» DEDICADO A LA ESTRELLA MÁS BRILLANTE DEL CIELO»
Dentro de poco se cumple el décimo aniversario de tu muerte, Begoña. En el aeropuerto de Turín estabas esperando para regresar en avión, pero tu alma atrapada dentro de un cuerpo enfermo, eligió un avión directo al cielo. El vacío que dejaste en todos nosotros, por los consejos que dabas, por tu manera de ser, (completamente diferente a las personas que dedican su tiempo al puro materialismo, o a las que tienen como meta ser felices a costa de tener más bienes y dinero) fue muy grande, se notaba tu ausencia, faltaban tu alegría y tus sonrisas. Desde que volaste hacia el más allá Begoña, estoy con mi alma apenada, siento un vacío interior difícil de llenar. Yo sufro en silencio y estoy triste. Pensé que con el paso del tiempo la herida se cerraría y la vida sería más sencilla; que mi forma de ser como persona fuera comprendida, pero la gente no entiende mi dolor, mi amor, mi sufrimiento, ni mi lucha por las injusticias, ni por los marginados. Creo que soy demasiado sincera y esto no es bueno, por lo menos, en esta vida cruel y dura de hoy en día. Veo que mi corazón está herido por los sucesos que ocurren en el mundo (guerras, violencia, muertes de inocentes, discriminación, racismo…).Tú si me comprenderías lo sé. Estas cicatrices son difíciles de curar. Tú me conocías mejor que nadie, nuestras conversaciones eran confesiones de hermanas. Tenía un sueño Begoña pero lo perdí, perdí esa esperanza en ir a mi querido Himalaya, y contemplar por las noches una lluvia de estrellas tumbada allí, mirando al cielo infinito. Me gustaría que me ayudaras a recuperar este sueño allí donde estés. Eras mi amiga, mi confidente, la hermana que nunca tuve, con las miradas nos comprendíamos perfectamente. No puedo olvidar tu carita de ángel, tu belleza interior, la sonrisa en tus labios, tus ojos eran el espejo de tu alma, irradiabas simpatía por todos los poros de tu piel.Jamás una queja salió de tus labios, ni en los más dolorosos momentos. Sembraste semillas de amistad y recogiste auténticas plantas de amor.Todo el mundo te apreciaba, siempre pensabas en los demás, jamás en ti, incluso hasta al final.Tus dos hijos David y Begoña son unas excelentes personas con unos valores excepcionales, tal como los educaste y como eras tu Begoña.En mi corazón siento un vacío de soledad, porque te echo de menos, y a veces en sueños te veo linda y hermosa como un ángel.
Confío en que tu eres mi ángel de la guarda que estás custodiándome en el cielo.Para mi eres una estrella brillante, la que más ilumina en la noche oscura. Desde aquí a esa estrella, le envió un beso hasta que podamos vernos de nuevo. Gracias por todo lo que me enseñaste, por los buenos valores que nos dejaste de legado,contigo aprendí la importancia de ayudar a los demás, el valor que tiene la solidaridad y la amistad.Contigo aprendí que hay que ser sincera, sencilla en la vida, que es más importante la belleza espiritual que la física.También aprendí que una sonrisa en los labios a tiempo puede ser de gran ayuda y que para recoger amor hay que sembrar semillas de amabilidad y amistad.Eras una excelente persona y una buena madre.
Besos a ti, Begoña, para mí eras mi hermana.Siempre te llevaré en mi corazón.
NENA DACONTE -EN QUÉ ESTRELLA ESTARÁ
Maika Etxarri