Homosexualidad y desinformación ,mi opinión al respecto
Homosexualidad y desinformación
En la actualidad, la marginalidad y la discriminación de las personas homosexuales, es un tema que la sociedad intenta solucionar. Cada vez más personas aceptan la homosexualidad simplemente como un estilo de vida diferente. Aun así, estas personas encuentran muchas dificultades en su vida cotidiana, en el trabajo, en la calle, y en algunos casos hasta en su propia familia. Muchos, por temor a una posible marginación o discriminación ni siquiera se atreven a admitir esta tendencia. En nuestro entorno conocemos casos de personas que todavía no han salido del armario. Debemos preguntarnos cual es el motivo que les lleva a ocultar su condición sexual. Desde niños
en los mismos colegios e institutos sufren ya acoso por parte de otros compañeros o escuchan ideas homófobas de profesores moralistas, sufriendo traumas difíciles de olvidar. Tampoco ayudan mucho los mensajes subliminales de la publicidad: hombre= macho, hombre sensible = gay, cuando todos los seres humanos tenemos sentimientos, y no es nada repugnante demostrar nuestra sensibilidad. Nunca mejor dicho” los hombres también lloran”, y no por eso son peores personas si lo demuestran.
España es un país con legislación a la vanguardia en la defensa de los derechos de las personas homosexuales, sin embargo parece que aún queda mucho trabajo para que los propios ciudadanos comprendan y sean sensibles con esta realidad. Existe una verdadera
homofobia en el sistema educativo, reflejo de la situación que existe en nuestra propia sociedad, falsa e hipócrita, donde no se valoran los derechos humanos, ni las posibles opciones sexuales de cada persona. No sólo llama la atención la desinformación y el rechazo que provoca la homosexualidad en muchos alumnos, sino también la actitud en algunos profesores. Que la práctica totalidad de los alumnos consultados consideren que un instituto no es un espacio seguro para un gay o una lesbiana debe bastar para llevarnos a la reflexión.
Por otro lado se revelan situaciones muy graves como la presión que viven los profesores homosexuales: “Tengo miedo a pasar como profesor aquello que viví siendo alumno”. Hoy, más que nunca, el sistema educativo debe estar a la altura y explicar a los jóvenes qué significa esto en el día a día”. Incluir la educación sexual en los contenidos, dotar a las bibliotecas de materiales sobre la diversidad afectiva, formar a los profesores, madres y padres o no presuponer la heterosexualidad de los miembros de la comunidad educativa, son pasos hacia la defensa de los derechos de personas homosexuales y bisexuales. Se ha creado un enorme apoyo en el conjunto de la sociedad que se ha traducido, al fin, en una mayoría política que ha propuesto las reformas legales necesarias para acabar con las discriminaciones que aún sufrían gays, lesbianas y bisexuales. Yo desde aquí animo a este colectivo que cada día esta luchando por sus derechos a seguir el mismo camino, es una opción de vida como otra, muy respetable.
Este escrito lo dedico a mis amigos que son gays, que por cierto puedo decir con orgullo que son mucho mejores personas que muchos heterosexuales que he conocido.
Maika Etxarri