«SOBRE MI TRABAJO EN CUIDADOS INTENSIVOS»
«SOBRE MI TRABAJO EN CUIDADOS INTENSIVOS»
ESTE escrito es una reivindicación de la dignidad de todas las profesiones sanitarias, en especial al ámbito laboral de la enfermería, ya que lo llevo muy dentro a pesar de no ejercer actualmente en ello…
Leí hace tiempo un artículo periodístico titulado Las enfermeras tienen prisa y en él se criticaba la conducta y el trato que hacían las enfermeras a los pacientes. Bueno, yo aquí pretendo hacer una reflexión del tema. En mi modesta opinión no toda la profesión se merece el trato que le da la prensa, radio, cine y televisión. Creo que, como en todos los ámbitos laborales, hay de todo, pero en general la profesión de enfermería es dura, abnegada y a veces tienes que renunciar a muchas cosas en tu vida. Por unas pocas personas no se debe generalizar y juzgar al resto.
El trabajo a turnos, por poner un ejemplo, crea con el tiempo un síndrome denominado de bournt out (síndrome del quemado. Esto quiere decir que al cabo de unos años la persona acaba sufriendo un stress que influye en su vida personal y laboral (provocando síntomas como insomnio, falta de concentración, depresión… entre otras).
La atención al enfermo es un cuidado integral, se cuida tanto el aspecto físico, mental y espiritual de cada persona, independientemente de sus creencias, raza, condición social o sexual, o política.
Es importante comentar que la imagen que se da de una enfermera en los medios de comunicación no corresponde a la realidad. Yo trabajé en la Unidad de Cuidados Intensivos durante varios años, y puedo asegurar que no es una tarea fácil el ver a personas en coma, jóvenes politraumatizados (muchos por accidentes de fin de semana) que dejan muchas veces la vida en la UCI, y verdaderos dramas humanos. En múltiples ocasiones tu trabajo marca y deja una huella profunda por las situaciones que tratas y la otra cara de la vida que ves, cercana a la muerte. La responsabilidad que tiene un profesional en este servicio es alta y en muy pocas ocasiones agradecida o reconocida. Yo dejé este servicio y me di cuenta entonces de la labor que desempeñan allí mis compañeras. Es digna de admiración. (Estrés intenso, alta responsabilidad, turnos, festivos y noches de Navidad sin el calor de la familia, se trabaja de forma dura y sin esperar nada a cambio.) Sólo a veces te queda la sastifacción de que cumples una labor humanitaria. Sí puedo decir que después de haber trabajado en esta unidad los recuerdos de esta experiencia se quedan grabados en tu interior. Esto te hace ver las cosas con otra visión diferente, aprecias cada minuto como si fuera un pedazo de vida. Esto lo dedico a todas mis compañeras y todo el personal sanitario (auxiliares, médicos, celadores, que por supuesto también se merecen el mismo trato en los medios de comunicación), mi admiración a todos ellos.
Maika Etxarri