Haciendo caja
Dirección: Steven Spielberg. Guión: David Koepp. Intérpretes: Harrison Ford, Cate Blanchett, Karen Allen, Ray Winstone, John Hurt y Jim Broadbent. Nacionalidad: EEUU. 2008. Duración: 124 minutos.
George Lucas, según se cuenta -en wikipedia por ejemplo-, tuvo en 1973 dos ideas. De una nació Star Wars ; de la otra, Indiana Smith , posteriormente rebautizado gracias a Spielberg como Indiana Jones . Que se sepa nunca jamás ha vuelto a tener idea alguna, pero nadie como él ha sabido sacar tanto dinero con tan concentrado esfuerzo en unos pocos días. Desde entonces George Lucas, tan mediocre director como brillante productor, vive de las rentas y de sus infinitos récords de ventas. El caso es que cuando se estrenó el primer Indiana Jones , en medio del abrazo de los dos gigantes del nuevo Hollywood de los 80, Spielberg-Lucas, las campanas de Los Ángeles repicaron a epifanía. Entonces no se sabía, pero con Star Wars e Indiana Jones se acunaba un tiempo de videojuegos e informática, la era digital amanecía y el final de la modernidad llegaba para los veteranos, que no viejos, cineastas europeos alumbrados con los cambios políticos de los años 60. Luego Tarantino dio la definitiva vuelta de tuerca.
La clave de aquel Indie fundacional residió en una mezcla ágil de acción y humor. Indie , como buen arqueólogo, recuperaba joyas del pasado, éstas no eran otras que las viejas películas de aventuras del tiempo clásico resucitadas con la coartada de la ironía, del guiño y el homenaje. En el fondo se trataba de la resabiada mirada del empollón de la clase, algo no ajeno al freakismo vigente. Han transcurrido 28 años. Harrison Ford sigue siendo Indiana Jones en la mejor opción de esta cuarta aventura y se desvela lo que ya se sabía, si se ha vuelto a ver las entregas anteriores, que estamos ante una obra sobrevalorada.
Este Indie camino de la jubilación que se reencuentra con lo que se dejó atrás en su primera aventura, aplica la fórmula ya sabida. Casi nada ha cambiado por lo que siendo serios y despojándonos del moho de la nostalgia, ni ésta es tan mala ni las que le precedieron eran tan magistrales. Simplemente son divertimentos con ritmo, filmados con autoridad y banales porque de eso se trata. Sobra algún personaje pero no falta nada. Aquí descansa la esencia de Spielberg-Lucas, así son y así eran; niños enriquecidos que se autohomenajean a sí mismos camino de la jubilación.