El General Robert Edward Lee, y la Guerra de Secesión Americana

«Hay pocos, creo yo, en esta época ilustrada, que no reconozcan que la esclavitud como institución es un mal moral y político.» Robert E. Lee

Lee

Una de las preguntas que más me han hecho últimamente es acerca de porqué elegí el nombre de este general confederado de la Guerra de Secesión Americana (1861-1865) como Alter Ego en la red social Twitter. La razón principal es por el paralelismo que veo entre dicha guerra y las guerras carlistas. Una y otra son diferentes, qué duda cabe, y la razón principal es que en España era una lucha dinástica, y en los EEUU no, puesto que se constituyeron como una república. Pero en los dos casos se daba una lucha feroz entre el centralismo que se quería imponer, y aquellos que lo rechazaban. Además Jefferson, y Adams, unos de los padres fundadores de EEUU, se fijaron en nuestro Fuero para basándose en él articular su nuevo régimen de libertades.

Robert Edward Lee nació en Virginia en 1807, hijo de un conocido combatiente de la Guerra de Independencia Americana (1775-1783), se graduó en West Point y pronto destacaría en el ejército en la guerra entre EEUU y México en la que consiguió victorias importantes. Fruto de ese éxito militar, y laureado con una impecable reputación, el presidente Lincoln, en las puertas del conflicto civil, ofreció a Lee el mando del ejército de la Unión. Ofrecimiento que rechazó. Durante la guerra fue una de las figuras más relevantes, y clave en los teatros de operaciones militares más importante del mismo. Debido a su pericia, y su capacidad estratégica la Unión tardó más tiempo en vencer a pesar de su superioridad en recursos, y cerca estuvo de una derrota que hubiera cambiado el curso de la historia mundial.

Tras la guerra Lee ocupó la presidencia del Washington College (Lexington, Virginia), y murió cinco años después a consecuencia de un ataque cerebrovascular. Casi un siglo después el Congreso de los EEUU restituiría la ciudadanía americana al carismático general.

Sobre la esclavitud Lee dejó escrito en una carta en 1856 al presidente Pierce la frase que encabeza el artículo. No obstante Lee dirigió las propiedades de su suegro a la muerte de éste desde 1857 hasta 1861, y una de las tareas era la propia organización de los esclavos allí presentes, esclavos que fueron liberados más tarde tal y como había dejado escrito en el testamento su pariente. La esclavitud en aquella época no era sólo cosa de los estados del sur. Ulysses S. Grant, comandante en jefe del ejército de la Unión, y futuro presidente de EEUU también tuvo un esclavo, llamado William Jones, que fue liberado en 1859. Además Grant dirigió la granja esclavista de su suegro, llamada White Haven (Refugio Blanco), desde 1854 a 1859.

Con estos datos no pretendo exculpar a ninguno de los protagonistas de esos hechos, ni mucho menos defender la esclavitud, sino situarlos en su contexto histórico para evitar presentismos que desvirtuarían el análisis de los personajes y los hechos de esa época. En ese sentido y contrariamente a lo que la versión oficial ha dicho sobre el origen de la guerra, y que comenzó con el famoso discurso del presidente Lincoln en Gettysburg, el esclavismo no fue el motivo principal, sino que intervinieron varios factores más, como el modelo de estado o las diferencias económico-sociales entre el Norte industrializado, y multicultural, y el Sur dependiente de la agricultura, y aferrado a un orden social anticuado muy parecido al Antiguo Régimen que defendía el carlismo.

Ya desde el fin de la Revolución Americana (1775-1783) se formaron dos facciones que defendían formas diferentes de modelo de estado. Una confederación de estados fuertes con un gobierno federal débil, cuyo máximo exponente fue el presidente Jefferson, y otra en el que un poder central fuerte asumía las competencias más importantes siendo Hamilton el abanderado de esta idea. La constitución surgida en 1787, de la que Jefferson no fue firmante, no tenía en cuenta los derechos de los estados a seguir de manera independiente lo que a la postre acabaría siendo el germen del conflicto bélico.

Desde los estados del Sur siempre se tuvo la idea de que tendrían el derecho a no aplicar leyes federales que atentaran contra su propia legislación, y hasta lucharon para oficializar ese derecho. El intento de John Calhoun de aplicar su teoría de nulidad, una figura muy parecida a la que se aplicaba en nuestros territorios forales y que se llamaba Pase Foral, fue un fracaso al negarse en redondo el gobierno federal a aplicarla. A partir de ahí el camino a la secesión se abrió de par en par, y al ser investido presidente Abraham Lincoln, heredero directo de la ideología de Hamilton, en Febrero de 1861 los estados del sur configuraron los Estados Confederados de América consumando su salida de la Unión. El recién nombrado presidente declaró ilegal tal acción, y ese fue el comienzo de la guerra.

Durante los dos primeros años de contienda fueron las tropas confederadas las que tuvieron la iniciativa. Victorias tan señaladas como Chancellorsville, o Fredericksburg casi decantan la guerra de ese lado sino hubiese sido por la derrota en Gettysburg. Esta fue la batalla más famosa de esa guerra, y punto de inflexión en el equilibrio de fuerzas. La contienda, librada en los primeros días de julio de 1863, fue el inicio del fin para la Confederación.

Lee había invadido Pennsylvania con la idea de llegar a Washington y acabar con la guerra, pero tras cruzar el río Potomac sus tropas tomaron contacto con la caballería enemiga. Esto desembocó en un enfrentamiento a gran escala que día de hoy sigue siendo la batalla más sangrienta, unas 50.000 bajas, que ha habido en los Estados Unidos.

Tras dos días clavados en sus posiciones, Lee ordenó un ataque sobre el centro de las posiciones unionistas con la esperanza de que rompiendo por la mitad la línea derrotaría y pondría en fuga a los norteños. Para ello su infantería debería pasar una serie de complicaciones tales como marchar durante una milla (1,609 km) bajo un intenso fuego de artillería, diversos obstáculos que dificultarían su avance, y una infantería bien pertrechada y defendida en la colina objetivo (Cemetery Ridge). La carga, conocida como carga de Pickett, fue un fracaso, y fueron repelidos con un número de bajas considerable.  Tras esto último, el general confederado, muy tocado moralmente, ordenó la retirada desvaneciéndose el sueño de acercarse a Washington.

Dos años después Lee firmaría la capitulación del ejército confederado ante Ulysses S. Grant, en Appomattox.

José Antonio Beloqui Colomo.

Fuentes:

http://www.nps.gov/arho/historyculture/slavery.htm
http://www.nps.gov/ulsg/historyculture/slaveryatwh.htm
http://www.nps.gov/arho/historyculture/robert-lee.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_de_Gettysburg
http://www.civilwar.org/education/history/biographies/robert-e-lee.html
http://americanhistory.about.com/od/civilwarmenu/a/cause_civil_war.htm
http://www.westpoint.edu/history/SitePages/American%20Civil%20War.aspx

Un comentario en «El General Robert Edward Lee, y la Guerra de Secesión Americana»

  1. Pues resulta que tenemos a un heroe que luchó en las dos guerras, y en unas cuantas más.
    Imagino que lo conoceras. Charle F Henningsen, Ingles de padres austriacos con 19 año viajo para luchar con Zumalacarregui, y convertirse en su primer biografo.
    Terminó luchando como General de Brigada en la guerra de secesión americana.

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