«LAS SECTAS DESTRUCTIVAS» Maika
Las sectas son organizaciones cerradas que pueden presentarse como grupos culturales, religiosos, donde se exige la absoluta devoción de sus miembros a un líder o a una idea. La palabra secta tiene una connotación negativa porque suelen ser grupos que persiguen un fin muy alejado del desarrollo positivo de la persona.
Desgraciadamente las sectas abundan hoy en día. Según el Parlamento Europeo en los últimos 30 años han surgido más de 20.000 nuevas sectas. Solo en el Estado español hay unas 330 sectas y 700.000 adeptos.
Las sectas llamadas destructivas esclavizan a la persona, le quitan la voluntad para decidir y actuar, utilizando la manipulación psicológica. Quien entra en una secta buscar vivir de otra manera, encontrarse en un grupo. Se les impone normas, sacrificios físicos, delegar bienes, se les obliga a romper con todos los lazos anteriores a la entrada en la secta (amigos, trabajo, estudios, pareja, padres).
Les inducen a creer algo que no son y cuando quieren darse cuenta ya están demasiado metidos en el grupo. Comienzan con un dialogo positivo, pero gradualmente con el uso de diversas técnicas se les va manipulando y ejerciendo un tipo de control mental .En el internado en la secta se les hace un cambio en la dieta , con una alimentación muy pobre en proteínas con el fin de tenerle muy debilitado físicamente así las órdenes las ejecutará automáticamente.Le provocan fatiga y privación del sueño , despertándole con frecuencia a media noche cuando el sueño es más profundo para conseguir su descontrol mental. En la mayoría de las sectas los adeptos duermen de 4 a 6 horas como máximo. La privación del sueño, más una dieta escasa, provoca un agotamiento físico con alucinaciones y comportamientos psicóticos. Muchas personas acuden para curarse de un trastorno psíquico y no sólo no mejoran sino que luego tienen que ser ingresadas en hospitales psiquiátricos en lamentable estado.
Las opiniones de los no adeptos son consideradas como mentiras para la persona que captan, y así no puede juzgar la realidad manipulada de la secta.La secta hace aparecer al mundo exterior como hostil. De esta manera el miembro cada día está más aislado, física como psicológicamente.
El grupo sectario polariza la realidad en dos partes opuestas: el bien ( la secta ) frente al mal (el resto de la sociedad). Las sectas son expertas en manipular los estados emocionales de las personas para controlar a sus adeptos.Se utilizan dos tipos de miedo, el miedo hacia el exterior, hacer aparecer a toda la sociedad como hostil ( lo que le aísla del entorno social).
El 2º es el miedo a la propia secta , con el fin que el adepto no abandone jamás el grupo.
Todos somos captables potencialmente por una secta si nos cogen en el momento adecuado, (por ejemplo estar atravesando un momento de crisis personal)y con las técnicas en las que son maestros. El adicto suele responder a un perfil concreto: baja autoestima, tendencia a la ansiedad, vida insastifactoria, falta de estímulos afectivos, familia desestructurada, o carencias emocionales.Los colectivos más propensos a caer en las redes de una secta son: jóvenes, mujeres con problemas matrimoniales solitarias y ancianos que viven solos.Casi la mitad de los jóvenes un 44,5% no se posiciona contra las sectas y un 25,8% las aprueba ( por eso son uno de los grupos más vulnerables para caer en las redes de un grupo sectario). El novato cree que puede alcanzar éxitos impensados, el líder convence que todo lo maravilloso se debe al grupo, crean una dependencia y etiquetan de enemigos a cualquiera que trate de advertir del error o del engaño al adepto. Alteran su personalidad, dan una falsa sensación de seguridad al introducirlo en un grupo que se considera como iluminado o elegido.
Salir de una secta es difícil, a veces se ha tenido que recurrir al secuestro por parte de la familia.
La clave está en quien no se debe creer:
“En aquellos que ofrecen una solución simple para problemas complejos y anulan nuestra libertad para actuar, pensar y sentir.»
Maika Etxarri