Crónica sentimental en tres tiempos
Dirección: Icíar Bollaín. Intérpretes: Najwa Nimri, Tristán Ulloa, María Vázquez, Diego Martín, Nuria González, Antonio de la Torre, Fernando Cayo. Nacionalidad: España. 2007. Duración: 100 minutos
Lo resumía con precisión hace unos días en el festival de Donosti Najwa Nimri. En la suma de las tres protagonistas femeninas de esta película de mujeres-detective se alienta un fresco por el que se puede percibir la historia del amor en tres tiempos: la pasión de su inicio, el conflicto de su estabilidad y la apatía de su decadencia. Es cierto. Pero también lo es que Icíar Bollaín ha cultivado un filme implicado con algo que ella siempre muestra en su cine, la problemática social y laboral de la mujer en la España de estos años. Es decir, Bollaín hurga en los tics del machismo sin caer en la demonización del macho y reivindica la figura de la mujer pero evita el panfleto.
Si evocamos sus largometrajes veremos cómo en todos ellos Icíar Bollaín se mueve con análoga destreza. En su obra de debú, Hola, ¿estás sola? , era el romance y los conflictos paternofiliales los que le daban el suministro argumental. En Flores de otro mundo , la inmigración vista desde la perspectiva de las mujeres y en Te doy mis ojos , la llamada violencia de género. Antes como ahora y aquí, en torno al rol de la mujer se conforma ese territorio en el que ella mueve sus hilos.
Estos hilos, en Mataharis , establecen una sugerente reflexión, la (in)capacidad de verse a uno mismo. Para ello narra la vida de tres profesionales de saber mirar a los otros. Mirar para descubrir, mirar para desvelar y conocer la verdad. Ellas, que saben de los otros, parecen ciegas para apreciar lo que les está ocurriendo.
En Mataharis , además, Bollaín ahonda en los conflictos sentimentales y en la relación hombre-mujer. Además, la profesión de sus protagonistas le suministra otros reflejos sobre los engaños de alcoba, el adulterio y la traición. Quien esto lee ya habrá deducido que Icíar Bollaín ha cargado a tope su guión y deduce bien. Precisamente es en lo accesorio donde peor se mueve su nave. En los casos detectivescos, pura anécdota recopilada para buscar verosimilitud, se esconde lo más superfluo, lo menos interesante, lo más falso. En el interior de sus tres protagonistas y sus compañeros anida lo mejor de este filme y lo mejor de una Bollaín que se hace más grande conforme se roza en profundidad con los sentimientos.