiten, que vayamos distinguiendo y ordenando la pulsión en sensaciones.

¿Cómo se despliega en el tiempo- cuando no hay interferencias- ese proceso? Primero, concentrándose en ciertas zonas del cuerpo, luego, dirigiéndose a la imagen del yo, y más tarde, pudiendo dirigirse a los otros, a los que llamaremos objetos.

Si podemos distinguir entre olor, sexo, risa, llanto, mirada, música, calor, es porque son retoños de la pulsión. O dicho de otra manera, elaboraciones hechas con el material pulsional, “labrado” por las palabras.

Las palabras son como cinceles que hacen del organismo un cuerpo. Un cuerpo pulsional si, pero también un cuerpo capaz de sublimar y de convertir el alarido en música. Sin palabras no habría música.

Un cuerpo pulsional, pero que es capaz de mirar, de estudiar lo mirado, y de sujetar convenientemente la gana de agarrar lo visto. Y lo mismo lo olido, etc.

La pulsión, para llegar a ser sexual, ha tenido que sufrir diversas canalizaciones, primero en el propio cuerpo, para llegar a ser genital, al menos en parte. Después, para pasar a necesitar un partener con quien satisfacerse. Las canalizaciones y las reconversiones que se tienen que realizar son evidentes.

Nos viene bien, para entender esto, un verso que dice: “Gracias a la vida que me ha dado tanto, me he dado la risa y me ha dado el llanto. Con ellos distingo, dicha de quebranto los dos materiales que forman mi canto”

Es decir, que si placer y displacer pueden llegar a ser distinguidos es porque las sensaciones pueden ser catalogadas, y los catálogos solo son posibles con palabras. Podríamos decir, que somos carne pulsional labrada por las palabras, por el significante.

Tengamos también en cuenta, que no toda la pulsión es susceptible de ser “labrada” por el significante. Algo queda por fuera. Ese resto con el que convivimos y que empuja siempre, a veces, por caminos difíciles. Un “eso” con lo que trabaja en ocasiones el artista, pero que tampoco es ajeno al significante, pues si está en el “fuera”, es porque la palabra marcó un “dentro”. El “eso” de cada uno, que en un análisis permite. El «eso» de cada uno, que en un análisis podemos conseguir que no nos haga (trop de mal) demasiado daño

Vamos a decirlo en términos más técnicos. Ya Freud hacía ecuaciones en referencia a los objetos pulsionales, por ejplo: heces=dinero. Lacan, en el Seminario XI, habla de los objetos a como objetos pulsionales; pecho, heces, mirada, voz. Y en el Seminario XVII plantea, que objetos pulsionales son todos los objetos, más o menos elaborados, que el ser humano fabrica.

Engloba, todos ellos, en lo que llama el objeto a. Es decir, que si retomamos la noción de Discurso podríamos explicarlo así: A la pulsión en bruto, sin organizar, viene a organizarla. Se forma entonces una cadena… S1-S2. En ese proceso de organización se producen tres cosas: un sujeto barrado, sujeto al lenguaje, es decir, representado por un “Yo soy…” nuca completo, con una falta en ser. Se produce una pérdida del goce bruto –goce Otro- y también, una recuperación de goce “domesticado” al que representamos con la letra a

Retomemos el ejplo de “Soy gracioso”que usábamos en uno de nuestros artículos. Tendríamos: S1= Soy gracioso, puesto en relación con S2 (cuando, cómo, etc.) Lo que daría como resultado un Sujeto barrado “Soy gracioso, pero a veces no estoy para bromas” También, como resultado, se producirían unos efectos de goce, eso que llamamos el objeto a. Vamos a llamarlo su ser de goce.

En este sujeto podemos aventurar que su objeto a tiene que ver con la voz. Su dicha y su quebranto, su risa y su llanto, tendrán mucho que ver con el equilibrio que consiga para no “hacer gracia a toda costa”.

Cuando eso sucede el S1 y el objeto a se hacen equivalentes, borrando la falta en ser, pero convirtiendo a ese sujeto en un ser de goce, sujeto sacrificado al goce.

Espero haber esclarecido algo de lo que planteaba su pregunta

* Pregunta a T. M. 7 julio 2009

LA REALIDAD SOCIAL

Inserciones: noción de Discurso en Lacan

La realidad psíquica está sostenida por la articulación significante, es decir, por la relación que mantienen en cada sujeto, los significantes, entre si. En cada ser hablante, se construye una cadena significante particular, en la que un significante 1 entra en relación con un significante 2…S1-S2….

En esa cadena, el sujeto, queda representado por un significante, o por algunos: “Soy lista” por Ej. Pero para que el S1 quede enganchado en una cadena, dentro de un Discurso, debe de quedar asociado al abanico de significaciones, socialmente admitidas, y también, llevar el sello de qué se entendía por “lista” en su universo familiar.

Tomemos dos significaciones posibles y diferentes de “lista”. Una; “Sacar buenas notas” otra; “Coger, rápida, el mayor trozo de tarta”. Tendremos dos S2 diferentes, que darán dos cadenas significantes distintas. El S3, S4, Sn… que les seguirán, serán también diferentes.

Esta articulación, este enganche, S1-S2 tiene como consecuencia dos cosas 1) ese ser hablante quedará representado por ese significante “lista”, para desaparecer inmediatamente, ya que “lista”, no es una significación única y absoluta. No se termina de saber nunca qué es ser “lista” y 2) se producirá un goce-sentido en el cuerpo al ser nombrada de ese modo –la libidinización, lo nombraría Freud- y que acompañará, para bien o para mal, a esa sujeto en su paseo por la vida.

