Superar la muerte de un ser querido
Superar la muerte de un ser querido
Leemos sobre la muerte, la vemos en el cine y en la TV, mueren a nuestro alrededor vecinos, parientes, pero aún no nos ha tocado.Y seguimos sin pensar en ella…hasta que nos toca.Nada ni nadie nos prepara para la muerte de nuestros seres más queridos. ¿Cómo prepararnos para esto? aunque las circunstancias o causas de la muerte y el tipo de vínculo que nos une a esa persona son diferentes, nunca se está dispuesto a aceptarlo.
Cuando alguien se ha ido de nuestro lado de golpe, con sus sonrisas, sus palabras, sus besos, tratamos de entender el por qué.Creemos que es injusto, tenemos dudas sobre la fé, perdemos la esperanza y sueños que tanto anhelábamos .A menudo, se tiene la extraña sensación que quien ha desaparecido va a cruzar la puerta de la casa, para volver a abrazarnos, hablarnos, para cantarnos la canción que tanto le gustaba. Quienes han vivido pérdidas de seres cercanos y muy queridos saben que sólo se puede sentir dolor y dentro del alma no hay hueco para nada más.El dolor es tan profundo, tan desgarrador, que no deja espacio para ningún otro sentimiento.Si es cierto que antes o después de la muerte aparece la culpa: culpa por no haber hecho lo suficiente, por no haber sido más cariñosos, por haber discutido en el pasado, por seguir nosotros vivos.Es difícil decir adiós.Yo pasé unos años muy duros tras la muerte de la persona más buena y bondadosa que he conocido, en mi corazón era mi hermana para mí. Todavía me cuesta levantarme por las mañanas y ver la cruda realidad de su ausencia, dejó un vacio tremendo en mi vida.Su recuerdos los tengo grabados en mi alma.A veces siento que ella está a mi lado ayudándome a luchar con coraje, a seguir adelante, empujándome con fuerza hacia arriba, dándome ánimos desde el otro lado.Por las noches miro el cielo, me fijo en la estrella más brillante y pienso que ella me está acompañando.Sigo notando su presencia,ahora admito que murió pero sé que está junto a mí en los momentos más difíciles de mi vida.El dolor es inevitable, lo único que se puede hacer es comprender que el tiempo curará de verdad la herida.Es duro pero necesario aprender a abrir los brazos y dejar partir.Es conveniente tener el consuelo de poder hablar con personas de confianza en esos momentos y pedir ayuda terapéutica si hace falta.Estas experiencias tan fuertes nos ayudan a valorar más la propia existencia.Son de gran ayuda realizar actividades como escuchar música, pintar, pasear,es una manera de vincularnos de nuevo con la vida.
Debemos darnos cuenta, comprender que somos humanos… y que la muerte no es el fin. Es cierto que siempre ha sido un tema tabú en nuestra sociedad, si nos enseñaran desde niños a aceptarla como un proceso de transformación, lo comprenderíamos. Nuestra alma y energía perduran más allá de la muerte, estamos aquí tan solo de paso, por eso es mejor aprender de esta experiencia que es la VIDA.
Maika Etxarri