«Los niños, la cara oculta del sida» mi amor por los niños..
«Los niños, la cara oculta del sida»
Los niños y niñas sufren de un modo especialmente dramático la pandemia del sida. Sin embargo, han faltado durante años en las estadísticas y en las noticias sobre esta enfermedad. Además siguen siendo los grandes ausentes en los programas de tratamiento, prevención y protección. Las consecuencias para su presente y su futuro son devastadoras y las consecuencias para el mundo, también. Tanto Unicef como Onusida, el día 25 de octubre lanzaron una campaña global que se centra en el enorme impacto del VIH/sida en la infancia y la adolescencia. La campaña denuncia que menos del 5 por ciento de los niños seropositivos reciben tratamiento. Además, millones de niños y niñas que han perdido a sus padres por la enfermedad no tienen apoyo. Los niños, las niñas y los jóvenes afectados por la enfermedad son la «cara oculta» del sida, y no sólo porque están ausentes de las discusiones de política global y nacional sobre VIH/sida sino más grave aún: carecen de acceso a los servicios de atención y de prevención más básicos. Millones de niños han perdido a sus padres, a sus hermanos, su escolarización, atención sanitaria, protección básica y muchos otros pilares fundamentales de la infancia.
«Cada minuto un niño muere por una enfermedad relacionada con el sida y un niño es infectado con el VIH». Son cifras escalofriantes, llevamos cerca de 25 años de pandemia, y la ayuda alcanza a menos del 10 por ciento de los niños y las niñas afectados por el VIH/sida, dejando a demasiados niños crecer solos, crecer demasiado rápido o no crecer en absoluto. Cada día millones de niños y niñas sufren discriminación a causa del sida. Sus caras tienen que permanecer ocultas, por temor a ser rechazados en su entorno.
En algunos de los países más golpeados, particularmente en África subsahariana, la pandemia del sida está «destruyendo años de progreso en favor de la infancia».
Unicef insta a organismos internacionales y gobiernos a movilizar más recursos para la lucha contra el sida y, en especial, para atender a la infancia. En esta tarea, señala, tienen un papel importante las empresas ubicadas en países con altos índices de VIH, que deberían impulsar programas de prevención para sus empleados y sus familias e invertir en el desarrollo de tratamientos. Actualmente hay un vacío de fondos de al menos 18.000 millones de dólares para el período de 2005 a 2007. No sólo los fondos para sida deben crecer en gran número, sino que también una parte significativa debería destinarse específicamente a los niños afectados por la enfermedad.
En concreto, Unicef se ha propuesto alcanzar progresos en materia de prevención, tratamiento pediátrico, disminución de la transmisión de madre a hijo y apoyo a los menores con VIH/sida.
Si los países deben desarrollarse, debemos poner a los niños primero. Por tanto, los niños deben ser la principal prioridad cuando se trata de la manera en que destinamos y utilizamos recursos.
Únete por la niñez, únete con la juventud, únete para vencer el sida.
Maika Etxarri