Esquema del aparato del Discurso del Inconsciente:

Este funcionamiento del aparato psíquico permite hacer lazo social; estar insertado en el lazo social.

Pero, puede suceder, que la realidad psíquica no se estructure de esta manera. Puede suceder, que no haya ningún S1 que nombre a ese ser hablante, que no se constituya el “yo soy….” También hay veces que el S1 “lista” por ejplo, no se asocia a ningún S2, entonces “ser lista” queda sin enganchar a una de las significaciones posibles , lo cual llevaría e esa sujeto a querer igualarse a todas las significaciones de “lista” sin poder alcanzar nunca ese estado.

Ante esto, al sujeto solo le queda construirse procedimientos de remedio. Suplencias, de lo que hemos venido llamando, la Metáfora Paterna, suplencias que le permitan estabilizar la significación. Son procedimientos fuera de Discurso. Son invenciones particulares que permiten encadenar de otros modos S1-S2

En los tratamientos psicoanalíticos, hemos comprobado, que cuando los sujetos consiguen producir una nominación, o estabilizar, barrando, limitando, una ya existente, se abre la posibilidad de lazos sociales, de vínculos. Cuando el significante Nombre del Padre ha perdido su privilegio, en su lugar, puede recurrirse a una nominación particular construida por el propio sujeto, es decir, “pasar del padre a condición de servirse de él”, para insertarse, de algún modo, en el lazo social.

Para nosotros, en las consultas se trata, en cada caso, de cómo nos podemos convertir en el partener adecuado para cada paciente, con la presencia y las palabras que convienen, para acompañar, a cada uno, en su trabajo.

Artículo de Clara Bardón “En el fundamento de la realidad social está el lenguaje” *

La realidad social es el lenguaje. El lenguaje que está ahí antes de la aparición del sujeto quien lo toma a partir de lo hablado por los otros. La estructura del lenguaje como tal implica unas normas sintácticas y gramaticales. Existe una matriz fonemática para cada lengua, las palabras recogidas en el diccionario, los usos compartidos de determinadas expresiones. Es el lenguaje, en tanto lengua hablada, lo que vehiculiza una norma que sirve para comunicarse y establecer una rutina social.

Pero hay también otro nivel del lenguaje, a partir de lo que entendió cada uno de esa lengua del Otro que produce las investiduras particulares de cada uno, y que da lugar a un uso privado de la lengua. Un acento singular, propio, que no sirve a la comunicación. Ese nivel en el que nadie da a una palabra el mismo sentido que el otro, y por tanto, no está articulado a un saber que pueda ser compartido. Está articulado al goce del sujeto.

Por ello, para que el sujeto pueda sostenerse en el lenguaje y ser representado por él, es preciso que esté articulado en un Discurso que instale las coordenadas simbólicas. Es decir, que el significante debe estar articulado a otros significantes produciendo un saber que incluya de alguna manera el goce del sujeto.

En el Discurso, además, se sitúa el sujeto en una determinada posición. Es desde esa posición en el Discurso cómo el sujeto puede representarse mediante el lenguaje frente al Otro y puede hacer lazo social.

Estar en un Discurso permite orientarse en el mundo con respecto a lo que hay que hacer para arreglárselas con el cuerpo, en la relación con los otros. Sitúa al sujeto para responder ante determinadas situaciones, da un lugar desde donde dirigirse al otro.

La realidad psíquica implica, que lo simbólico y lo real, estén anudados por lo imaginario para que se produzca el sentido (fabricado entre lo simbólico y lo imaginario) que puede ser compartido por los otros

En ocasiones, lo imaginario que permite que las palabras quieran decir cosas, está desanudado y se producen fenómenos de lenguaje con un acento de singularidad: ideas fijas con un sentido particular, intención de significación inefable, desorganización de la sintaxis, significantes nuevos o con una significación nueva, y en general, expresiones de la lengua corriente que para el sujeto tienen un uso particular, una significación nueva, y no están articulados en un Discurso.

La realidad psíquica es lo que permite también para cada sujeto poner el mundo en orden. Es lo que hace que cada uno esté más o menos ubicado en su cabeza y en su cuerpo, lo que permite experimentar los pensamientos como propios y no producidos en el exterior y vividos como ajenos.

Hay sujetos que al estar fuera del Discurso, deben desplegar un considerable esfuerzo de invención para realizar un uso del cuerpo y tener un funcionamiento en lo social que parezca ordinario, son anudamientos precarios, en sujetos que tienen una conexión frágil con el otro, y, son más vulnerables ante las diversas dificultades y avatares que se encuentran en la vida. En tales circunstancias, el vacío de significación, los sume en la perplejidad y la necesidad de inventar significaciones singulares que les permita llenar ese vacío en la significación.

Este desorden, por fuera del Discurso, comporta a su vez un desorden libidinal, porque está afectado el sentimiento y el sentido, mediante el cual, el sujeto se une a la vida.
Para estos sujetos se trata de inventar, fuera del Discurso, un referente que pueda servir para producir respuestas particulares que engloben de una forma o de otra el goce, le pongan límite y produzcan un sentido. Inventar algo que le pueda servir para sostener esa rutina social. Eso es del orden de un pragmática: arreglárselas con.

* Clara Bardón es miembro de la ELP